“Las palabras del profeta son verdaderas”, Para la Fortaleza de la Juventud, junio de 2021, págs. 24–25.
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Las palabras del profeta son verdaderas
Para el otoño de 1831, el profeta José Smith había recibido más de sesenta revelaciones, pero solo algunas de ellas estaban disponibles para leerse. La mayoría de las personas no tenía acceso a ellas.
José sabía que las revelaciones fortalecerían a los miembros y ayudarían a los misioneros a predicar el Evangelio.
En un consejo de élderes, se analizó la posibilidad de imprimir las revelaciones de José para que estuvieran ampliamente disponibles.
Hermanos, debemos publicar las revelaciones para que nuestro pueblo pueda tener las palabras del Señor.
Los élderes dedicaron horas a considerarlo y finalmente decidieron publicar 10 000 ejemplares.
Se invitó a tres hombres a redactar un prefacio a las revelaciones…
¿Testificarán?
Algunos se avergonzaban de que las revelaciones parecían tener un vocabulario limitado y una gramática deficiente.
Bueno…
Yo quiero, José, pero…
José recibió otra revelación.
Escojan al más sabio de entre ustedes para que escriba una revelación. Si es tan buena como las que escribió José, entonces pueden decir que las de él no son verdaderas. Mas si no pueden, estarán bajo condenación si no testifican que son verdaderas.
William E. McLellin trató de escribir una.
Todos reconocieron que lo que William había escrito no provenía del Señor.
Varios de los hombres firmaron un testimonio de que las revelaciones habían sido dadas al Profeta por la inspiración de Dios.