Cómo utilizar la música en la Primaria
El propósito de la música en la Primaria es enseñar a los niños el evangelio de Jesucristo y ayudarles a que aprendan a vivirlo. Las canciones de la Primaria hacen que el aprendizaje sea más ameno, ayudan a los niños a aprender y recordar las verdades del Evangelio e invitan al Espíritu.
Las siguientes son técnicas que le ayudarán a enseñar el Evangelio a los niños por medio de la música. Los ejemplos le ayudarán con las canciones sugeridas en este bosquejo. Para ideas adicionales, consulte la sección “Cómo utilizar la música en la Primaria” en el Bosquejo del Tiempo para compartir 2010 y 2011.
Enseñe el Evangelio por medio de la música
Algunas de las mejores lecciones que se enseñan en la Primaria se logran a través de la música. “La música puede incrementar su entendimiento de los principios del Evangelio y fortalecer sus testimonios” (LE, Pág. 202). Considere hacer preguntas sobre una canción para ayudar a que los niños comprendan su significado. Por ejemplo, “Haz el bien” (Himnos, N° 155) enseña que no estamos solos al tomar decisiones en la vida, el Espíritu Santo no guiará al tomar decisiones correctas. Dibuje la silueta de tres escudos de HLJ en la pizarra y escriba las siguientes preguntas en ellos: “¿Quién me guiará a hacer lo justo?” “¿Cuándo tendré Su luz brillando sobre mí?” y “¿Qué se me promete si hago lo justo?”. Señale el primer escudo, lean la pregunta juntos y pida a los niños que escuchen mientras usted canta la canción y luego se pongan de pie cuando escuchen la respuesta. Invíteles a cantar la respuesta juntos un par de veces. Esto les ayudará a recordar las palabras junto con la melodía. Repita la actividad con las otras preguntas. Explique las frases o palabras que podrían ser difíciles de entender para los niños. Canten la canción completa y recuérdeles que al cantarla están testificando de que el Espíritu Santo nos ayudará si escuchamos y hacemos lo justo.
Haga participar a todos los niños en las actividades musicales
Los niños responden a la música y disfrutan de participar en actividades musicales independientemente de la edad o habilidad. Los ritmos de las canciones ayudan a los niños a recordar lo que cantan y el mensaje de las palabras. Al cantar “Defiende el bien” (CN, pág. 81), considere variar el ritmo y el volumen de la canción. Considere enseñar términos musicales tales como ligado (lento y suave) y picado (rápido y agitado) y permita que los niños canten la canción en ambos estilos.
Los niños también disfrutan de participar con movimientos, tales como aplaudir el ritmo o hacer movimientos que correspondan con las palabras. En la canción “El sabio y el imprudente” (CN, pág. 132), los movimientos con las manos ayudarán a los niños a centrarse en la letra de la canción. También podría utilizar movimientos al cantar “El valor de Nefi” (CN, págs. 64–65). Por ejemplo, pídales que pretendan que están sosteniendo un escudo con un brazo mientras cantan “Iré y haré”, y que están sosteniendo una espada en alto cuando cantan “lo que manda el Señor” y que marchen en el lugar al cantar “La vía Él prepara y obedeceré”. Pida a los niños que creen sus propios movimientos apropiados para otras canciones (algunos movimientos podrían no ser apropiados para la presentación en la reunión sacramental).
Repase las canciones para reforzar los principios del Evangelio
Al enseñar una canción será necesario repetirla a menudo para que los niños la aprendan. También deberá repasar la canción durante el año para mantenerla fresca en las mentes de los niños. Luego de que se enseñe una canción, repásela y cántela de varias maneras divertidas. Continúe cantando canciones aún después de la presentación en la reunión sacramental de modo que los niños las recuerden. Considere escribir los títulos de las canciones que desea repasar en diferentes objetos (por ejemplo: flores en un florero, peces de papel en una pecera, plumas en un pavo, hojas en un árbol o corazones pegados en las paredes del salón). Pida a los niños que elijan un objeto a la vez y luego canten la canción. A continuación encontrará ideas adicionales sobre cómo repasar las canciones (las ayudas visuales están disponibles en sharingtime.lds.org):
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El cubo cantor: Haga un cubo y en cada lado del mismo escriba diferentes movimientos. Pida a un niño que lance el cubo para determinar el movimiento que harán mientras cantan.
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Cantan las niñas/Cantan los niños: Haga un dibujo de un niño y de una niña y péguelos en palitos de maderas por separado. Al repasar una canción, levante un palito o el otro para indicar quién debe cantar. Esto mantendrá a los niños que participen de forma activa.
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Títeres cantores: Copie y recorte una de las ilustraciones en la pág. 63 del Manual de la guardería, Mirad a vuestros pequeñitos, para que cada niño la coloree. Pegue cada ilustración a una bolsita de papel para hacer títeres. Invite a los niños a cantar con sus títeres.
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Lanzarle a la cesta: Invite a uno de los niños a que tire una bolsita de frijoles, porotos o una pelota de papel a una cesta. Si él o ella aciertan en el primer intento, pida a los niños que canten la estrofa una vez; si le lleva dos intentos, la cantan dos veces, y así sucesivamente.