Nuevo Testamento 2023
2 – 8 enero. Mateo 1; Lucas 1: “Hágase conmigo conforme a tu palabra”


“2 – 8 enero. Mateo 1; Lucas 1: ‘Hágase conmigo conforme a tu palabra’”, Ven, sígueme — Para la Primaria: Nuevo Testamento 2023 (2022)

“2 – 8 enero. Mateo 1; Lucas 1”, Ven, sígueme — Para la Primaria: 2023

María y Elisabet

2 – 8 enero

Mateo 1; Lucas 1

“Hágase conmigo conforme a tu palabra”

Para comenzar, lea Mateo 1 y Lucas 1. Ven, sígueme — Para uso individual y familiar puede ayudarle a entender esos capítulos y esta reseña puede darle ideas para la enseñanza. Si necesita ayuda adicional para enseñar a niños pequeños, consulte “Atender las necesidades de los niños pequeños” al principio de este recurso.

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Invitar a compartir

Invite a los niños a sentarse formando un círculo y luego pida a uno de ellos que comparta algo que haya aprendido de las Escrituras recientemente. Ese niño podría hacer rodar una pelota hacia otro niño del círculo o señalarlo con el dedo para que este tome su turno para compartir.

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Enseñar la doctrina: Niños pequeños

Mateo 1:18–25; Lucas 1:26–38

Ángeles anunciaron el nacimiento de Jesús

Tanto María como José recibieron la visita de un ángel, el cual les anunció el nacimiento de Jesucristo. Esas experiencias pueden ayudar a los niños a ver cuán importante fue el nacimiento de Cristo.

Posibles actividades

  • Invite a los padres de uno de los niños a ir a la clase vestidos como María y José. Pídales que relaten las experiencias que están registradas en Mateo 1:18–25 y Lucas 1:26–38.

  • Cuente los relatos de la aparición de ángeles a María y a José, tal como se registra en esos versículos (véanse también “Capítulo 2: María y el ángel” y “Capítulo 4: José y el ángel”, en Relatos del Nuevo Testamento, págs. 8–9, 12, o los videos correspondientes en LaIglesiadeJesucristo.org). Podría mostrar la lámina de la reseña de esta semana de Ven, sígueme — Para uso individual y familiar. Invite a los niños a que le repitan los relatos.

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  • Invite a los niños a hacer dibujos de los relatos que se encuentran en Mateo 1:18–25 y Lucas 1:26–38.

Gabriel se aparece a María

La Anunciación, por John Scott

Lucas 1:5–25, 57–63

El Padre Celestial contesta mis oraciones

Es probable que Zacarías y Elisabet hayan pedido un hijo en oración por muchos años. Con el tiempo el Padre Celestial contestó sus oraciones y les envió un hijo, Juan el Bautista. ¿De qué manera puede utilizar este relato para enseñar a los niños que el Padre Celestial contesta las oraciones?

Posibles actividades

  • Comparta el relato de Lucas 1:5–25, 57–63 con sus propias palabras. Quizás desee repetir el relato unas cuantas veces. Asigne a algunos niños a hacer el papel de Zacarías, de Elisabet y del ángel, y a hacer una dramatización del relato. Haga hincapié en las palabras del ángel a Zacarías: “… [T]u oración ha sido oída” (Lucas 1:13). Relate una experiencia en la que el Padre Celestial haya contestado su oración.

  • Utilice “Con reverencia” (Canciones para los niños, pág. 10) u otra canción para enseñar a los niños la forma de orar. Cada vez que los niños canten las palabras “orar” u “oración”, invítelos a inclinar la cabeza y a cruzar los brazos.

  • Pida a cada niño que haga una acción que represente algo que ellos pueden pedir en oración. Permita que los otros niños adivinen qué representan las acciones. Pueden encontrar ideas en la hoja de actividades de esta semana.

Lucas 1:30–35

Jesucristo es el Hijo de Dios

Jesucristo es el Hijo del Padre Celestial y de María. ¿Qué puede hacer para ayudar a los niños a aprender más acerca de Él?

Posibles actividades

  • Diga a los niños que el ángel le dijo a María que su bebé sería llamado el Hijo de Dios (véase Lucas 1:35). Ayude a los niños a repetir la frase “Jesucristo es el Hijo de Dios”. Ayúdelos a entender quiénes fueron los padres de Jesús; para ello, invítelos a dibujar a sus propios padres. Conforme lo hagan, dígales que Jesús también tuvo padres: María y el Padre Celestial. Además, a José se le pidió que protegiera y cuidara a Jesús mientras viviera sobre la tierra.

