“Mosíah 18: El convenio bautismal”, El Libro de Mormón: Manual del maestro, 2024
“Mosíah 18”, El Libro de Mormón: Manual del maestro
Mosíah 18
El convenio bautismal
Algunas decisiones son tan importantes que pueden afectar a todo lo demás en nuestra vida. Hacer un convenio con Dios por medio de la ordenanza del bautismo es una de esas decisiones. Alma enseñó a su pueblo junto a las aguas de Mormón acerca del convenio que hacemos con Dios cuando somos bautizados. Esta lección puede ayudarte a comprender mejor el convenio bautismal y cómo puede influir en tu relación con Dios y con otras personas.
Algunas posibles actividades de aprendizaje
Tu bautismo
Para comenzar tu estudio hoy, piensa en tu bautismo y trata de recordar los detalles de ese día. Si aún no has sido bautizado, reflexiona sobre lo que sabes acerca del bautismo o lo que recuerdas de un bautismo al que hayas asistido.
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¿Cuáles son tus recuerdos favoritos de ese día? ¿Cómo te sentiste?
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¿Cómo ha influido tu decisión de bautizarte en tu relación con Dios y con otras personas?
Alma enseña las palabras de Abinadí
Mosíah 18 contiene el relato de la ocasión en que Alma, quien había sido uno de los sacerdotes del rey Noé, enseña las palabras de Abinadí a otras personas. Alma se vio obligado a enseñar en secreto porque el rey Noé quería matarlo por creer en el testimonio que Abinadí había compartido acerca de Jesucristo.
Lee Mosíah 18:8–10 y busca lo que Alma enseñó al pueblo.
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¿Qué enseñó Alma acerca del Salvador después de escuchar el testimonio de Abinadí?
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¿Por qué crees que Alma escogió enseñar lo que se encuentra en estos versículos?
El convenio bautismal
Después de enseñar al pueblo acerca de la redención por medio de Jesucristo, Alma enseñó acerca de la importancia del bautismo. De sus enseñanzas podemos aprender lo siguiente: Cuando somos bautizados, concertamos un convenio con Dios. A medida que sigas estudiando las enseñanzas de Alma, medita en lo que sabes acerca del convenio que hacemos al ser bautizados y que renovamos cada vez que tomamos la Santa Cena, así como acerca de cualquier pregunta que tengas. Con espíritu de oración, procura comprender mejor la influencia que este convenio puede tener en tu relación con Dios y con otras personas.
El élder D. Todd Christofferson, del Cuórum de los Doce Apóstoles, explicó lo que es un convenio:
Un convenio es un acuerdo entre Dios y el hombre en el que Dios fija las condiciones (véase Guía para el Estudio de las Escrituras, “Convenio”, pág. 39). En estos acuerdos divinos, Dios se compromete a sostenernos, a santificarnos y a exaltarnos a cambio de nuestro compromiso de servirle y de guardar Sus mandamientos (véase D. Todd Christofferson, “El poder de los convenios”, Liahona, mayo de 2009, pág. 20).
En Mosíah 18:8–10, Alma describió el convenio del bautismo. Lee Mosíah 18:8–10; luego podrías marcar lo que nos comprometemos a hacer cuando somos bautizados y, con un color o estilo diferente, marcar las bendiciones que el Padre Celestial nos ofrece.
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¿Qué crees que signifique “llorar con los que lloran” y “consolar a los que necesitan de consuelo”? (versículo 9).
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¿Cuáles son algunas de las maneras en que podemos “ser testigos de Dios en todo tiempo, y en todas las cosas y en todo lugar” (versículo 9)? ¿A quién conoces que sea un buen ejemplo de esto?
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¿De qué maneras has visto que Dios te bendice a ti o bendice a otras personas mediante las promesas que Él nos hace por medio del bautismo?
Guardar tu convenio bautismal
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“Club en contra de las malas palabras” (4:56)
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“Ojos para ver” (desde 4:55 hasta 6:53)
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“Las piernas de Dayton” (3:02)
Escoge al menos una de las promesas que hacemos al ser bautizados y que Alma compartió en Mosíah 18:8–10. Por ejemplo, podrías escoger “llevar las cargas los unos de los otros” (versículo 8) o “[guardar] sus mandamientos” (versículo 10).
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¿Cuáles son algunas de las maneras en que un adolescente podría cumplir esa promesa?
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¿Por qué crees que el Padre Celestial incluyó esa promesa como parte de nuestro convenio bautismal?
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¿Cómo ha demostrado el Salvador, con Su ejemplo, la manera de cumplir esa promesa?
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¿En qué ocasión tú o alguien a quien conozcas han cumplido esa promesa? ¿Qué has aprendido de esas experiencias?
Dedica tiempo a anotar en tu diario cómo crees que estás cumpliendo las promesas bautismales que Alma compartió en Mosíah 18:8–10. ¿Cómo has conseguido cumplir algunas de esas promesas? ¿En qué situaciones podrías cumplir una de ellas de manera más intencional? ¿Qué influencia crees que hacer eso tendría en tu relación con el Señor y con otras personas?