“3 Nefi 24: La ley del diezmo del Señor”, El Libro de Mormón: Manual del maestro, 2024
“3 Nefi 24”, El Libro de Mormón: Manual del maestro
3 Nefi 24
La ley del diezmo del Señor
¿Qué nos ha prometido el Señor si pagamos el diezmo? El Salvador utilizó las palabras de Malaquías para enseñar a los nefitas acerca de la ley del diezmo y las bendiciones de vivir este mandamiento. El objetivo de esta lección es ayudarte a sentir el deseo de pagar el diezmo.
Enseñar las Escrituras con convicción y propósito. Algunas verdades del Evangelio podrían parecer difíciles de comprender y poner en práctica en la vida de los alumnos. Ayude a los alumnos a ver la relevancia de estas enseñanzas. Comparta su testimonio de la veracidad de estos principios y de las bendiciones que el Señor confiere a quienes actúan con fe.
Preparación del alumno: Invite a los alumnos a leer 3 Nefi 24:8–10 y a pensar en experiencias que ellos u otras personas hayan tenido con la ley del diezmo del Señor.
Algunas posibles actividades de aprendizaje
Tus experiencias
El objetivo de las situaciones hipotéticas siguientes es ayudar a los alumnos a pensar en sus experiencias con la ley del diezmo del Señor. Siéntase libre de adaptarlas si cree que otras situaciones serían más relevantes para sus alumnos.
Como alternativa, podría mostrar una papeleta de diezmos o algunas monedas y preguntar a los alumnos qué entienden acerca del diezmo, las experiencias que hayan tenido con el diezmo y las preguntas que tengan al respecto.
Lee las siguientes situaciones hipotéticas y busca las que te parezcan más relevantes para ti o para los jóvenes de tu zona:
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Carlos está ahorrando dinero para comprar un teléfono. No piensa en pagar el diezmo.
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Sita siempre pagó el diezmo cuando era más joven, pero ahora que tiene trabajo y gana más dinero, le cuesta más pagarlo.
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Oneka da todo el dinero que gana para ayudar a su familia y se pregunta si debe pagar el diezmo cuando su familia necesita el dinero.
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Anjum no gana dinero, así que se pregunta si la ley del diezmo es pertinente para él y, si es así, de qué manera.
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¿Qué situaciones consideras más relevantes? ¿Por qué?
Podría anotar en la pizarra las respuestas de los alumnos a la pregunta siguiente.
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¿Qué preguntas o inquietudes podrían tener los jóvenes en cuanto al diezmo?
Los alumnos podrían reflexionar sobre las preguntas siguientes o responderlas en su diario de estudio. Debido a la naturaleza personal de estas preguntas, no pida a los alumnos que compartan sus respuestas.
Piensa en lo que entiendes acerca del diezmo y en tus experiencias al respecto. ¿Pagas el diezmo o estás dispuesto a pagarlo? ¿Por qué sí o por qué no? ¿Qué has aprendido de tus experiencias con el diezmo? A medida que estudies esta lección, busca la guía del Espíritu Santo para que te ayude a obedecer esta ley.
La ley del diezmo del Señor
Mientras enseñaba a los nefitas, Jesús les mandó escribir las palabras que Malaquías había registrado unos cuatrocientos años antes. Malaquías profetizó sobre la segunda venida de Jesucristo y la función que desempeña el Salvador para juzgar a los inicuos (véase 3 Nefi 24:1–6).
Lee 3 Nefi 24:7 para conocer el problema que afrontaban las personas en la época de Malaquías.
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¿De qué manera podrían haber sido los nefitas similares al pueblo de la época de Malaquías?
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¿Qué prometió el Señor al pueblo si se volvía a Él?
A fin de alentar al pueblo a volverse al Señor y prepararse para Su venida, el Señor, por medio de Malaquías, enseñó acerca del diezmo.
Lee 3 Nefi 24:8–12 y, si lo deseas, marca lo que el Señor enseñó acerca de la ley del diezmo. Fíjate en que el “devorador” (versículo 11) podría referirse tanto a plagas, sequías o inundaciones como a Satanás.
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¿Qué te llama la atención de estos versículos?
