2007
Se llevará entre vosotros una historia
Diciembre de 2007


Se llevará entre vosotros una historia

El élder Marlin K. Jensen, de los Setenta, actualmente el historiador y registrador de la Iglesia, tuvo hace poco una conversación con representantes de las Revistas de la Iglesia sobre el pasado, el presente y el futuro de ese importante cargo.

¿Por qué se enseña a los Santos de los Últimos Días que es importante llevar registros y reunir y preservar la historia de la Iglesia?

Élder Marlin K. Jensen: En las Escrituras, especialmente en el Libro de Mormón, se deja en claro que las memorias son un principio fundamental y salvador del Evangelio. Llevamos registros a fin de poder recordar. Los recuerdos del pasado nos dan la debida perspectiva como hijos de Dios para tener fe en nuestro destino futuro y, por eso, para vivir en el presente con mayor fidelidad.

El 6 de abril de 1830, el día en que se organizó la Iglesia, el Señor le mandó al profeta José Smith: “He aquí, se llevará entre vosotros una historia” (D. y C. 21:1). Ésa es la revelación en la cual se basa el cargo de historiador y registrador de la Iglesia.

Ese día, el Profeta aprendió cuán importante es para el Señor que se lleve una historia de la Iglesia, y no tardó en llamar a Oliver Cowdery para ser el primer historiador y registrador de ésta. Al principio, él registraba las minutas de las reuniones, las bendiciones patriarcales, los datos de los miembros y los certificados de autoridad del sacerdocio; también empezó lo que se podría considerar una historia narrativa de la Iglesia.

La actividad de llevar registros comenzó con un mandamiento de Dios y continúa hasta hoy.

¿En qué consiste el llamamiento de historiador y registrador de la Iglesia?

Élder Jensen: La labor de historiador y registrador de la Iglesia consiste en su mayor parte en llevar registros. Comprende la reunión y la preservación de las fuentes de la historia de la Iglesia, el registro de las ordenanzas y la recolección de minutas. En las Escrituras también se indica que tenemos la responsabilidad de asegurar que los registros se utilicen “para el bien de la iglesia, y para las generaciones futuras” (D. y C. 69:8).

Las funciones de historiador y registrador se complementan y a veces son casi imposibles de distinguir la una de la otra. Creo que por eso, en los primeros tiempos de la Iglesia, a veces se nombraba un registrador y a veces un historiador, y por lo mismo, en tiempos más recientes ambas funciones se han unido en un solo llamamiento.

¿Qué propósito tiene registrar y enseñar la historia de la Iglesia?

Élder Jensen: El propósito principal de la historia de la Iglesia es ayudar a los miembros a incrementar su fe en Jesucristo y a guardar sus convenios sagrados. Al cumplir este propósito, hay tres consideraciones principales que nos guían:

Primero, procuramos testificar de las verdades fundamentales de la Restauración y defenderlas.

Segundo, deseamos contribuir a que los miembros de la Iglesia recuerden las grandes cosas que Dios ha hecho por Sus hijos.

Tercero, tenemos la responsabilidad que se nos ha dado en las Escrituras de preservar el orden revelado del reino de Dios. Eso comprende las revelaciones, los documentos, los procedimientos, los procesos y los modelos que proporcionan orden y continuidad para el ejercicio de las llaves del sacerdocio, el funcionamiento apropiado de los quórumes del sacerdocio, la realización de las ordenanzas, etc., o sea, todos los elementos esenciales para la salvación.

El cargo de historiador y registrador, ¿en qué otro aspecto beneficia a la Iglesia?

Élder Jensen: El historiador y registrador de la Iglesia proporciona una voz de autoridad en los asuntos históricos de ésta. Siempre surgen dudas históricas y a veces hay controversias históricas, por lo que es útil contar con una persona a la cual cualquiera pueda recurrir para recibir respuestas que inspiren confianza.

