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Cuatro verdades doctrinales para superar el desánimo
Estudiar las pruebas de Josué y José Smith puede ayudarnos a atravesar las nuestras.
Cuando el profeta Josué fue llamado a guiar a los hijos de Israel a la tierra prometida, se sintió abrumado por la tarea que tenía por delante.
El Señor respondió a su desánimo diciendo: “Esfu[érzate] y s[é] valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo dondequiera que vayas” (Josué 1:9).
Cuando el profeta José Smith fue encarcelado en la cárcel de Liberty, se desanimó debido a la terrible persecución hacia los santos.
El Señor respondió:
“Hijo mío, paz a tu alma; tu adversidad y tus aflicciones no serán más que por un breve momento;
“y entonces, si lo sobrellevas bien, Dios te exaltará; triunfarás sobre todos tus enemigos” (Doctrina y Convenios 121:7–8).
El Señor también consoló a José diciendo:
“Entiende, hijo mío, que todas estas cosas te servirán de experiencia, y serán para tu bien.
“El Hijo del Hombre ha descendido debajo de todo ello. ¿Eres tú mayor que él?” (Doctrina y Convenios 122:7–8).
Tanto en el caso de Josué como en el de José, ¿les quitó el Señor los problemas a estos profetas? No. En lugar de ello, les transmitió estas verdades doctrinales:
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El Padre Celestial y Su Hijo Jesucristo están siempre con nosotros.
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Vistas desde una perspectiva eterna, nuestras pruebas pasarán.
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Nuestras pruebas nos brindarán experiencia.
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Jesucristo nos comprende total y completamente a nosotros y lo que estamos pasando.
Cada vez que nos sintamos desanimados, podemos orar a nuestro Padre Celestial para recibir un testimonio de estas verdades doctrinales por el poder del Espíritu Santo.
Obtén más información sobre cómo manejar el desánimo en la sección “Salud mental” de los recursos de Ayuda para la vida de la Biblioteca del Evangelio.