“Mormón 3–6: La caída de la nación nefita”, El Libro de Mormón: Manual del maestro, 2024
“Mormón 3–6”, El Libro de Mormón: Manual del maestro
Mormón 3–6
La caída de la nación nefita
¿Te has preocupado alguna vez por alguien a quien quieres? Refiriéndose a las personas de su entorno, Mormón dijo: “Yo los había dirigido […] y los había amado […] con todo mi corazón” (Mormón 3:12). Sin embargo, Mormón se preocupó y se lamentó por su pueblo, que se encaminaba hacia la destrucción porque se negaba a volverse a Dios en busca de ayuda. Esta lección puede ayudarte a sentir la importancia de volverte al Padre Celestial y al Salvador en tu vida.
Algunas posibles actividades de aprendizaje
¿Qué harías?
El élder Spencer J. Condie, de los Setenta, contó la historia de un hombre llamado Murray Ling, que conducía por un puente de noche cuando de repente vio desaparecer el automóvil que les precedía. Una gran sección del puente que tenían delante se había derrumbado. Murray pisó el freno y detuvo su automóvil justo a tiempo.
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Si estuvieras en la situación de Murray, ¿cuáles serían algunas de las primeras cosas que harías luego de detener el automóvil?
Lee el relato siguiente de lo que Murray decidió hacer. Si lo deseas, puedes mirar el video “Los profetas nos avisan”, que se encuentra en LaIglesiadeJesucristo.org, desde 0:00 hasta 0:58.
Murray […] empezó a hacer señales con el fin de advertir al tráfico que se acercaba en cuanto al desastre. Mientras agitaba frenéticamente los brazos, horrorizado vio un automóvil que viró bruscamente y se precipitó al abismo” (Stephen Johnson, “Over the Edge!”, Reader’s Digest, noviembre de 1977, pág. 128). Un segundo automóvil apenas pudo detenerse a tiempo, mientras que un tercero no se detuvo y chocó con el auto de la familia Ling en el borde del puente.
De pronto, un autobús lleno de personas se dirigió hacia él sin hacer caso de sus señales de advertencia (véase Spencer J. Condie, “Un gran cambio en el corazón”, Liahona, enero de 1994, pág. 19).
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Si estuvieras en la situación de Murray, ¿cómo te sentirías si la gente te ignorara? ¿Te darías por vencido tratando de salvarlos? ¿Por qué sí o por qué no?
Al igual que Murray Ling, Mormón vio que su pueblo se dirigía a la destrucción. Como líder de los ejércitos nefitas, y como profeta de Dios, Mormón hizo todo lo que pudo para advertirles, protegerlos y enseñarles acerca de su Salvador. Lamentablemente, la mayoría de su pueblo ignoró o rechazó los esfuerzos de Mormón.
Peligro inminente para el pueblo de Mormón
En Su presciencia, Dios había estado advirtiendo a los nefitas durante cientos de años sobre lo que sucedería si continuaban rebelándose contra Él.
Para ver un ejemplo, lee Helamán 13:8–10 y busca una profecía que Dios anunció por medio de Samuel, el lamanita, más de trescientos años antes del nacimiento de Mormón. A medida que leas, fíjate en cuándo se cumpliría la profecía (en 1 Nefi 12:6, 11–19 y 3 Nefi 27:30–32 se pueden ver más ejemplos de la presciencia y las advertencias de Dios que se cumplirían en la época de Mormón).
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¿Por qué crees que Dios dio a conocer esto con tanta antelación?
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Moroni 9:3–5, 18–22 (Moroni compartió una carta escrita por su padre, Mormón).
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¿Qué semejanzas ves entre los esfuerzos y los deseos de Mormón y los del Salvador?
Invocar a Dios
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“Muchos adolescentes de la actualidad tienen dificultades con ”.
Mormón mencionó una de las razones por las que los nefitas estaban teniendo tantos problemas con sus aflicciones. Lee Mormón 5:2 para saber lo que los nefitas NO hicieron mientras afrontaban sus aflicciones.
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¿Cómo podría aplicarse a muchas personas en la actualidad lo que Mormón compartió en el versículo 2?
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“Muchos adolescentes de la actualidad tienen dificultades con y no invocan a Dios para que los ayude”.
La destrucción de los nefitas
Después de amar, enseñar y dirigir a los ejércitos nefitas durante décadas, Mormón fue gravemente herido en la batalla final contra los lamanitas. Desde lo alto de un cerro, observó lo que quedaba de la nación nefita. Solo veinticuatro soldados nefitas sobrevivieron a la matanza, entre ellos Mormón y su hijo Moroni (véase Mormón 6:9–15).
En Mormón 6, Mormón registra la “última lucha de [su] pueblo” (Mormón 6:6). Lee Mormón 6:7, 10–15 para saber lo que les sucedió a los nefitas en esa última batalla.
Imagina que estuvieras en la situación de Mormón, llorando la pérdida de tus seres queridos, pero sabiendo que aún puedes dejar un breve mensaje para las generaciones futuras. ¿Qué querrías que supieran las personas en los últimos días?
Lee Mormón 5:10–11, 16–18; 6:16–20 para ver algunos de los mensajes que Mormón se sintió inspirado a grabar para nosotros. Si lo deseas, marca las frases que creas que las personas de nuestra época más necesitan escuchar.
Una de las verdades que Mormón enseñó es la siguiente: Jesucristo espera con los brazos abiertos para recibir a aquellos que deciden arrepentirse y venir a Él (véase Mormón 6:17).
Considera la posibilidad de cerrar los ojos por un momento e imaginar a Jesús esperando, mirándote, con los brazos abiertos. Anota en tu diario los pensamientos, sentimientos e impresiones sobre lo que significa en tu vida que Jesús esté con los brazos abiertos para recibirte.
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¿Cuál de las enseñanzas de Mormón necesitas más en tu vida? ¿Por qué?
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¿Qué quería Mormón que entendieras acerca del Padre Celestial y de Jesucristo?
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¿En qué forma crees que sería diferente nuestro mundo si más personas creyeran lo que Mormón escribió?