“Conéctate”, Para la Fortaleza de la Juventud, junio de 2021, interior de la portada.
Conéctate
Ammón S.
13 años, Jamaica
Soy jugador de fútbol. En las prácticas de fútbol, mi entrenador nos hace realizar muchas pruebas y ejercicios de resistencia. Me siento bien cuando me pongo metas y las logro.
Me puse una meta espiritual de permanecer despierto cuando digo mis oraciones en la noche. Antes, solía acostarme en la cama al orar, pero ahora me siento o me arrodillo. También intento cambiar lo que digo en mi oración y no solo repetir las mismas cosas. Esta nueva meta me ha ayudado a sentirme mejor por las noches, ¡porque, de hecho, sí termino las oraciones!
En mi vecindario hay mucho ruido, así que puede ser difícil escuchar la voz del Espíritu. Algunas veces pienso que solamente puedo sentir el Espíritu Santo cuando estoy en el púlpito dando un discurso, cuando reparto la Santa Cena o cuando oro por las noches. Sin embargo, mis padres nos dan un buen ejemplo en nuestra casa al llevar a cabo el estudio de las Escrituras en familia a menudo y al poner láminas de Jesucristo y del Libro de Mormón en la cocina. Cada vez que veo esas láminas, me acuerdo de la oración y del estudio de las Escrituras, y esas cosas también me ayudan a sentir al Espíritu Santo.