Doctrina y Convenios 2021
6 – 12 septiembre. Doctrina y Convenios 98–101: “Quedaos tranquilos y sabed que yo soy Dios”


“6 – 12 septiembre. Doctrina y Convenios 98–101: ‘Quedaos tranquilos y sabed que yo soy Dios’”, Ven, sígueme — Para la Escuela Dominical Doctrina y Convenios 2021 (2020)

“6 – 12 septiembre. Doctrina y Convenios 98–101”, Ven, sígueme — Para la Escuela Dominical 2021

Los santos huyen del populacho

C. C. A. Christensen (1831–1912), Se expulsa a los santos del condado de Jackson, Misuri, alrededor de 1878, témpera sobre muselina, 196 × 287 cm. Museo de Arte de la Universidad Brigham Young, donación de los nietos de C. C. A. Christensen, 1970.

6 – 12 septiembre

Doctrina y Convenios 98–101

“Quedaos tranquilos y sabed que yo soy Dios”

¿Qué tipo de desafíos o pruebas atraviesan los miembros de la clase? ¿Qué palabras de consejo y consuelo de Doctrina y Convenios 98–101 podrían ayudarles?

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Si lo desea, invite a los miembros de la clase a mencionar algo que hayan aprendido de Doctrina y Convenios 98–101 que los haya ayudado con alguna prueba o dificultad que hayan afrontado.

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Enseñar la doctrina

Doctrina y Convenios 98:1–3, 11–16, 23–30, 37; 101:2–5, 9–16

Nuestras pruebas pueden “obra[r] juntamente para [nuestro] bien”.

  • La persecución u oposición que afrontamos hoy en día puede ser diferente de la que los santos afrontaban en Misuri en 1833, pero el consejo del Señor que está en Doctrina y Convenios 98 aún vale. A fin de ayudar a los miembros de la clase a aprender de dicho consejo, podría escribir en la pizarra preguntas como las siguientes: ¿Cómo desea el Señor que Sus santos vean la oposición? ¿Cómo quiere el Señor que reaccionemos ante la persecución? Los miembros de la clase podrían trabajar en grupos pequeños para buscar las respuestas en Doctrina y Convenios 98:1–3, 11–16, 23–30, y luego tratar lo que hayan aprendido. ¿Qué verdades hallamos que puedan ayudarnos a ser mejores discípulos de Jesucristo? Las citas que se encuentran en “Recursos adicionales” podrían enriquecer el análisis.

  • En épocas de persecución o pruebas, este mensaje de las secciones 98101 puede ser de provecho: El Señor nos ayudará si estamos dispuestos a confiar en Él. Para ayudar a los miembros de la clase a hallar tal mensaje, podría escribir la siguiente lista de versículos en la pizarra e invitar a la clase a escoger algunos para leerlos: Doctrina y Convenios 98:1–3, 11–12, 37; 101:2–5, 9–16. Pídales que mencionen lo que encuentren que los aliente a confiar en el Señor. ¿Qué nos enseñan esos versículos sobre cómo depositar nuestra confianza en el Señor? (Véase también Linda S. Reeves, “Reclamen las bendiciones de sus convenios”, Liahona, noviembre de 2013, págs. 118–120).

Doctrina y Convenios 101:1–8, 43–62

Seguir el consejo del Señor ayuda a mantenernos a salvo.

  • ¿Cómo puede ayudar a los miembros de la clase a reconocer la protección que proviene de “escuchar la voz del Señor” (versículo 7)? Quizá podría invitar a algunos miembros de la clase a representar la parábola que está en Doctrina y Convenios 101:43–62 mientras otro alumnos la lee en voz alta. Luego podrían tratar preguntas como las siguientes: ¿Qué podrían representar los diferentes elementos de la parábola? ¿Qué ocasionó que los siervos perdieran la viña? ¿Qué lecciones aprendemos de las acciones de los siervos? ¿Qué aprendemos sobre el Señor debido a los actos del noble? Tal vez también sea útil comparar los versículos 1–8 con los versículos 47–51 y analizar cómo podemos ser “fieles y sabios” en nuestra labor de edificar Sion en nuestra vida personal, en el hogar y como Iglesia.

    Jesucristo

    Detalle de Cristo y el joven rico, por Heinrich Hofmann

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Recursos adicionales

Volver la otra mejilla requiere valor cristiano.

El élder Robert D. Hales enseñó:

“Algunas personas equivocadamente piensan que reacciones tales como el silencio, la mansedumbre, el perdón y el expresar humilde testimonio son respuestas pasivas o débiles, pero, el ‘ama[r] a [nuestros] enemigos, bendeci[r] a los que [nos] maldicen, hace[r] bien a los que [nos] aborrecen, y ora[r] por los que [nos] ultrajan y [nos] persiguen’ (Mateo 5:44) requiere fe, fortaleza y, más que todo, valor […].

“Cuando no tomamos represalias, cuando ofrecemos la otra mejilla y dominamos los sentimientos de ira, nosotros también seguimos el ejemplo del Salvador; manifestamos Su amor, que es el único poder que puede someter al adversario y dar una respuesta a nuestros acusadores sin, a la vez, acusarlos a ellos. Eso no es debilidad; eso eso es valor cristiano” (“Valor cristiano: El precio del discipulado”, Liahona, noviembre de 2008, pág. 72).

Perdonar no significa aprobar.

El élder Kevin R. Duncan dijo: “Hermanos y hermanas, por favor no malinterpreten. Perdonar no significa aprobar. No se trata de justificar la mala conducta ni de permitir que los demás nos traten mal debido a sus problemas, dolores o debilidades; pero sí podemos obtener mayor entendimiento y paz si vemos con una perspectiva más amplia […]. El perdón es un principio glorioso y sanador; no tenemos que ser víctimas dos veces, sino que podemos perdonar” (“El ungüento sanador del perdón”, Liahona, mayo de 2016, págs. 34–35).

Cómo mejorar nuestra enseñanza

Incluya a los que estén pasando por dificultades. En ocasiones, los miembros de la clase que tienen dificultades solo necesitan que se les incluya para sentir que se les ama. Considere pedirles que acepten alguna asignación en una futura lección, invitarlos a la clase, o asegurarse de que tengan un medio de transporte a la Iglesia. No se dé por vencido si al principio no son receptivos a sus esfuerzos (véase Enseñar a la manera del Salvador, págs. 8–9).