El historiador de la Iglesia preside el Comité de Sitios Históricos, que se encarga de la administración de los sitios y puntos de interés de la Historia de la Iglesia. Es también director del Comité de Administración de Registros de la misma. Dicho comité supervisa la creación, la administración y la disposición final de todos los registros de la Iglesia —tanto eclesiásticos como corporativos— por todo el mundo.

Entre los más esenciales y sagrados, están los registros que verifican el que se hayan efectuado las ordenanzas del templo. Éstos se preservan como parte de lo que pienso que es ese libro que será “digno de toda aceptación” (D. y C. 128:24). Los miembros pueden confiar en que todos los registros están seguros, incluso los de sus ordenanzas del templo.

¿Cómo se emplea la tecnología en la Iglesia para llevar a cabo la obra del cargo de historiador?

Élder Jensen: Trabajo con el Departamento de Historia Familiar e Historia de la Iglesia, que reúne y preserva los materiales esenciales de la historia de la Iglesia. Estamos desarrollando un plan tecnológico que nos capacitará mejor para reunir, preservar y poner la historia de la Iglesia al alcance de los miembros de todo el mundo. Obviamente, el Internet tendrá una función cada vez más importante en lo que hagamos.

Los libros, documentos, artefactos y sitios históricos, así como las fotografías que hemos reunido a través de los años constituyen en cierto sentido las “joyas” de la historia de la Iglesia. Sentimos la obligación de darlas a conocer a los miembros de todas partes, de manera aprobada y apropiada. La oportunidad de ver una página del manuscrito original del Libro de Mormón en el Internet o de hacer una gira virtual del cuarto superior de la cabaña de los Smith donde Moroni apareció al joven José Smith son experiencias que pondrán a los miembros en contacto con nuestro pasado y promoverán su fe.

La tecnología también nos habilitará mejor para capacitar y ayudar a los líderes, secretarios y otros miembros locales que sean responsables de compilar la historia anual de estacas, barrios y misiones. Con ayuda de la tecnología, los datos históricos saldrán de la sede de la Iglesia y llegarán a ella con mayor facilidad.

¿Cómo puede la historia de la Iglesia llegar a ser un patrimonio para todos nosotros, ya sea para los miembros nuevos como para aquellos cuya familia ha estado en la Iglesia desde generaciones anteriores?

Élder Jensen: Se ha dicho que un pueblo no puede ser más grande que su historia. La historia de la Iglesia comienza con el impresionante relato de José Smith y de su búsqueda de la religión verdadera. Si creemos el relato de José, nos convertimos en parte de una enorme congregación de creyentes cuya vida ha cambiado al abrazar el Evangelio restaurado. Esa experiencia llega a ser una parte muy importante de nuestro patrimonio mutuo como Santos de los Últimos Días; también contribuye a explicar la razón por la que la historia de los comienzos de la Iglesia es crucial para la existencia de ésta y para su vitalidad y progreso continuos.

En nuestra historia hay otros grandes sucesos dignos de que se conozcan y se enseñen en la Iglesia y en el hogar: Las lecciones de Kirtland, las pruebas de Misuri, los triunfos y la final expulsión de los santos de Nauvoo, y el recorrido de los pioneros hacia el oeste son relatos que inspiran a los Santos de los Últimos Días en toda tierra e idioma. Pero también hay otros relatos igualmente conmovedores del surgimiento y el progreso de la Iglesia, así como del impacto que ha tenido el Evangelio restaurado en los miembros de toda nación a los que ha tocado el corazón; ésos también deben registrarse y preservarse.

Por otra parte, debe considerarse, además, la relación que existe entre la historia de la Iglesia y la historia familiar. Por lo general, el estudio de la una conduce al estudio de la otra. Muchos de los relatos más importantes de la Iglesia se encuentran en las historias personales y familiares, que son parte de nuestro patrimonio individual y familiar.

