Mosíah 21–24, Parte 1

Descubrir los propósitos del Señor para nuestras pruebas y aflicciones

¿Cómo le explicarías a alguien por qué el Señor permite que experimentemos pruebas y aflicciones? En Mosíah 21–24 se describen las experiencias del pueblo de Limhi y del pueblo de Alma, quienes afrontaron desafíos difíciles. El objetivo de esta lección es ayudarte a sentir una mayor confianza en el Padre Celestial y en Jesucristo cuando experimentes pruebas y aflicciones en la vida.

Hacer preguntas que fomenten el análisis. Los análisis significativos en clase tienen lugar cuando los maestros interactúan con los alumnos y estos interactúan unos con otros. Haga preguntas que sean relevantes y que brinden oportunidades para que varios alumnos respondan. También puede fomentar el análisis pidiendo a los alumnos que respondan a los comentarios que hayan hecho sus compañeros de clase.

Preparación del alumno: Se podría invitar a los alumnos a pensar en alguna prueba o desafío del pasado que los haya ayudado a progresar o a acercarse más al Señor. Anime a los alumnos a acudir a clase preparados para compartir lo que hayan aprendido o la manera en que esa prueba pudo haber influido positivamente en ellos.

Algunas posibles actividades de aprendizaje

Esta es la primera de dos lecciones sobre Mosíah 21–24. La primera parte se centrará en la razón por la que el Señor podría permitir que pasemos por pruebas; la segunda parte se centrará en cómo podemos confiar en el Padre Celestial y en Jesucristo para que nos ayuden a superar esas pruebas. Si el tiempo de clase es limitado y solo se pudiera enseñar una lección sobre Mosíah 21–24, piense en cómo podrían combinarse las dos lecciones de forma eficaz.

Llevar cargas

Imagina que tus pruebas, cargas y aflicciones están representadas por piedras que debes llevar físicamente en una bolsa o mochila.

Podría llevar a la clase una mochila y objetos pesados que representen cargas. Invite a un alumno voluntario a llevar la mochila mientras el resto de los integrantes de la clase mencionan diversas pruebas e introducen los objetos en ella. Asegúrese de que la mochila no se vuelva tan pesada que el alumno que la lleve pueda dañarse. De ser posible, el alumno podría continuar llevando la mochila mientras la clase analiza las preguntas siguientes.

Considere anotar en la pizarra las respuestas de los alumnos a las preguntas siguientes.

• ¿Cuáles son algunas de las pruebas o cargas que los adolescentes podrían experimentar y que podrían ser como piedras pesadas en una mochila?

• ¿Qué preguntas podrían plantearse las personas en cuanto a las cargas que llevan?

Considere dar tiempo a los alumnos para que hagan una lista de algunas de sus pruebas personales y anoten sus ideas, preguntas y sentimientos acerca de esas pruebas en su diario de estudio. Esto puede ayudar a prepararlos mejor para tener una experiencia personalizada cuando estudien las Escrituras.

A medida que estudies hoy, busca verdades que te puedan ayudar a entender mejor por qué el Señor podría permitir que experimentes esas pruebas.

El pueblo de Limhi y el pueblo de Alma

Para ayudar a los alumnos a recordar el contexto relacionado con el pueblo de Limhi y el pueblo de Alma, podría mostrar o dibujar la imagen siguiente y señalar la ubicación de cada grupo de personas cuando las mencione.

En Mosíah 21–24 aprendemos acerca de dos grupos de personas que experimentaron grandes pruebas y aflicciones. El primer grupo vivía en la tierra de Nefi y estaba dirigido por Limhi, el hijo del rey Noé; el segundo grupo vivía en la tierra de Helam y estaba dirigido por Alma.

Invite a varios alumnos que así lo deseen a compartir lo que sepan acerca de las circunstancias que condujeron al cautiverio del pueblo de Limhi y del pueblo de Alma. Si es necesario, utilice los resúmenes siguientes.

El pueblo de Limhi

Después de rechazar las enseñanzas y las advertencias de Abinadí, los nefitas, que ahora estaban dirigidos por el rey Limhi, fueron llevados al cautiverio por los lamanitas en la tierra de Nefi y fueron obligados a pagar impuestos elevados (véase Mosíah 19:15). Tal como había profetizado el profeta Abinadí (véase Mosíah 12:5), los lamanitas obligaron al pueblo de Limhi a servirles y a llevar pesadas cargas (véase Mosíah 21:3).

