“29 noviembre – 5 diciembre. Doctrina y Convenios 137–138: ‘La visión de la redención de los muertos’”, Ven, sígueme — Para la Escuela Dominical Doctrina y Convenios 2021 (2020)
“29 noviembre – 5 diciembre. Doctrina y Convenios 137–138”, Ven, sígueme — Para la Escuela Dominical 2021
29 noviembre – 5 diciembre
Doctrina y Convenios 137–138
“La visión de la redención de los muertos”
El presidente Dallin H. Oaks enseñó: “Todos podemos preguntarnos en privado acerca de las circunstancias en el mundo de los espíritus […]. Sin embargo, no enseñemos ni usemos como doctrina oficial lo que no cumple con los estándares de la doctrina oficial” (“Confía en el Señor”, Liahona, noviembre de 2019, pág. 28). Asegúrese de que su análisis se base en las Escrituras y en las palabras de los profetas.
Anote sus impresiones
Invitar a compartir
Hay muchas verdades doctrinales inspiradoras que se hallan en Doctrina y Convenios 137–138. Invite a los miembros de la clase a hacer una lista de ellas. Luego, podría dedicar algunos minutos a repasar sus listas como clase y a hablar acerca de por qué tales verdades son importantes para ellos. ¿Alguien ha aprendido algo de estas secciones que no comprendiera antes?
Enseñar la doctrina
Doctrina y Convenios 137; 138:32–37
Toda alma tendrá la oportunidad de escoger la Gloria Celestial.
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Muchos de nosotros conocemos a personas que no tuvieron la oportunidad de aceptar el Evangelio en esta vida, incluso aquellas que murieron mientras eran niños. Invite a los miembros de la clase a compartir una verdad que vean en la sección 137 que les ayude a entender el plan de Dios para tales personas. ¿Qué verdades hallamos en Doctrina y Convenios 138:32–37 que aumentan nuestra comprensión del plan de Dios? Los integrantes de la clase podrían mencionar cómo los hacen sentir esas verdades en cuanto al Padre Celestial, Su plan de salvación y la expiación de Jesucristo. Las cita que se encuentra en “Recursos adicionales” podría resultar de ayuda para el análisis.
Doctrina y Convenios 138:1–11, 25–30
Leer y meditar las Escrituras nos prepara para recibir revelación.
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La experiencia que Joseph F. Smith describió en Doctrina y Convenios 138:1–11, 25–30 nos ayuda a entender cómo podemos prepararnos para recibir revelación. Quizá los miembros de la clase podrían trabajar en conjunto para determinar lo que se aprende sobre la revelación en esos versículos. Si quiere, pida a la clase que expliquen cómo el leer y meditar las Escrituras los ha preparado para recibir revelación (véase también José Smith—Historia 1:11–12).
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El mensaje del presidente M. Russell Ballard “La visión de la redención de los muertos” (Liahona, noviembre de 2018, págs. 71–74) describe “la preparación de toda una vida de Joseph F. [Smith] para recibir esa extraordinaria revelación [Doctrina y Convenios 138]”. Si los miembros de la clase han leído el mensaje del presidente Ballard esta semana, ínstelos a compartir algo de él que les haya llamado la atención. O bien, podrían leer partes del mensaje todos juntos, como clase. ¿Qué les llama la atención de la vida del presidente Smith y de su carácter? ¿Qué aprendemos de su ejemplo?
Doctrina y Convenios 138:12–60
La obra de salvación continúa después de la muerte.
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A fin de ayudar a los miembros de la clase a descubrir las verdades presentes en Doctrina y Convenios 138:12–60, podría plantearles varias preguntas sobre el mundo de los espíritus que se contestan en esos versículos. Por ejemplo: ¿Qué hizo el Salvador mientras estaba en el mundo de los espíritus? ¿Quiénes son los mensajeros del Señor y cuál es su mensaje? Los integrantes de la clase podrían escoger una o más de esas preguntas y trabajar en grupos pequeños en busca de las respuestas. Después, podrían compartir entre ellos las verdades que hallen. ¿Qué diferencia marcan en nuestra vida esas verdades?
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¿Qué le diríamos a alguien que preguntara: “¿Qué sucede cuando morimos?”? ¿Qué compartiríamos de Doctrina y Convenios 138:12–60 que podría ayudar a contestar esa pregunta (véase también Alma 40:11–15)?
Recursos adicionales
El plan de Dios proporciona una manera para que todos Sus hijos acepten el Evangelio.
El presidente Henry B. Eyring enseñó:
“Solo una pequeña minoría de los hijos de Dios obtienen, en esta vida, una total comprensión del plan de Dios, junto con el acceso a las ordenanzas del sacerdocio y los convenios que hacen que el poder expiatorio del Salvador tenga pleno vigor en nuestra vida […].
“Algunas personas podrían considerarlo injusto; incluso podrían considerarlo una evidencia de que no hay ningún plan, ni requisitos específicos para la salvación, al pensar que un Dios justo y amoroso no crearía un plan que esté a disposición de una proporción tan pequeña de Sus hijos. Otras personas podrían concluir que Dios debe haber determinado de antemano a cuáles de Sus hijos salvaría y haberles hecho llegar el Evangelio, mientras que quienes jamás escucharon el Evangelio sencillamente no fueron ‘escogidos’.
“Pero ustedes y yo sabemos, debido a las verdades restauradas mediante el profeta José Smith, que el plan de Dios es mucho más amoroso y justo. Nuestro Padre Celestial está ansioso por congregar y bendecir a toda Su familia. Aunque sabe que no todos ellos escogerán ser congregados, Su plan da la oportunidad a cada uno de Sus hijos de aceptar o rechazar Su invitación” (“Congregar a la familia de Dios”, Liahona, mayo de 2017, pág. 20).