“Alma 53: Guardar nuestros convenios”, El Libro de Mormón: Manual del maestro, 2024
“Alma 53”, El Libro de Mormón: Manual del maestro
Alma 53
Guardar nuestros convenios
Todos afrontamos pruebas en esta vida que pueden tentarnos a quebrantar nuestros convenios con Dios. El pueblo de Ammón nos dio un poderoso ejemplo de cómo se pueden guardar los convenios aunque afrontemos circunstancias difíciles. El propósito de esta lección es ayudar a aumentar tu determinación de guardar tus convenios con Dios.
Algunas posibles actividades de aprendizaje
La senda de los convenios
En tu diario de estudio, dibuja una senda como la de la imagen siguiente que simbolice nuestra vida y los convenios esenciales que debemos hacer para regresar al Padre Celestial. En lugar de dibujar las imágenes de los círculos, podrías anotar los convenios que cada imagen representa. Por ejemplo, en lugar de dibujar la cuarta imagen (desde la parte inferior), podrías escribir “investidura del templo” junto a la senda.
Haz una marca (o dibuja una figura que te represente) que indique dónde te encuentras actualmente en tu senda de los convenios personal.
El Padre Celestial y Jesucristo te aman y te ayudarán en tus esfuerzos por permanecer en la senda de los convenios, la cual conduce de regreso a Ellos. Dedica un momento a recordar los convenios que ya has hecho con Ellos y las maneras en que te estás esforzando por guardar esos convenios. (Si consideras que resultaría útil repasar los convenios que hacemos al ser bautizados y que renovamos por medio de la Santa Cena, lee Mosíah 18:8–10 y Moroni 4:3).
Durante la primera conferencia de prensa que dio cuando fue llamado a ser profeta, el presidente Russell M. Nelson enseñó lo siguiente:
Ahora bien, a cada miembro de la Iglesia le digo: Manténgase en la senda de los convenios. Su compromiso de seguir al Salvador al hacer convenios con Él y luego guardar esos convenios abrirá la puerta a toda bendición y privilegio espiritual que están al alcance de hombres, mujeres y niños en todas partes (véase Russell M. Nelson, “Al avanzar juntos”, Liahona, abril de 2018, pág. 7).
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¿Qué significa para ti “mantenerte en la senda de los convenios”?
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¿Qué bendiciones concederán el Padre Celestial y Jesucristo a quienes se mantengan en la senda de los convenios?
Si lo deseas, anota cosas como “vida eterna”, “llegar a ser semejante a Dios”, “familias eternas”, etcétera, al final de tu dibujo de la senda.
En una escala del 1 al 5 (donde 1 significa sin determinación ni resolución, y 5 significa una firme determinación o resolución), medita en tus respuestas a estas preguntas:
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¿Cuán decidido estás a guardar los convenios que ya has hecho con Dios? ¿Por qué?
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¿Cuán decidido estás a hacer los convenios con Él que todavía te esperan en el futuro? ¿Por qué?
A medida que estudies hoy, pide ayuda al Padre Celestial para que puedas comprender mejor cómo hacer y guardar convenios con Él y para que desees hacerlo.
El pueblo de Ammón
En Alma 24, un grupo de lamanitas arrepentidos, conocidos como el pueblo de Ammón, hicieron un convenio especial con Dios a fin de los protegiera y no volvieran a caer en sus pecados anteriores después de que el Salvador los había purificado.
Lee Alma 53:10–12 para repasar su convenio (o juramento).
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Según el versículo 11, ¿qué estaban dispuestos a hacer para guardar su convenio?
Más adelante, cuando un poderoso ejército lamanita atacó a los nefitas, el capitán Moroni y sus ejércitos se vieron obligados a participar en una guerra terrible. Lee Alma 53:13 y la siguiente declaración del élder Richard G. Scott (1928–2015), del Cuórum de los Doce Apóstoles, y busca la difícil decisión que enfrentó el pueblo de Ammón.
El pueblo de Ammón se encontraba en un momento crítico de su vida espiritual. Habían sido fieles a su convenio de no tomar las armas nuevamente; pero también comprendían que los padres son responsables de proporcionar protección a su familia. Esa necesidad parecía ser lo bastante importante como para tomar en consideración el quebrantar su convenio (Richard G. Scott, “La fortaleza personal mediante la expiación de Jesucristo”, Liahona, noviembre de 2013, pág. 82).
Mira tu dibujo de la senda de los convenios. Entre el lugar donde te encuentras actualmente en la senda y los futuros convenios que el Salvador te invita a hacer, haz una lista de situaciones que podrían tentar a los adolescentes a quebrantar los convenios que ya han hecho y distraerlos de hacer convenios futuros, incluidos los convenios del templo.
A medida que sigues estudiando, reflexiona sobre cómo el Salvador puede ayudarte a avanzar, independientemente del lugar donde te encuentres y los desafíos que enfrentes en la actualidad.
El consejo del profeta Helamán
Lee Alma 53:14–15; 56:7–8, y busca lo que el profeta Helamán aconsejó al pueblo de Ammón. (Alma 56 es una carta que Helamán escribió al capitán Moroni explicando la situación).
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¿Cómo resumirías lo que aprendiste sobre los convenios con Dios?
Tal vez hayas aprendido verdades como las siguientes: Si escogemos guardar nuestros convenios con el Padre Celestial y Jesucristo, Ellos nos ayudarán y nos fortalecerán. Si escogemos quebrantar nuestros convenios con Ellos, perderemos las bendiciones que se han previsto para nosotros.
El élder Scott explicó cómo Dios bendijo al pueblo de Ammón por guardar sus convenios.
Su humilde e imperecedero compromiso de abandonar sus pecados protegió más a sus familias que cualquier otra cosa que pudieran hacer en el campo de batalla. Su sumisión no los privó de las bendiciones, sino que los fortaleció y bendijo a muchas generaciones futuras (Richard G. Scott, “La fortaleza personal mediante la expiación de Jesucristo”, Liahona, noviembre de 2013, pág. 83).
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¿Cuáles son algunas maneras en que el Señor te podría fortalecer y bendecir a medida que te esfuerzas por hacer y guardar tus convenios?
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El guardar tus convenios, ¿cómo puede fortalecer tu relación con el Señor?
Dos mil jóvenes hacen un convenio
El pueblo de Ammón que había hecho el convenio obedeció el consejo de Helamán de no tomar las armas. Una manera en que el Señor los bendijo fue por medio de la decisión de sus hijos de hacer y guardar un convenio propio. En capítulos futuros aprendemos que Dios utilizó de maneras milagrosas a esos jóvenes que guardaban sus convenios para defender a sus familias y a los nefitas.
Lee Alma 53:16–22. Marca los atributos y las descripciones de esos jóvenes que los ayudaron a guardar sus convenios (podría resultarte útil saber que la palabra serios puede referirse a ser tranquilos, sobrios o reflexivos).
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¿Qué atributos viste en esos jóvenes que ayudarían a los jóvenes hoy en día a guardar sus convenios?
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¿Cómo crees que la firmeza de sus padres al guardar sus convenios pudo haber influido en esos jóvenes?
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¿A quién conoces que sea un gran ejemplo para ti de guardar los convenios?
Tu senda de los convenios
Escribe en tu diario de estudio lo que aprendiste o sentiste hoy que podría aumentar tu determinación a permanecer en la senda de regreso al Padre Celestial y a Jesucristo. Podrías incluir cualquier tentación o distracción que enfrentes en tu senda de los convenios y la manera en que tu determinación y tu confianza en el Señor pueden ayudarte a vencerlas.