El pueblo de Alma

Después de la muerte de Abinadí, Alma y sus seguidores huyeron a las aguas de Mormón, donde fueron bautizados (véanse Mosíah 17:1–4; 18:1–14). Más adelante, huyeron para protegerse y establecieron un asentamiento de personas rectas en la tierra de Helam (véanse Mosíah 18:32–34; 23:1–4, 19–20). Con el tiempo, el pueblo de Alma fue descubierto y llevado al cautiverio por los lamanitas (véase Mosíah 23:25–29, 36–37). Amulón, quien había sido uno de los sacerdotes inicuos de Noé, recibió autoridad sobre ellos y comenzó a perseguir a Alma y a su pueblo (véase Mosíah 24:8–9).

¿Por qué permite el Señor que pasemos pruebas?

Considere dividir la clase en grupos pequeños y pedir a la mitad de los grupos que estudien el pueblo de Limhi y a la otra mitad que estudien el pueblo de Alma.

Lee los siguientes pasajes de las Escrituras en busca de enseñanzas que puedan ayudarte a entender por qué permite el Señor que experimentemos pruebas y aflicciones. Si lo deseas, marca las palabras y frases que te llamen la atención.

• El pueblo de Limhi: Mosíah 21:5–16

• El pueblo de Alma: Mosíah 23:21–24; 24:8–14

Si los alumnos estudiaron estos versículos en grupos pequeños, invite a algunos alumnos voluntarios de cada grupo a resumir lo que aprendieron de los versículos que estudiaron. Las preguntas siguientes podrían ayudar a los alumnos a analizar lo que aprendieron de esos versículos.

• ¿Qué similitudes y diferencias ves entre los dos grupos de personas y lo que experimentaron?

• ¿Qué evidencias ves en estos relatos del amor y la preocupación del Señor por las personas?

  Para responder la pregunta anterior, los alumnos podrían señalar frases como “el Señor […] oyó sus clamores” (Mosíah 21:15); “empezaron a prosperar gradualmente” (Mosíah 21:16); “también aliviaré las cargas que pongan sobre vuestros hombros” o “yo, el Señor Dios, visito a mi pueblo en sus aflicciones” (Mosíah 24:14).

• ¿Qué aprendiste acerca de la razón por la que el Señor permite que las personas sufran pruebas y aflicciones?

Valore la posibilidad de invitar a los alumnos a escribir en la pizarra sus respuestas a la pregunta anterior. Los siguientes son ejemplos de verdades que es posible que los alumnos hayan encontrado.

• El Señor nos permite experimentar pruebas para ayudarnos a volvernos humildes y a confiar más en Él (véase Mosíah 21:5–14).

• Algunas pruebas y aflicciones son resultado de la desobediencia (véase Mosíah 21:15).

• Nuestras pruebas pueden darnos oportunidades de buscar y sentir el poder del Señor en nuestra vida (véanse Mosíah 21:15–16; 24:14).

• El Señor disciplina a Su pueblo y prueba su paciencia y fe (véase Mosíah 23:21).

Muchas personas creen que ser disciplinado (véase Mosíah 23:21) significa lo mismo que ser castigado. El élder Lynn G. Robbins, de los Setenta, explicó: “La palabra castigar proviene del latín castus, que significa ‘casto o puro’, y castigar significa ‘purificar’ (véase Merriam-Webster’s Collegiate Dictionary, 11.ª edición, 2003, ‘chasten [amonestar]’)” (“El Juez justo”, Liahona, noviembre de 2016, pág. 97). Medita durante un momento en cómo el Señor podría estar purificándote por medio de tus pruebas y aflicciones.

Las preguntas siguientes (u otras que se le ocurran) podrían utilizarse para ayudar a generar relevancia para los alumnos. Si lo desea, podría dar tiempo a los alumnos para que anoten sus respuestas en su diario antes de analizar las preguntas como clase. Asegúrese de dar las gracias a los alumnos por su participación.

• ¿De qué manera el comprender estas verdades podría influir en tu forma de reaccionar ante las pruebas?