Además, debemos recordar que la obtención de un patrimonio de la historia de la Iglesia exige algo más que simplemente leer un libro de historia; incluye también visitar un sitio histórico, un museo donde se exhiban artefactos históricos, asistir a una reunión familiar o llevar un diario personal. La clave es que toda persona tenga algún tipo de conexión con el pasado.

En cuanto a usted, personalmente, ¿qué ha tenido mayor importancia en su servicio como historiador y registrador de la Iglesia?

Élder Jensen: Me he dado cuenta de que las Escrituras contienen historia sagrada. Cuando los profetas nos escribieron, entrelazaron sermones y enseñanzas en sus narraciones históricas. Por ejemplo, el Libro de Mormón comienza con la historia de Lehi y su familia; es Escritura, pero también es una narración histórica. El Libro de Mormón es el mejor tipo de Escritura histórica que poseemos; es también el mejor ejemplo de la conexión que existe entre la historia y la doctrina. He llegado a comprender y a apreciar la fuerza que tienen la Escritura y la historia cuando están unidas.

He obtenido un testimonio de que todas las cosas están presentes ante Dios: el pasado, el presente y el futuro. Esto está en armonía con la definición de la verdad que se da en las Escrituras, donde dice que es “el conocimiento de las cosas como son, como eran y como han de ser” (D. y C. 93:24). Vivimos en el presente y no podemos ver el futuro, pero podemos contemplar el pasado, siempre que éste se haya preservado. Nuestro pasado nos da una perspectiva y una base que no podemos conseguir de ninguna otra manera. Ya sea la historia de un abuelo o la del profeta José Smith, la historia de las tribulaciones de los pioneros Santos de los Últimos Días en los primeros tiempos de la Iglesia o la de los soldados Santos de los Últimos Días durante la Segunda Guerra Mundial, las lecciones del pasado nos ayudan a enfrentar y sobreponernos al presente y nos dan esperanza para el futuro.

He llegado a apreciar más que nunca al profeta José Smith por sus logros monumentales como Profeta fundador de esta dispensación.

De todo lo que he llegado a considerar preciado, creo que lo más importante es la convicción de que si somos íntegros de corazón y deseamos conocer a Dios, podemos llegar a conocerlo y a sentirnos responsables ante Él. Eso es posible gracias al ejemplo que nos dio el profeta José Smith. Él lo demostró, lo enseñó y nos dio la promesa de que también podemos llegar a conocer a Cristo. Eso para mí es invalorable.

Aprenda más sobre la historia de la Iglesia

Por medio del Internet, la historia de la Iglesia está más accesible que nunca. A continuación se citan algunos de los recursos de dicha historia disponibles en inglés en el sitio Web de la Iglesia: www.lds .org/churchhistory:

  • Sitio Web de José Smith, que resume la vida y la misión del Profeta. Contiene fotografías y documentos históricos.

  • “Mormon Pioneer Overland Travel” [“Viajes por tierra de los pioneros mormones”] (1847–1868), que contiene datos de individuos y de compañías que viajaban hacia el oeste en dirección a Utah.

  • “Historic Sites” [Sitios históricos], que indica el lugar, muestra fotos y contiene una historia breve de los sitios principales de la Iglesia.

  • “Museum of Church History and Art” [Museo de Historia y Arte de la Iglesia], donde se muestran obras de arte y artefactos históricos que documentan la historia de la Iglesia y de sus miembros.

De interés

Los documentos de José Smith

Élder Jensen: Creo que el proyecto más importante en el que nos encontramos trabajando ahora es el de “Joseph Smith Papers Project” [El proyecto de los documentos de José Smith]. Es una obra monumental, que llevará varios años para reunir los documentos que el profeta José Smith escribió, los que hizo escribir o recibió, así como los discursos que pronunció, la correspondencia que le enviaron, los asuntos legales en que estuvo envuelto y todas las revelaciones que recibió. Tenemos planes de publicar esos documentos en una serie de tomos.