El Libro de Mormón en Soweto
Piet Mafora estaba haciendo entregas en Johannesburgo un día de 1968, cuando vio por primera vez una capilla de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Fue algo que lo hizo sentirse bien; Piet pertenecía a un grupo en Soweto cuyos miembros creían en el Libro de Mormón y lo estudiaban, pero nadie del grupo había conocido nunca a un Santo de los Últimos Días. La ubicación del lugar lo explicaba todo: la capilla se encontraba en un vecindario de personas blancas, pero todos los miembros del grupo de estudio eran de raza negra, y en ese momento, en Sudáfrica, la ley y la cultura limitaban la interacción entre razas.
A pesar de esas barreras, un miembro del grupo de nombre Moses Mahlangu estaba determinado a establecer contacto. La primera vez que Mahlangu visitó el edificio de la Iglesia, este estaba vacío, pero cuando regresó conoció a Maureen van Zyl, una miembro del barrio que lo puso en contacto con la casa de la misión. Mahlangu no tardó en reunirse con el presidente de misión y le expresó su propio deseo y el del grupo de unirse a la Iglesia para recibir el don del Espíritu Santo.
Los líderes de la misión admiraban la convicción de Mahlangu; sin embargo, les preocupaba saber cómo proceder. Los miembros del grupo de Mahlangu eran dedicados y los líderes creían que la Iglesia crecería rápidamente en Soweto una vez que se estableciera. Pero además de las barreras particulares que había en Sudáfrica, desde la década de 1850 había restricciones en la Iglesia en cuanto a la ordenación al sacerdocio de hombres de raza negra. Al no estar seguros sobre cómo enfrentar los desafíos de la restricción y la presión de los funcionarios gubernamentales de que no hubiera congregaciones de razas integradas, los líderes de la misión pidieron a Mahlangu que esperara.
Mahlangu y otros miembros del grupo esperaron con paciencia durante más de una década. En 1978, el presidente Spencer W. Kimball anunció que los santos podían ser ordenados al sacerdocio “sin tomar en consideración ni su raza ni su color”; sin embargo, en Sudáfrica seguía habiendo obstáculos. Los líderes de la misión y de la estaca deliberaron juntos sobre cómo seguir adelante ante el escrutinio del Gobierno y la resistencia que había entre algunos de los miembros, lo que incluía a algunos líderes locales. “Nos fijamos en los principios que se encuentran en el Libro de Mormón”, mencionó el presidente de estaca, Olev Taim. Observaron que los nefitas y los lamanitas habían superado profundas divisiones para vivir como hermanos y hermanas en el Evangelio.
En 1980, los miembros en Sudáfrica estaban comenzando a prepararse para iniciar la obra de establecer una Iglesia multirracial. Ese año, por primera vez hubo más bautismos de conversos de raza negra y de raza mixta que de personas de raza blanca en todo el país. En la provincia de Natal, muchos conversos indios se unieron a la Iglesia. Mahlangu y los miembros de su grupo se bautizaron en septiembre.
Al principio asistieron al Barrio Johannesburgo y se levantaban a las cuatro de la mañana para llegar a la Iglesia a tiempo. En ocasiones escuchaban desconsiderados comentarios raciales o políticos en la Iglesia. Otras veces, el ejemplo de los miembros los alentó, como cuando una madre corrigió el comentario que hizo uno de sus hijos pequeños al decirle de manera inmediata: “La Iglesia es para todos”.
En 1981 se organizó una rama en Soweto, en la que miembros de raza blanca, como Maureen van Zyl, acudían a la zona reservada para personas de raza negra para asistir a los servicios junto con los Mahlangu y otros miembros de raza negra. Al pasar tiempo juntos y escucharse unos a otros, desarrollaron amistades perdurables, a pesar de las diferencias culturales que los habían dividido.