Historia de la Iglesia
Un nuevo día en Sierra Leona


Un nuevo día en Sierra Leona

Michael Samura con otros miembros del primer grupo en Sierra Leona

Michael Samura con otros miembros del primer grupo en Sierra Leona, alrededor de 1987

En 1988, cuando la Iglesia envió a los primeros misioneros a Sierra Leona, ya había varios miembros de la Iglesia viviendo y compartiendo el Evangelio en ese país. Michael Samura se había unido a la Iglesia en los Países Bajos en 1981. Después de regresar a Sierra Leona, expresó su fe al compartir el Evangelio y organizar reuniones, y pronto estaba supervisando varias congregaciones no oficiales. En 1984, se le unió Hilda Quay, una conversa de Ghana que comenzó a enseñar clases de la Primaria para los niños. Los líderes de la Iglesia enviaron libros y folletos para apoyar a los grupos, sin embargo, con el paso del tiempo muchos se cansaron de esperar y perdieron el interés. Samura mismo se fortalecía con el contacto que mantenía con otros miembros en los Países Bajos, Canadá y los Estados Unidos, y pudo recibir las ordenanzas del templo durante un viaje al Templo de Salt Lake.

Otros, sin saber del grupo de Samura, trabajaban de manera independiente para edificar la Iglesia. Bai Sama Sankoh, que se había unido a la Iglesia en España, descubrió que la Iglesia no estaba en Sierra Leona cuando regresó a su hogar en 1987, luego de la muerte de su padre. Comenzó a llevar a cabo reuniones religiosas y pronto atrajo a una pequeña congregación que aguardaba a ser bautizada. Elizabeth Judith Bangura y su hija, Monica Orleans, que se habían unido a la Iglesia en Ghana, también compartieron su fe recién descubierta con compañeros de un grupo que recientemente se había separado de una iglesia pentecostal. A Christian George, un nuevo converso que se había unido a la Iglesia en Alemania, se le dio una lista de miembros que se encontraban en el país cuando regresó a Sierra Leona, pero no pudo comunicarse con ellos y esperó a solas el día en el que la Iglesia se organizara oficialmente en Sierra Leona.

“Cuando el momento llegó de verdad”, comentó más tarde George, “el Señor llevó a cabo Su plan de una manera misteriosa”. Después del anuncio de que se abriría una misión en el país, un miembro de la Iglesia proveniente de Ghana fue a Sierra Leona a visitar a George y a compartir las noticias, cuando por casualidad vio a un miembro del grupo de Bangura leyendo un ejemplar de Principios del Evangelio. Cuando George tuvo conocimiento del grupo, se reunió con ellos y les explicó que tenían que esperar indicaciones de las Oficinas Generales de la Iglesia antes de que pudieran organizarse oficialmente como una rama de la Iglesia y ser bautizados. Mientras tanto, les ofreció su servicio como maestro de la Escuela Dominical.

Poco tiempo después, John Sivalie, un miembro del grupo de Samura que prestaba servicio en un control fronterizo cerca de la frontera con Liberia, conoció al presidente de misión J. Duffy Palmer y a su esposa, Jocelyn Palmer, cuando pasaron por el puesto de control. Sivalie se presentó como un miembro de la Iglesia que seguía esperando ser bautizado. Los Palmer le dieron la información de contacto de George.

Los primeros misioneros comenzaron su servicio en Sierra Leona en mayo de 1988. Sesenta personas se congregaron en el hogar de Bangura para una reunión dominical con los misioneros en la que los niños entonaron canciones de la Primaria y recitaron algunos de los Artículos de Fe de memoria. El 11 de junio muchos miembros de la familia Bangura y del grupo de la Iglesia se convirtieron en los primeros santos en ser bautizados en Sierra Leona. Tras esperar siete años, Michael Samura rebosaba de dicha al ver que la Iglesia se había organizado oficialmente en su país. Dijo: “Sentí que el comienzo de un nuevo día había llegado verdaderamente a nosotros en Sierra Leona”. El 7 de agosto de 1988 se organizó la Rama Goderich Freetown, con George como presidente de rama, Samura como primer consejero, Sankoh como secretario de rama y Bangura como presidenta de la Sociedad de Socorro.