• ¿Qué experiencias te han ayudado a ver los propósitos del Señor para permitir que experimentes pruebas?

  Para mostrar un ejemplo que ilustre la pregunta anterior, considere mostrar el video “La voluntad de Dios” (3:02), disponible en ChurchofJesusChrist.org.

• ¿Qué has aprendido hoy que te ayude a entender mejor las pruebas que afrontas?

Testifique de las verdades que han analizado durante el día de hoy.

Comentarios e información de contexto

¿Qué puedo hacer si considero que mis pruebas son injustas?

Mira el video “La voluntad de Dios” (3:02). Medita en cómo podrías aplicar la experiencia del élder Brown a lo que pueda estar sucediendo en tu vida.

¿Puedo progresar como resultado de cada prueba que afronto?

El élder Orson F. Whitney (1855–1931), del Cuórum de los Doce Apóstoles, enseñó:

Ningún dolor que sintamos, ninguna prueba por la que pasemos se desperdicia. Todo ello contribuye a nuestra educación, al desarrollo de cualidades como la paciencia, la fe, la entereza y la humildad. Todo lo que sufrimos y todo lo que sobrellevamos, particularmente si lo sobrellevamos con paciencia, nos ennoblece el carácter, nos purifica el corazón, nos expande el alma y nos hace más sensibles y caritativos, más dignos de ser llamados hijos de Dios […] y es por medio del pesar y el sufrimiento, de los trabajos y la tribulación, que obtenemos la educación que vinimos a adquirir aquí y que nos hará más parecidos a nuestro Padre y a nuestra Madre Celestiales (Orson F. Whitney, citado en Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia: Spencer W. Kimball, 2006, pág. 18).

¿Qué puedo hacer para convertir mis cargas en bendiciones?

Mira el video “Soportar nuestras cargas con esperanza” (8:46). Piensa en cómo las cargas que llevamos en la vida pueden ser para nuestro bien espiritual y temporal.

El presidente Henry B. Eyring, de la Primera Presidencia, compartió consejos que pueden ayudarnos cuando pasamos por pruebas:

Ustedes podrán preguntarse razonablemente por qué un amoroso y todopoderoso Dios permite que nuestra prueba terrenal sea tan difícil. Esto se debe a que Él sabe que debemos crecer en pureza y estatura espirituales para poder tener la capacidad de vivir en Su presencia, en familias, para siempre. Para hacerlo posible, el Padre Celestial nos dio un Salvador y el poder de escoger por nosotros mismos, por la fe, que guardaríamos Sus mandamientos y nos arrepentiríamos, para así venir a Él […].

Cuando se pregunten cuánto dolor podrán soportar bien, piensen en Él. Él sufrió lo que ustedes sufren para que pudiera saber cómo elevarlos a ustedes. Puede que Él no retire las cargas, pero les dará fortaleza, consuelo y esperanza. Él conoce el camino, Él bebió la amarga copa, Él padeció el sufrimiento de todos (Henry B. Eyring, “Ser probados, probarnos y ser pulidos”, Liahona, noviembre de 2020, pág. 97).

Actividades de aprendizaje complementarias

Un comienzo alternativo de la lección

En lugar de utilizar la actividad sugerida con la mochila y los objetos, pida a los alumnos que hagan una lista de algunas de las pruebas o cargas que los adolescentes podrían experimentar. Analicen qué influencia podrían tener esas pruebas en la relación de una persona con el Padre Celestial y maneras en que pueden permanecer cerca de Él durante los momentos difíciles.

Resúmenes en video

Para ayudar a los alumnos a recordar los relatos del pueblo de Limhi y de Alma, podría leer los relatos o utilizar los siguientes resúmenes en video de Historias del Libro de Mormón:

• “La huida del rey Limhi y de su pueblo”, desde 0:00 hasta 0:34

• “La huida de Alma y de su pueblo”, desde 0:00 hasta 1:13

Aprender más en las Escrituras acerca de las pruebas

Es posible que los alumnos tengan más preguntas acerca de por qué el Señor permite que Sus hijos experimenten pruebas. Podrían leer y analizar 2 Corintios 12:7–10 y Doctrina y Convenios 101:1–9; 121:1–8; 122:1–9. Invite a los alumnos a intentar comprender mejor los propósitos del Señor y las evidencias de Su amor firme.