2012
El Evangelio me dio paz
Febrero de 2012


El Evangelio me dio paz

Sina Rogers, Nueva Zelanda

Mi familia se unió a la Iglesia cuando yo tenía seis años y nos sellamos en el templo cuando tenía ocho. Mis padres diligentemente me enseñaron las doctrinas de nuestra nueva religión, por lo que me crié sabiendo que la oración, el estudio personal de las Escrituras y otros aspectos del Evangelio podían traer mucha paz.

Sin embargo, no fue sino hasta mi misión que realmente llegué a apreciar el plan de salvación. Mientras servía en mi misión en Australia, mi padre falleció. Cuando mi presidente de misión llegó para darme la noticia, me dio una bendición que se centró en gran parte en el plan de salvación. Esa bendición, junto con mi estudio personal, me ayudó durante los días, semanas y meses siguientes para aprender y apreciar más que nunca esa gran doctrina. Pude ver mis circunstancias a través de la luz del plan de salvación y pude comprender lo verdaderamente maravilloso que es. Desde entonces, el plan de salvación ha llegado a significar mucho para mí.

Al seguir estudiando las Escrituras después de la misión, he descubierto que muchas de las palabras de Dios testifican de Su “gran plan de felicidad” (Alma 42:8). Sé que hay vida después de la muerte y que podemos volver a estar con nuestros seres queridos después de esta vida. El saber que mi mamá, mi papá, mis hermanos y yo estamos sellados me trae gran consuelo.

Esta vida tiene experiencias dolorosas, pero la vida no tiene por qué ser difícil. El evangelio de Jesucristo hace que las cosas sean más fáciles. Debido a ello, puedo tener una sensación de paz y consuelo siempre, sin importar lo que ocurra en mi vida.