Testigo especial
La honradez
¿Sabías que el élder Haight fue alcalde de una ciudad y oficial de la Marina de los Estados Unidos? Él nos explica el valor del ser honrados.
James Peter Fugal era un hombre honrado que pastoreó ovejas casi toda su vida en las montañas de Idaho. Una noche extremadamente fría de invierno, mientras se hallaba pastoreando las ovejas de otro hombre, se desató una ventisca. Las ovejas se amontonaron, como suelen hacerlo, en el ángulo que formaba una zona cercada y muchas murieron.
Aunque no era culpable de la muerte de los animales, James Fugal se sintió responsable y pasó los años siguientes trabajando y ahorrando para pagar al dueño la pérdida de las ovejas.
Ese mismo deseo de vivir los principios cristianos era evidente en Aurelia Spencer Rogers, que fundó la organización de la Primaria de la Iglesia, gracias a su preocupación por el carácter moral y el desarrollo social de los niños. Desde los tiempos de Aurelia Spencer Rogers, los líderes de la Primaria continúan enseñando principios sanos, predicando la virtud y el amor de los unos por los otros, e inculcando el deseo de entender y de vivir los valores tradicionales.
Mi esposa y yo asistimos a una reunión sacramental algo alejada de nuestra casa. Para nuestra alegría, nos enteramos de que la Primaria iba a presentar el programa y que el tema sería: “Creemos en ser honrados’’.
Quedé sorprendido por el entusiasmo que demostraban aquellos niños al hablar de los principios fundamentales que estaban aprendiendo: decir la verdad, respetar lo que es de los demás, ser dignos de confianza y defender lo que es justo.
Pensé en James Fugal, el humilde pastor, y en lo maravilloso que es ver que a esos niños se les estén enseñando los mismos valores que hicieron de él un hombre de noble carácter.
Adaptado de un discurso pronunciado en la conferencia general de octubre de 1987.