2021
Cómo abordar el abuso
Julio de 2021


Cómo podemos tratar el abuso

A continuación figuran algunas sugerencias para víctimas de abuso, sus líderes de la Iglesia y sus familiares.

sad boy looking out window

Fotografía de Getty Images.

El Salvador habló seriamente del abuso: “Y cualquiera que haga tropezar a alguno de estos pequeños que creen en mí, mejor le fuera que se le colgase al cuello una piedra de molino de asno y que se le hundiese en lo profundo del mar” (Mateo 18:6; véanse también Marcos 9:42; Lucas 17:2).

El abuso es el maltrato o la negligencia hacia otras personas (un hijo o un cónyuge, los ancianos o las personas con discapacidades) de manera que cause daño físico, emocional o sexual. La postura de la Iglesia es que el maltrato o el abuso no han de tolerarse en ninguna de sus formas.

Las siguientes ideas pueden ser de ayuda, ya sea que usted sea víctima de abuso o líder de la Iglesia o progenitor de la víctima.

A la víctima

Como víctima1 de abuso, usted no es culpable del abuso que ha sufrido, ni tampoco es necesario que se le perdone por los actos que otra persona cometió en contra de usted. Quizás se pregunte cómo le puede ayudar el Salvador a sanar. Tal vez piense que el sacrificio expiatorio del Salvador era únicamente para aquellos que pecan y necesitan arrepentirse.

Entonces, ¿cómo le ayuda el Salvador? Gracias a Su sacrificio, Él comprende. El Salvador posee empatía divina. Aunque tal vez no sepamos con exactitud la forma en que el Salvador pudo sentir todos nuestros dolores, podemos tener fe en que Él comprende a todo hombre, a toda mujer y a todo niño de manera perfecta (véase 2 Nefi 9:21). Él puede proporcionar paz y fortaleza para seguir adelante2.

Mediante Su expiación, el Salvador ayuda a las personas que han sido lastimadas. Nos puede ayudar “al sanarnos y compensarnos por cualquier sufrimiento que padezcamos sin ser culpables”3.

Independientemente del momento y de la forma en que se responsabilice al agresor, usted puede tener “la seguridad de que el Juez Perfecto, Jesucristo, que tiene un conocimiento perfecto de lo ocurrido, hará responsables de cada acto indigno a todos los que cometan esa clase de abuso”4. Tenga presente también que las personas “que maltratan o abusan de su cónyuge o de sus hijos […], un día deberán responder ante Dios”5.

A los líderes de la Iglesia

priesthood leader talking to a young man

A todos los líderes y maestros que brindan servicio a los jóvenes y a los niños les es requeridos tomar la capacitación en línea “Cómo proteger a los niños y jóvenes”6.

Los líderes de la Iglesia nunca deben desestimar un informe de abuso ni aconsejarle a un miembro que no denuncie la actividad delictiva7. Los líderes y los miembros de la Iglesia deben cumplir con todas las obligaciones legales pertinentes para denunciar el abuso o el maltrato ante las autoridades civiles. Sin embargo, las leyes respecto a denuncias varían según la región. En algunas se requiere que el clérigo se ponga en contacto con las autoridades, pero en otras se prohíbe.

Es importante que los líderes entiendan que a las víctimas de abuso podría dificultárseles confiar en otras personas, en particular en aquellas que tienen puestos de autoridad. Emocionalmente la situación puede suponer un desafío; es probable que la dificultad que la víctima tenga para hablar del asunto no esté relacionada con usted de ninguna forma. A una víctima de abuso podría causarle terror la idea de hablar con un líder a solas. La víctima puede invitar a una persona adulta en la que confíe para que la acompañe cuando se reúna con líderes del sacerdocio8.

A la persona podría ayudarle contar con apoyo y ayuda profesional, sin importar cuándo haya ocurrido el abuso. La mayoría de las víctimas sanan mejor si se da validez a sus sentimientos, si se sienten seguras y protegidas, si sienten que alguien les cree y comprenden la forma en que el abuso les haya afectado. El apoyo puede ayudarles a encontrar paz y a no sentirse solas mientras procuran sanar9.

La norma debe ser oponerse al abuso sin importar quiénes sean las personas involucradas. No obstante, si el agresor tiene un puesto de autoridad y confianza, el caso de abuso es más serio y podría perjudicar más a la víctima. A las personas que tienen un puesto de confianza y abusan de otras se les tiene que tratar según normas más elevadas, ya que han violado la confianza de la víctima. La Iglesia tiene normas de cero tolerancia en lo que respecta al abuso, y eso se aplica en particular a aquellos que tienen puestos de confianza y autoridad.

