“Una parada divertida”, Para la Fortaleza de la Juventud, junio de 2021, págs. 28–29.
Una parada divertida
Búsqueda de símbolos
Enviado por John P., 13 años, Utah, EE. UU.
¡Es la hora del acertijo! El objetivo de este juego es llenar cada casilla con un solo símbolo. Selecciona un símbolo de los que se encuentran en la columna y fila exteriores correspondientes. Utiliza esos símbolos para rellenar los recuadros interiores.
Reglas:
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Rellena cada casilla con un símbolo.
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Cada casilla puede tener un símbolo que solamente provenga de la columna o la fila que se cruzan en ella.
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Si hay más de un símbolo que parece posible en una casilla, usa el que todavía no se haya usado en esa fila o columna.
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Un símbolo puede repetirse en una fila o columna.
Por ejemplo, la casilla en la que se cruzan la fila H y la columna C debe tener un símbolo de los recuadros situados fuera de la fila H y la columna C. Nota: Como solo tienen un símbolo en común, ese tiene que ir en esa casilla.
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¡Cuidado con las casillas conectadas por flechas en diagonal! Los símbolos de esas casillas deben coincidir también con los de la esquina exterior.
Una historia de ficción sobre una semilla enigmática
Una vez hubo un obispo que se reunió con tres hombres: el hermano A, el hermano B y el hermano C. Varios meses antes, él había dado una semilla a cada uno. Les había pedido que la plantaran y que la cuidaran para ver quién podía cultivar la mejor planta. El ganador recibiría un premio. Hoy era el día para ver sus plantas.
El hermano A y el hermano B le mostraron sus plantas prósperas y florecientes. El hermano C le mostró una maceta llena de tierra y nada más, y dijo que no había podido hacer que creciera. El obispo dijo a los hermanos A y B que estaba decepcionado de ellos. Le dijo al hermano C que había ganado y que recibiría una asignación importante. ¿Por qué el obispo reaccionó de esa manera?
Historietas
Respuestas
Búsqueda de símbolos: (Ver imagen).
Una historia de ficción sobre una semilla enigmática: Él les había dado semillas que se habían horneado para que estuvieran muertas y no crecieran. Era una prueba sobre la honestidad de ellos.