Capacitación enfatiza importancia de consejos
Durante la reunión mundial de capacitación de líderes que tuvo lugar en noviembre de 2010, en la cual se presentaron los nuevos manuales de instrucciones de la Iglesia, los líderes de la Iglesia hicieron hincapié en la importancia de los consejos de barrio1 eficaces para ayudar a los sobrecargados obispos y para llevar a cabo la obra de salvación.
“El Manual 2 procura reducir el volumen de trabajo del obispo y, para ello, amplía el papel del consejo de barrio y de sus integrantes”, dijo el élder Dallin H. Oaks del Quórum de los Doce Apóstoles. Su papel incluye ayudar al obispo “en asuntos de importancia para todo el barrio”, y ayudar “en la función rescatadora de activar y retener a sus miembros”.
La importancia de los consejos
Durante la capacitación de noviembre, el élder Quentin L. Cook, del Quórum de los Doce Apóstoles, explicó que “la Iglesia se rige mediante consejos a nivel general, de área, de estaca y de barrio” y que “los nuevos manuales de instrucciones amplían significativamente la función de los consejos en la Iglesia”.
El élder Cook habló acerca de tres consejos fundamentales a nivel de barrio, los cuales son indispensables a fin de que el obispo dirija los asuntos de la Iglesia; también habló acerca de la forma en que estos consejos se ven afectados por la información de los nuevos manuales. Estos consejos son el obispado, el comité ejecutivo del sacerdocio y el consejo de barrio.
El obispado funcionará prácticamente del mismo modo que funcionaba antes. Mientras que el CES seguirá reuniéndose regularmente y en él se tratarán algunos de los asuntos que antes trataba el comité de bienestar de barrio, el élder Cook explicó que es probable que las reuniones del CES sean más cortas, ya que es de esperar que las reuniones del consejo de barrio sean más frecuentes.
El nuevo manual de instrucciones “amplía la función del consejo de barrio al administrar el barrio bajo las llaves del obispo”, dijo el élder Cook.
Ampliar el consejo de barrio
Los manuales de instrucciones amplían la función del consejo de barrio al ofrecer sugerencias en cuanto a qué cosas el obispo puede delegar y al asignarle más funciones a los integrantes del consejo para que lo ayuden.
“La labor principal del consejo de barrio es la obra de salvación en el barrio”, dijo el élder Cook. “Actualmente, muchas cuestiones van directamente al obispo. Esperamos que esto cambie a medida que los obispos deleguen más en las reuniones del consejo de barrio o de manera privada a personas determinadas, asuntos como el bienestar, la retención, la activación”, entre otros.
El élder Cook explicó que, si bien el obispo seguirá encargándose de los “problemas que requieran un juez común en Israel”, él puede, con el consentimiento del miembro que busca arrepentirse, delegar a otras personas “la extensa labor que será necesaria” para ayudar a los miembros que estén recuperándose de adicciones o que necesiten ayuda con problemas financieros, problemas familiares u otros problemas.
“Los miembros del consejo de barrio realizan la mayor parte de su trabajo fuera de la reunión de consejo de barrio”, dijo el élder Cook. “Trabajan con sus consejeros, los maestros orientadores, las maestras visitantes y otras personas para tender una mano y ministrar a las personas… que lo necesiten”.
Instó a los líderes del sacerdocio y de las organizaciones auxiliares a que determinen y resuelvan los problemas que puedan tratarse de manera apropiada dentro del quórum o de la organización a fin de aliviar el peso que recae sobre el obispo y el consejo de barrio.
Cada miembro cuenta
Durante la transmisión, se hizo hincapié en la importancia de la contribución de cada integrante del consejo mediante un panel conformado por el élder M. Russell Ballard, el élder Jeffrey R. Holland y el élder David A. Bednar del Quórum de los Doce Apóstoles; el élder Walter F. González de la Presidencia de los Setenta; y Julie B. Beck, Presidenta General de la Sociedad de Socorro.
“Creo que tenemos la idea errónea de que toda revelación que se reciba para el barrio tiene que venir a través del obispo”, dijo el élder Bednar. “En virtud de sus llaves, él la tiene que reconocer y ratificar, pero él no tiene que ser el único conducto por medio del cual se reciba”.
El élder Bednar enfatizó la importancia de la unidad una vez que la autoridad que preside ha tomado una decisión con el fin de que el consejo actúe bajo la influencia del Espíritu Santo.
El élder Holland advirtió acerca de la errónea costumbre cultural de no tener en cuenta el valor de las mujeres en los consejos. “A veces no hemos invitado, ni animado… la participación de las mujeres que forman parte del consejo como deberíamos”, dijo. “Necesitamos la ayuda de las mujeres”.
El panel hizo hincapié en que los líderes sabios escuchan.
“El don del discernimiento opera más eficazmente cuando escuchamos que cuando hablamos”, dijo el élder Bednar.
El élder Ballard agregó que el principio de escuchar se aplica a cada miembro del consejo y que ningún integrante del mismo debe dominar la conversación.
“Cuando [el] Espíritu opere dentro del sistema de consejos de la Iglesia, la obra progresará y rescataremos a más hijos de nuestro Padre”, dijo el élder Ballard. “Es una gran obra en la que nos empeñamos”.