Seguir adelante con fe
¿Qué debes hacer cuando tienes que tomar una decisión y has orado en cuanto a tus opciones pero todavía no estás seguro de qué hacer?
El élder Jeffrey R. Holland, del Quórum de los Doce Apóstoles, ha dicho: “Es la verdad llana y muy seria que antes, [y después] de los grandes momentos, por cierto… los grandes momentos espirituales, pueden venir la adversidad, la oposición y las tinieblas” (véase “No perdáis, pues, vuestra confianza”, Liahona, junio de 2000, pág. 34).
Pero el que haya oposición no significa que el Padre Celestial los haya abandonado; Él está allí y Él los guiará. A veces tenemos que seguir adelante con fe hasta que se ilumine nuestro camino. A continuación encontrarán algunas ideas de profetas modernos en cuanto a esperar pacientemente para recibir respuestas y guía.
Caminar al borde de la luz
“Poco después de ser llamado como Autoridad General, fui a ver al élder Harold B. Lee para pedirle consejo. Escuchó con mucha atención mi problema y me sugirió que fuera a ver al presidente David O. McKay. El presidente McKay me aconsejó en cuanto a lo que debía hacer. Yo estaba muy dispuesto a ser obediente, pero no veía ninguna forma en que me fuera posible hacer lo que él me aconsejó que hiciera.
“Volví nuevamente a ver al élder Lee y le dije que no veía cómo podía hacer lo que se me había aconsejado. Él dijo: ‘El problema con usted es que quiere ver el final desde el principio’. Le contesté que por lo menos deseaba ver uno o dos pasos hacia adelante. Entonces recibí una lección para toda la vida. ‘Usted debe aprender a caminar hasta el borde de la luz y después dar algunos pasos en la obscuridad; entonces la luz aparecerá y le mostrará el camino que tiene por delante’. Después citó estas palabras del Libro de Mormón:
‘No contendáis porque no veis, porque no recibís ningún testimonio sino hasta después de la prueba de vuestra fe’ (Éter 12:6)”.
Presidente Boyd K. Packer, Presidente del Quórum de los Doce Apóstoles, “The Edge of the Light”, BYU Magazine, marzo de 1991, magazine.byu.edu.
Seguir adelante con confianza
“¿Qué puedes hacer cuando te has preparado cuidadosamente, has orado con fervor, has esperado un tiempo razonable para recibir una respuesta, y sigues sin sentir que la has recibido? Tal vez desees dar gracias cuando eso ocurra, pues es una muestra de confianza del Padre Celestial. Cuando vives dignamente y lo que has elegido está de acuerdo con las enseñanzas del Salvador y necesitas actuar, sigue adelante con confianza. Si eres receptivo a los susurros del Espíritu, con seguridad sucederá, en el momento apropiado, una de dos cosas: o recibirás el estupor de pensamiento que te indicará que lo que has escogido no es correcto, o sentirás la paz o el ardor en el pecho confirmándote que tu decisión ha sido la correcta. Si estás viviendo con rectitud y estás actuando con confianza, Dios no permitirá que sigas adelante por mucho tiempo sin hacerte sentir la impresión de advertencia de que has tomado una mala decisión”.
Véase élder Richard G. Scott, del Quórum de los Doce Apóstoles, “Utilizar el don supremo de la oración”, Liahona, mayo de 2007, pág. 10.
No permitas que el temor influya en tus decisiones
“No permitamos que el temor influya en nuestras decisiones; recordemos siempre ser de buen ánimo, depositar nuestra fe en Dios y vivir dignos de Su dirección. Cada uno de nosotros tiene derecho a recibir inspiración personal para guiarnos a lo largo de nuestro período de prueba aquí en la tierra. Ruego que vivamos de modo que nuestro corazón sea siempre receptivo a los susurros y al consuelo del Espíritu”.
Véase presidente James E. Faust (1920–2007), Segundo Consejero de la Primera Presidencia, “No temáis”, Liahona, octubre de 2002, pág. 6.
Esperen pacientemente la revelación
“El aumento gradual de la luz que irradia el sol naciente es semejante a recibir un mensaje de Dios ‘línea por línea, precepto por precepto’ (2 Nefi 28:30). La mayoría de las veces, la revelación viene en pequeños incrementos a lo largo de cierto tiempo, y se concede de acuerdo con nuestro deseo, dignidad y preparación. De manera gradual y delicada, esas comunicaciones del Padre Celestial ‘[destilan] sobre [nuestra alma] como rocío del cielo’ (D. y C. 121:45)”.
Élder David A. Bednar, del Quórum de los Doce Apóstoles, “El espíritu de revelación”, Liahona, mayo de 2011, pág. 88.
Sepan que Dios proveerá
“Durante [una] época muy ocupada de mi vida, el élder Joseph B. Wirthlin me extendió el llamamiento para servir como presidente de estaca.
“Durante mi entrevista con él, muchos pensamientos pasaron por mi mente; ni qué decir de la preocupación inquietante de que tal vez no tendría el tiempo suficiente que ese llamamiento requeriría. Aunque me sentía humilde y honrado por el llamamiento, por un momento me pregunté si podría aceptarlo. Pero fue sólo un pensamiento fugaz, porque sabía que el élder Wirthlin había sido llamado por Dios y que él estaba haciendo la obra del Señor. ¿Qué podía hacer yo sino aceptar?
“Hay veces que tenemos que avanzar hacia la oscuridad con fe, confiando en que Dios colocará tierra firme bajo nuestros pies una vez que lo hagamos. Así que, acepté con mucho gusto, sabiendo que Dios proveería”.
Véase Presidente Dieter F. Uchtdorf, Segundo Consejero de la Primera Presidencia, “El porqué del servicio en el sacerdocio”, Liahona, mayo de 2012, pág. 59.