Muchas personas oran todos los días y algunas oraciones pueden ser más significativas que otras. Jesucristo no solo enseñó a Sus seguidores a siempre “orar al Padre” (3 Nefi 18:19), sino que también les mostró cómo orar. Esta lección puede ayudarte a seguir las enseñanzas y el ejemplo de Jesucristo para orar siempre y hacer oraciones más significativas.
Algunas posibles actividades de aprendizaje
Los ejemplos
Piensa en un talento, una habilidad o un atributo que te gustaría desarrollar. Piensa en personas que conoces que tengan ese talento, habilidad o atributo. A partir de estas ideas, completa los siguientes espacios en blanco de diferentes maneras:
Si quisiera aprender acerca de , seguiría el ejemplo de porque .
Repite el ejercicio y completa el primer espacio en blanco del enunciado siguiente con algo que desees aprender del Salvador y responde por qué en el último espacio en blanco.
Si quisiera aprender sobre , seguiría el ejemplo de Jesucristo porque .
Durante Su ministerio en América, el Salvador enseñó al pueblo mediante la palabra y el ejemplo.
¿Qué deseaba el Salvador que el pueblo aprendiera de Su ejemplo?
Valora los aspectos siguientes en una escala del 1 al 5, donde 5 es el puntaje más alto:
Oro todos los días.
Me comunico con el Padre Celestial y me siento cerca de Él cuando oro.
Siento el deseo de mejorar mis oraciones personales.
Al continuar estudiando 3 Nefi 18, busca la inspiración del Espíritu Santo para que te ayude a saber lo que puedes hacer a fin de mejorar tus oraciones personales. Sigue las enseñanzas y el ejemplo de Jesucristo a medida que procuras mejorar.
Las enseñanzas del Salvador acerca de la oración
Lee 3 Nefi 18:15, 18–23 y busca lo que el Salvador enseñó sobre la oración. También podrías leer la instrucción que el Salvador dio respecto a la oración en Su sermón en el templo, que se encuentra en 3 Nefi 13:5–13.
¿Cuál de las enseñanzas de Jesús acerca de la oración crees que podría ayudarte más? ¿Por qué?
El ejemplo del Salvador en cuanto a la oración
Imagínate cómo sería escuchar a Jesucristo orar por ti. ¿Qué crees que Él pediría al orar por ti? Piensa en lo que podrías sentir y en cómo podría eso influir en tus propias oraciones.
¿Qué aprendiste en cuanto a lo que el Salvador siente por ti?
¿Cómo crees que seguir Su ejemplo podría marcar una diferencia en tus oraciones?
Nuestras oraciones personales
Selecciona al menos una de las enseñanzas del Salvador o algo que Él ejemplificó al orar y que tú puedas incorporar a tus oraciones personales. Crea un recordatorio y comienza hoy a actuar de acuerdo con eso. Al hacerlo, fíjate en cómo ayuda a que tus oraciones sean más significativas y en cómo influye en tu relación con el Padre Celestial.