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“Mi alma no siente más dolor”
Mosíah 25–28; Alma 36
Mosíah 25–28 y Alma 36 contienen relatos de las conversiones milagrosas de Alma y de los hijos de Mosíah. Al estudiar estos capítulos, tómese el tiempo para meditar en su propia conversión.
• ¿Por qué es importante “[perdonarse]… los unos a los otros”? (Mosíah 26:31). ¿En qué forma ha sido bendecido al perdonar a alguien o cuando otra persona lo perdonó a usted?
• ¿Por qué envió el Señor a un ángel para que hablara con Alma, hijo, y con sus compañeros? (Véase Mosíah 27:14.) ¿Cómo puede ayudarnos la oración cuando un ser amado se aparta del Evangelio?
Tome nota de las palabras y las frases de Mosíah 27 y Alma 36 que hacen un contraste de los sentimientos que tuvo Alma antes y después de que fuese perdonado. (Por ejemplo, véase Mosíah 27:29. Antes de que Alma fuese perdonado, “atormentaba [su] alma un suplicio eterno”. Después de que fue perdonado, su “alma no [sentía] más dolor”.)
Sugerencia para el análisis en familia
Haga la siguiente pregunta a los miembros de la familia:
• ¿Cuáles consideraciones son las más importantes al prepararse para servir en una misión? (Ayude a los miembros de la familia a comprender que el lugar en donde sirvamos no es tan importante como la razón por la que lo hagamos y la manera que lo hagamos.)
Pida a los miembros de la familia que busquen Mosíah 28. Explique que este capítulo contiene un relato de los hijos de Mosíah, quienes querían ser misioneros entre los lamanitas.
• ¿Por qué querían los hijos de Mosíah predicar a los lamanitas? (Véase Mosíah 28:2–3.) ¿Cómo podemos aumentar nuestra dedicación para compartir el Evangelio?