“3 – 9 marzo, ‘Aprende de mí’, Doctrina y Convenios 19”, Ven, sígueme — Para el hogar y la Iglesia: Doctrina y Convenios 2025, (2025)
“Doctrina y Convenios 19”, Ven, sígueme — Para el hogar y la Iglesia: 2025
3 – 9 marzo: “Aprende de mí”
Doctrina y Convenios 19
Martin y Lucy Harris tardaron años en adquirir una de las mejores granjas de Palmyra, Nueva York, pero en 1829 quedó claro que el Libro de Mormón solo se podría publicar si Martin hipotecaba su granja para pagar al impresor. Martin tenía un testimonio del Libro de Mormón, pero Lucy no. Si Martin proseguía con la hipoteca y el Libro de Mormón no se vendía bien, perdería su granja, pondría en riesgo su matrimonio y dañaría su reputación en la comunidad. Aunque nuestras circunstancias son diferentes a las de Martin, en algún momento u otro, todos hacemos frente a preguntas difíciles como las que él afrontó: ¿Cuánto vale el Evangelio de Jesucristo para mí? ¿Qué estoy dispuesto a sacrificar para ayudar a edificar el Reino de Dios? Martin Harris finalmente decidió hipotecar su granja para poder imprimir los primeros 5000 ejemplares del Libro de Mormón. Sin embargo, incluso ese sacrificio —y cualquier sacrificio que podamos hacer— es pequeño en comparación con el sacrificio de Jesucristo, “el mayor de todos” (Doctrina y Convenios 19:18), quien sangró por cada poro para salvar a los arrepentidos.
Si deseas más información en cuanto a la publicación del Libro de Mormón, véase Santos, tomo I, págs. 76–84.
Ideas para aprender en el hogar y en la Iglesia
“Yo, Dios, soy sin fin”.
José Smith explicó que la revelación de la sección 19 es “un mandamiento […] a Martin Harris, dado por Aquel que es Eterno” (encabezado de la sección). Busca en los versículos 1–12 las veces donde el Señor enfatice Su naturaleza eterna. ¿Por qué crees que era importante para Martin Harris saber eso acerca del Señor? ¿Por qué es importante para ti saberlo?
¿Por qué piensas que a Jesucristo se le llama “el principio y el fin”? (Versículo 1).
Jesucristo padeció para que yo pueda arrepentirme y venir a Él.
El Nuevo Testamento describe el padecimiento del Salvador en Getsemaní desde la perspectiva de las personas que lo observaron. En Doctrina y Convenios 19:15–20, Jesucristo habló de Su padecimiento desde Su propia perspectiva. Al leer ese sagrado relato personal, busca cómo el Salvador describió Su padecimiento. Considera lo que te enseña cada palabra o frase. ¿Por qué estuvo dispuesto a sufrir el Salvador? Puedes descubrir más en Juan 15:13; Mosíah 3:7; Alma 7:11–12; Doctrina y Convenios 18:10–13.
Los sentimientos que tengas al estudiar el sufrimiento del Salvador podrían generar preguntas como estas: ¿Por qué el Salvador tuvo que sufrir por mis pecados? ¿Por qué necesito arrepentirme para recibir las bendiciones de Su sacrificio? En el mensaje del élder Ulisses Soares titulado “Jesucristo: El Cuidador de nuestra alma” (Liahona, mayo de 2021, págs. 82–84), podrías encontrar reflexiones sobre esas y otras preguntas. Mientras estudias, ¿qué impresiones te vienen a la mente? Considera anotar tus sentimientos en cuanto a Jesucristo y el sacrificio que Él realizó por ti.
Como parte de tu estudio y adoración, podrías buscar un himno que puedas escuchar o cantar y que exprese tu gratitud al Salvador por lo que Él sufrió por ti. “Asombro me da” (Himnos, nro. 118) es un buen ejemplo.
¿Qué crees que el Padre Celestial y Jesucristo querrían que hicieras como resultado de lo que has sentido y estudiado?
Véanse también “Jesucristo te ayudará”, Para la Fortaleza de la Juventud: Una guía para tomar decisiones, 2022, págs. 6–9; Temas y preguntas, “Expiación de Jesucristo”, “Arrepentimiento”, Biblioteca del Evangelio; D. Todd Christofferson, “El divino don del arrepentimiento”, Liahona, noviembre de 2011, págs. 38–41; “El Salvador sufre en Getsemaní”, video, Biblioteca del Evangelio.