Agradezca a los alumnos su participación. Podría pedirles que expliquen por qué les llamaron la atención las cosas que comparten.
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¿De qué manera el negarse a pagar el diezmo podría ser como robarle a Dios?
Valore la posibilidad de mostrar el siguiente enunciado incompleto.
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¿Cómo podrías terminar el enunciado siguiente? “Si obedecemos la ley del diezmo del Señor…”.
Puede que hayas terminado el enunciado así: Si obedecemos la ley del diezmo del Señor, Él derramará bendiciones sobre nosotros.
En la época de Malaquías y en la de los nefitas, es probable que los santos pagaran el diezmo dando una décima parte de sus alimentos o bienes. En la actualidad, “los miembros de la Iglesia dan una décima parte de sus ingresos al Señor a través de Su Iglesia. Estos fondos se emplean para edificar la Iglesia y promover la obra del Señor por todo el mundo” (Temas del Evangelio, “Diezmo”, topics.ChurchofJesusChrist.org). Si alguien no tiene ingresos, no se le requiere pagar el diezmo; sin embargo, debería estar dispuesto a pagarlo en el futuro.
El Señor utilizó frases impactantes y vívidas al hablar del diezmo: “… probadme […], si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros una bendición tal que no haya donde contenerla” (3 Nefi 24:10).
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¿En qué crees que el Señor estaba haciendo hincapié al utilizar estas palabras y frases? ¿Qué aprendes sobre Él?
Podría dibujar una ventana grande en la pizarra e invitar a los alumnos a escribir en ella las bendiciones que recibimos al obedecer la ley del diezmo. Los alumnos podrían copiar la ventana y las bendiciones mencionadas en su diario personal. La actividad siguiente podría ayudar a los alumnos a pensar o a encontrar ideas:
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Lee los párrafos que se encuentran bajo el encabezado “Lección N.º 1 — Bendiciones significativas pero sutiles”, del discurso del élder David A. Bednar titulado “Las ventanas de los cielos” (Liahona, noviembre de 2013, págs. 17–20).
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Piensa en tus experiencias al pagar el diezmo y en las experiencias de personas que conoces.
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Envía un mensaje de texto a tu padre o tu madre, o a un líder de la Iglesia, y pregúntale qué bendiciones ha recibido por pagar el diezmo.
Si los alumnos necesitan ayuda para reconocer las bendiciones, las secciones “Comentarios e información de contexto” o “Actividades de aprendizaje complementarias” de esta lección podrían resultar útiles.
Invite a varios alumnos a rodear con un círculo en la pizarra una bendición que sea significativa para ellos o que desearían tener en su vida, y pídales que expliquen por qué.
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¿Cómo influyen estas bendiciones en tu deseo de pagar el diezmo?
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¿Por qué crees que el Señor manda a Su pueblo que pague el diezmo?
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¿De qué manera el obedecer la ley del diezmo nos ayuda a volver al Señor (véase 3 Nefi 24:7) o a acercarnos más a Él?
Aplicación personal
Piensa en lo que has aprendido y sentido hoy mientras lees la declaración siguiente del élder David A. Bednar, del Cuórum de los Doce Apóstoles:
El pago íntegro del diezmo es mucho más que un deber; es un paso importante en el proceso de santificación personal. A quienes pagan el diezmo, los felicito.
A aquellos que actualmente no obedecen la ley del diezmo, los invito a meditar sobre sus caminos y a arrepentirse. Les testifico que al obedecer esta ley del Señor, se abrirán las ventanas de los cielos para ustedes (David A. Bednar, “Las ventanas de los cielos”, Liahona, noviembre de 2013, pág. 20).
Recuerde a los alumnos el comienzo de la lección y las preguntas que los jóvenes podrían tener sobre el diezmo. Pregunte a los alumnos si algo de lo que estudiaron les sirve de ayuda con las preguntas que mencionaron. O bien, podría invitar a los alumnos a anotar lo que sienten en cuanto al diezmo.
Escribe en tu diario de estudio cómo te sientes en cuanto al diezmo y por qué. Si crees que pagar el diezmo es o será una dificultad para ti, incluye lo que puedes hacer para invitar al Señor a contestar tus preguntas y tratar tus inquietudes.