¿Cuál es el propósito de las presidencias de clase y de quórum de los jóvenes?
Las presidencias de clase de las Mujeres Jóvenes y las presidencias de quórum del Sacerdocio Aarónico son de beneficio tanto para quienes trabajan en ellas como para aquéllos a quienes se les presta servicio.
Los integrantes de las presidencias tienen derecho a recibir inspiración en cuanto a la clase o al quórum, la cual puede servirles de ayuda para saber cómo orar por los miembros de su clase o quórum y cómo hermanarlos, especialmente a aquéllos que son nuevos o menos activos. El estar en una presidencia ayuda a los jóvenes a aprender técnicas de liderazgo, como el delegar, el prestar servicio, la comunicación y el participar en consejos. El aprender a organizar y a dirigir reuniones y actividades ayuda a los líderes jóvenes a prepararse para la misión u otros futuros llamamientos, ya que aprenden la importancia de cumplir su deber y la manera de diseñar un plan y llevarlo a la práctica.
Los integrantes de la clase o del quórum también obtienen ciertas bendiciones por medio de esos líderes. Cuentan con alguien de su edad con quien pueden hablar y que puede ayudarlos y animarlos a vivir el Evangelio y a hacer muchas cosas, sobre todo en lo referente a completar el Progreso Personal o Mi deber a Dios. Dado que los presidentes de las clases o los quórumes sirven en el comité del obispado para la juventud, pueden informar al obispo de los problemas, las preocupaciones o las buenas obras de sus clases y sus quórumes.
El ser llamado a una presidencia de clase o de quórum es una gran responsabilidad que ayuda a los jóvenes a lograr más confianza, a aprender a ser líderes y a ser un ejemplo, y a cultivar el amor y la unidad dentro de la clase o del quórum.