La paz proviene de aprender de Jesucristo y de seguirle.
Considera la invitación del Señor: “Aprende de mí”. ¿Qué aprendes sobre Jesucristo en Doctrina y Convenios 19? Anota lo que piensas y medita cómo esas verdades sobre el Salvador te ayudan a hallar paz. ¿Qué significa para ti “camina[r] en la mansedumbre de [Su] Espíritu”?
Véanse también Henry B. Eyring, “Hallar paz personal”, Liahona, mayo de 2023, págs. 29–31; “Peace in Christ” [Paz en Jesucristo], video, Biblioteca del Evangelio.
Las bendiciones de Dios son más grandes que los tesoros de la tierra.
El Libro de Mormón no se vendió muy bien en Palmyra. Como resultado, Martin Harris tuvo que vender una parte considerable de su granja para pagar la deuda al impresor (véase “La contribución de Martin Harris”, Revelaciones en contexto, págs. 8–9). Medita sobre el sacrificio de Martin —y las bendiciones que has recibido gracias a él— mientras lees Doctrina y Convenios 19:26–41. También podrías pensar en lo que el Señor te ha pedido que sacrifiques. ¿Qué encuentras en esos versículos que te inspire a hacer esos sacrificios con “regocijo” y “alegría”? (Véanse también los versículos 15–20).
Ideas para enseñar a los niños
Jesucristo sufrió por mí.
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Puedes ayudar a tus hijos a sentir reverencia y gratitud por el Salvador leyendo juntos Doctrina y Convenios 19:16–19 o “Capítulo 51: Jesús padece en el jardín de Getsemaní”, en Relatos del Nuevo Testamento, págs. 129–132, o el video correspondiente en la Biblioteca del Evangelio. Considera hacer una pausa para asegurarte de que tus hijos entienden y dejar que expresen sus sentimientos. Por ejemplo, en el versículo 16, ¿cuáles son “estas cosas” que Jesús sufrió por nosotros? (Véanse Mosíah 3:7; Alma 7:11–12). ¿Qué aprendemos de la descripción que Él da sobre Su sufrimiento? ¿Cómo podemos mostrar gratitud por el sacrificio que Él hizo por nosotros?
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Tú y tus hijos podrían buscar en Himnos o en Canciones para los niños canciones que los ayuden a expresar sus sentimientos hacia Jesucristo (véanse los índices de temas en esos himnarios).
Doctrina y Convenios 19:18–19, 24
Jesucristo obedeció al Padre Celestial, aun cuando fue difícil.
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Sufrir por nuestros pecados fue muy difícil, pero Jesucristo estuvo dispuesto a hacerlo para obedecer a Su Padre y mostrar Su amor por Él y por nosotros. Podrían mirar juntos una ilustración de Jesucristo sufriendo en Getsemaní (como las de esta reseña) y podrías pedir a tus hijos que te digan lo que saben sobre lo que sucede en la imagen. Podrían leer juntos Doctrina y Convenios 19:18–19, 24 para recalcar que sufrir por nuestros pecados fue lo más difícil que alguien haya hecho jamás, pero, como Jesús amaba a Su Padre y nos amaba a nosotros, obedeció la voluntad de Dios (véase también Mosíah 3:7). ¿Qué cosas difíciles nos pide Dios que hagamos? ¿Cómo podemos encontrar el valor para obedecerle?
“Aprende de mí y escucha mis palabras”.
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Podrías ayudar a tus hijos a pensar en movimientos sencillos que vayan con frases de Doctrina y Convenios 19:23. Lee el versículo varias veces mientras ellos hacen los movimientos. ¿De qué maneras podemos aprender de Cristo y escuchar Sus palabras?
Las bendiciones de Dios son más grandes que los tesoros de la tierra.
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Tú y tus hijos podrían turnarse para sostener un ejemplar del Libro de Mormón y expresar lo que les encanta de él. Habla brevemente sobre el sacrificio que hizo Martin Harris para que el Libro de Mormón pudiera imprimirse (véase Relatos de Doctrina y Convenios, pág. 33). ¿Qué le dijo el Señor a Martin en Doctrina y Convenios 19:38 que puede haberlo ayudado a ser fiel y obediente? Ayuda a tus hijos a pensar en algo que puedan sacrificar para obedecer a Dios y ayudar en Su obra.