  • Comparta su testimonio de que gracias a que Jesús era el Hijo de Dios, Él podía morir por nuestros pecados y volver a vivir. Muestre láminas de la crucifixión y de la resurrección de Jesús (véase Libro de obras de arte del Evangelio, nros. 57, 59).

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Enseñar la doctrina: Niños mayores

Mateo 1:18–25; Lucas 1:5–37

Con Dios, nada es imposible

Los nacimientos de Jesús y de Juan el Bautista fueron posibles solo mediante el poder de Dios. El aprender sobre esos milagros puede fortalecer la fe de los niños de que Dios tiene el poder de obrar milagros en su vida.

Posibles actividades

  • Conforme usted y los niños repasen Mateo 1:18–25 y Lucas 1:5–37, hágales preguntas tales como “¿Qué dirían ustedes si fueran María?” o “¿Cómo se sentirían si fueran Zacarías?”.

  • Cuente los relatos que se describen en Mateo 1:18–25 y Lucas 1:5–37 con términos sencillos. Pida a los niños que levanten la mano cuando escuchen algo que pudiera parecer imposible sin el poder de Dios. ¿Qué otros relatos pueden compartir los niños en los que Dios haya hecho algo que parecía imposible?

  • Ayude a los niños a memorizar Lucas 1:37. Para ello, podría anotar el versículo en la pizarra e invitar a los niños a recitarlo varias veces. Cada vez que lo repitan, borre una palabra.

Mateo 1:21–25; Lucas 1:30–35, 46–47

Jesucristo es el Hijo de Dios

Jesucristo es el Hijo del Padre Celestial y de María. ¿Cómo puede ayudar a los niños a aprender esa verdad?

Posibles actividades

  • Pida a los niños que lean Lucas 1:30–35 y que busquen respuestas a estas preguntas: “¿Quién es la madre de Jesús?” y “¿Quién es el Padre de Jesús?”. Ayúdeles a entender que Jesucristo es la única persona que tuvo una madre mortal, María, y un Padre inmortal, el Padre Celestial (véase también 1 Nefi 11:18–21).

  • A medida que lea esos versículos, invite a los niños a buscar nombres o títulos de Jesucristo. ¿Qué significan esos nombres y qué nos enseñan sobre Jesús?

  • Exprese su testimonio de Jesucristo e invite a los niños a que también compartan el suyo.

Lucas 1:5–25, 57–66

El Padre Celestial escucha y contesta mis oraciones

Dios contesta las oraciones, aunque no siempre de la manera que nosotros esperamos. ¿Cómo puede utilizar el relato de Zacarías y Elisabet para enseñar a los niños esa verdad?

Posibles actividades

  • Pregunte a los niños qué le dirían a alguien que haya pedido una bendición en oración pero que todavía no la haya recibido. Invítelos a pensar en esa pregunta a medida que lean juntos Lucas 1:5–25, 57–66 (véanse también “Capítulo 1: Elisabet y Zacarías” y “Capítulo 3: Nace Juan el Bautista”, en Relatos del Nuevo Testamento, págs. 6–7, 10–11, o los videos correspondientes en LaIglesiadeJesucristo.org). ¿Qué le dirían Zacarías y Elisabet a alguien que sienta que su oración no ha sido contestada?

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  • Con anticipación, invite a varios niños a narrar experiencias en las que el Padre Celestial haya contestado sus oraciones. Relate una ocasión en la que haya sentido que sus oraciones fueron contestadas de una manera inesperada.

  • Invite a los niños a hacer un dibujo de alguna ocasión en la que el Padre Celestial contestó una oración, en especial una de ellos. Permítales que compartan sus dibujos con la clase.

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Alentar el aprendizaje en el hogar

Invite a los niños a compartir con su familia los dibujos que hayan hecho durante la clase. Ínstelos a preguntar a los miembros de su familia sobre ocasiones en las que Dios haya contestado sus oraciones.

Cómo mejorar nuestra enseñanza

Ayude a los niños pequeños a aprender de las Escrituras. A fin de ayudar a los niños pequeños a aprender de las Escrituras, concéntrese en un solo versículo o incluso en una frase clave. Podría invitar a los niños a ponerse de pie o a levantar la mano cuando escuchen esa palabra o frase (véase Enseñar a la manera del Salvador, pág. 21).