A los padres

Si bien los casos de abuso por parte de personas con autoridad reciben más cobertura en las noticias, en su mayoría, a las víctimas las suele abusar una persona conocida. El agresor podría ser un familiar, un pariente o un vecino; puede ser de cualquier edad, y rara vez es un completo extraño10.

Sin embargo, hay una cantidad de señales de abuso que podemos enseñar a nuestros hijos a fin de ayudarles a reconocerlo o a evitarlo. Enseñe a sus hijos que si alguien les pide que hagan algo que ellos sepan que está mal, pueden decir que no. Los siguientes son algunos ejemplos de la forma en que los agresores podrían forzar, amenazar o atraer a sus víctimas.

  • Los agresores se aprovechan de su posición, autoridad, edad, estatura o conocimiento para obligar a la víctima a hacer lo que ellos quieran.

  • Le dicen a la víctima que no serán amigos de ella a menos que haga lo que ellos digan.

  • Toman algo que pertenece a la víctima y no se lo devuelven a menos que haga lo que ellos digan.

  • Amenazan con divulgar mentiras sobre la víctima a menos que ceda a sus peticiones.

  • Ofrecen obsequios, favores u otras recompensas con tal de obtener lo que quieren.

  • Le dicen a la víctima que nadie le creerá y que se meterá en problemas si le dice a alguien del abuso.

  • Amenazan con lastimar a la víctima o a un ser querido de esta si no hace lo que ellos dicen11.

Tratar el tema del abuso es una situación compleja. No hay respuestas sencillas, pero podemos hallar gran consuelo en las palabras del élder David A. Bednar, del Cuórum de los Doce Apóstoles: “No hay dolor físico, no hay herida espiritual, no hay angustia de alma, pena, enfermedad ni debilidad que ustedes y yo afrontemos en la vida terrenal que el Salvador no haya experimentado primero. En un momento de debilidad quizá clamemos: ‘Nadie sabe lo que se siente; nadie entiende’. Pero el Hijo de Dios sabe y entiende perfectamente, ya que Él ha sentido y llevado las cargas de cada uno; y gracias a Su infinito y eterno sacrificio (véase Alma 34:14), tiene perfecta empatía y nos puede extender Su brazo de misericordia. Él puede tendernos la mano, conmovernos, socorrernos, sanarnos y fortalecernos para ser más de lo que podríamos ser y hacer lo que no podríamos si nos valiésemos únicamente de nuestro propio poder”12.

Savior in Gethsemane

Oh, mi Padre, por Simon Dewey.

Que podamos acudir al Príncipe de Paz y hallar esperanza y sanación por medio de Él.

Notas

  1. Algunas personas prefieren el término sobreviviente en lugar de víctima.

  2. Véase “¿Cómo me puede ayudar el Salvador al ser yo víctima de abuso?” www.ChurchofJesusChrist.org/study/manual/abuse-help-for-victims/how-can-the-savior-help-me?lang=spa

  3. D. Todd Christofferson, “Redención”, Liahona, mayo de 2013, pág. 110.

  4. Richard G. Scott, “Cómo sanar las consecuencias devastadoras del abuso”, Liahona, mayo de 2008, pág. 42.

  5. “La Familia: Una Proclamación para el Mundo”, ChurchofJesusChrist.org

  6. Véase “Cómo proteger a los niños y jóvenes”, ChurchofJesusChrist.org/callings/church-safety-and-health/training-and-video-resources/youth-protection?lang=spa.

  7. Véase “Cómo proteger a los miembros e informar del abuso”, www.ChurchofJesusChrist.org/study/manual/abuse-how-to-help/protecting-members-and-reporting-abuse?lang=spa

  8. Véase Manual General: Servir en La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, 31.1.1, ChurchofJesusChrist.org.

  9. Véase “¿Debería buscar ayuda profesional?” www.ChurchofJesusChrist.org/study/manual/abuse-help-for-victims/should-i-get-professional-help?lang=spa

  10. Véase “Cómo reconocer patrones que indican la existencia de abuso”, www.ChurchofJesusChrist.org/study/manual/abuse-prevention-and-protection/recognizing-patterns-of-abuse?lang=spa

  11. Véase “Cómo hablar con los niños sobre la realidad del abuso”, www.ChurchofJesusChrist.org/study/manual/abuse-prevention-and-protection/talking-to-children-about-abuse?lang=spa

  12. Véase David A. Bednar, “Soportar sus cargas con facilidad”, Liahona, mayo de 2014, pág. 90.

  13. Véase “Cómo hablar con los niños sobre la realidad del abuso”, www.ChurchofJesusChrist.org/study/manual/abuse-prevention-and-protection/talking-to-children-about-abuse?lang=spa.