Abril
Jesucristo me enseña a hacer lo justo
“Porque ejemplo os he dado, para que así como yo os he hecho, vosotros también hagáis” (Juan 13:15).
Canción: Escoja una canción sobre Jesucristo del libro Canciones para los niños
Complemente las ideas que se proporcionan aquí con algunas ideas propias. Cada semana planifique diferentes maneras para: (1) establecer la doctrina, (2) ayudar a que los niños la comprendan y (3) ayudarles a que la apliquen en la vida de ellos. Pregúntese: “¿Qué harán los niños para aprender y cómo puedo ayudarles a sentir el Espíritu?”
Semana 1: Jesucristo es el ejemplo perfecto para mí.
Fomente el entendimiento (leyendo pasajes de las Escrituras y haciendo dibujos): En un papel grande escriba la frase “Jesucristo es el ejemplo perfecto para mí”. Corte el papel como si fueran cuatro piezas simples de un rompecabezas. Escriba una de las siguientes frases detrás de cada pieza del rompecabezas:
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Él nos mostró la manera de ser bautizados (véase Mateo 3:13–17).
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Él mostró amor por otras personas (véase Marcos 10:13–16).
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Él perdonó a las personas que le hicieron daño (véase Lucas 23:34).
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Él nos mostró cómo orar (véase Mateo 6:5–13).
Canten “Yo trato de ser como Cristo” (CN, págs. 40–41). Pida a los niños que expliquen el mensaje que enseña la canción. Muestre una lámina de Cristo y dígales que Él nos enseñó muchas cosas por medio de Su ejemplo perfecto. Divida a los niños en cuatro grupos y entregue a cada grupo una de las piezas del rompecabezas y hojas de papel en blanco. Pídales que lean el pasaje juntos y que luego hagan un dibujo de cómo pueden seguir el ejemplo de Cristo. Pida a cada grupo que explique el pasaje de las Escrituras y de los dibujos y que luego coloquen su pieza del rompecabezas en la pizarra. Luego de que se haya armado el rompecabezas, repitan juntos: “Jesucristo es el ejemplo perfecto para mí”.
Semanas 2 y 3: Jesucristo me enseñó la manera correcta de vivir.
Determine la doctrina (cantando una canción): Canten “Escojamos lo correcto” (CN, págs. 82–83), y pida a la mitad de los niños que escuchen cómo podemos ser felices y a la otra mitad qué escuchen lo que nos ayudará y mostrará el camino. Analicen lo que los niños han aprendido de la canción.
Fomente el entendimiento (con un juego de adivinanzas y leyendo pasajes de las Escrituras): Prepare tiras de papel con las siguientes palabras y referencias de las Escrituras: hambre (Mateo 5:6); alumbrar (Mateo 5:16); amar (Mateo 5:44) y orar (Mateo 6:6). Muestre una lámina del Sermón del monte. Explique que Jesús subió a una montaña a enseñarles a Sus discípulos; lo que Él les enseñó recibe el nombre de Sermón del monte. Muestre una de las tiras de papel a la mitad de los niños y pídales que representen la palabra con mímica para que el resto de los niños la adivinen. Lean juntos el pasaje de las Escrituras correspondiente y ayude a que los niños entiendan lo que Cristo enseñó y cómo podemos seguir Su ejemplo. Repita la actividad con las otras palabras y pasajes de las Escrituras.
Fomente la aplicación de la doctrina (analizando situaciones): En cuatro tiras de papel escriba las siguientes enseñanzas de Jesús: (1) Hambre y sed de justicia, (2) Así alumbre vuestra luz, (3) Amad a vuestros enemigos, (4) Ora al Padre Celestial. (Para niños pequeños, considere utilizar láminas que ilustren estas enseñanzas.) Coloque los papeles en diferentes partes del salón. Prepare algunas situaciones para analizar (véase LE, pág. 184) que ayuden a los niños a comprender cómo aplicar estas enseñanzas. Por ejemplo: “Un niño en la escuela te fastidia y te llama por apodos feos. ¿Qué harías?” Repase los pasajes de las Escrituras del juego de adivinanzas que se describió anteriormente e indíqueles que los papeles que se ven en el salón corresponden a las Escrituras. Lea una situación para analizar e invíteles a ponerse de pie y colocarse al frente del papel con la enseñanza que les ayudaría a hacer lo justo. Pida a algunos niños que compartan qué elección harían.
Semana 4: Siento el amor de mi Salvador cuando trato de ser como Jesucristo.
Fomente el entendimiento (cantando una canción y haciendo elecciones): Canten “Siento el amor de mi Salvador” (CN, págs. 42–43). Escriba varios situaciones para analizar que ilustren cómo un niño puede seguir una de las enseñanzas de Cristo. Incluya también una referencia de los pasajes de las Escrituras donde se pueda buscar la enseñanza. A continuación hay algunos ejemplos.
Sara le pidió a su hermanita menor que no usara sus crayones, pero su hermanita los usó. Para ser como Jesús, Sara podría:
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Enojarse con su hermanita.
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Esconder sus crayones.
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Perdonar a su hermanita.
Juan está jugando fútbol con sus amigos y se da cuenta que hay un niño solo mirando el partido. Para ser como Jesús, Juan podría:
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Burlarse del niño por estar solo.
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Dejar de lado al niño y seguir jugando con sus amigos.
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Invitar al niño a que juegue futbol con ellos.
Pida a un niño que lea uno de los situaciones para analizar. Luego pídale que lea las respuestas una por una. Pida a los otros niños que se pongan de pie cuando escuchen la respuesta que demostraría seguir el ejemplo de Jesús. Invite a unos pocos niños a leer el pasaje de las Escrituras en voz alta y analicen lo que Jesús enseñó. Analicen cómo el seguir el ejemplo de Jesucristo en estas situaciones nos puede ayudar a sentir el amor del Salvador. Repita la actividad con cada caso para analizar.
Fomente la aplicación de la doctrina: Pida a los niños que hagan lo que Jesús desearía que ellos hicieran esta semana. Dígales que la próxima semana les pedirá a algunos de ellos que compartan lo que hicieron y cómo sintieron el amor del Salvador.
Ayudas para los líderes de música
Para ayudar a los niños a aprender una canción nueva, considere lo siguiente:
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Invite a los niños a hacer algún ademán cuando canten una palabra específica o que cuenten con los dedos cuántas veces cantan una palabra. Por ejemplo, canten “Mandó a Su Hijo” (CN, págs. 20–21), y pídales que cuenten con los dedos cuántas veces cantan las palabras “Su Hijo”.
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Escoja una lámina y una palabra que represente cada frase en una canción y colóquelas en una hoja de papel. Por ejemplo, cuando canten “Mandó a su hijo” (CN, págs. 20–21), ilustre la frase “¿Cómo podía demostrar el Padre su amor?” con un dibujo de un corazón y la palabra demostrar. Para la frase “Mandó a su hijo a nacer, pequeño Salvador”, muestre una lámina del nacimiento y la palabra Salvador. Podría hacer que los niños participen sosteniendo las láminas mientras cantan.