Nuevo Testamento 2023
31 julio – 6 agosto. Hechos 22–28: “Ministro y testigo”


“31 julio – 6 agosto. Hechos 22–28: ‘Ministro y testigo’”, Ven, sígueme — Para la Escuela Dominical: Nuevo Testamento 2023 (2022)

“31 julio – 6 agosto. Hechos 22–28”, Ven, sígueme — Para la Escuela Dominical: 2023

Pablo en la prisión

31 julio – 6 agosto

Hechos 22–28

“Ministro y testigo”

Lea Hechos 22–28 con una oración en el corazón pidiendo que el Espíritu Santo le inspire para saber en qué centrarse a fin de ayudar a los miembros de su clase. Anote las ideas que le acudan a la mente, las cuales podrían ser el inicio de su plan de enseñanza.

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Invitar a compartir

Pida a los miembros de la clase que escriban una referencia de las Escrituras de Hechos 22–28 que les haya impresionado durante esta semana. Reúna las respuestas de ellos y lean juntos algunos de los versículos. Invite a varios miembros de la clase a expresar por qué esos versículos son significativos para ellos.

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Enseñar la doctrina

Hechos 22:1–21; 26:1–29

Un testimonio es una declaración de la verdad que está basada en conocimiento o creencias personales

  • El testimonio que dio Pablo a Festo y al rey Agripa puede brindar la oportunidad de analizar lo que significa testificar. Podría pedir a los miembros de la clase que repasen Hechos 22:1–21 o 26:1–29. ¿Qué podemos aprender del ejemplo de Pablo sobre compartir el testimonio? ¿Qué otros principios acerca de testificar aprendemos de la cita del élder presidente M. Russell Ballard que se encuentra en “Recursos adicionales”? El cantar o reproducir el himno “Testimonio” (Himnos, nro. 75) podría invitar al Espíritu durante el análisis.

  • Aun cuando Pablo no había buscado la confirmación espiritual que recibió en el camino a Damasco, pasó el resto de su vida esforzándose por mantener y defender su testimonio (véanse Hechos 22:10, 14–16; 26:19). El ejemplo de Pablo podría ayudar a la clase a comprender que el testimonio requiere trabajo y sacrificio. A fin de comenzar un análisis al respecto, un miembro de la clase tal vez podría explicar el esfuerzo que tuvo que hacer para ser músico, artista o atleta competente. ¿De qué forma es similar el desarrollo de esa habilidad al hecho de obtener y fortalecer nuestro testimonio? ¿Qué esfuerzos debemos hacer a fin de obtener y fortalecer nuestro testimonio? (véase también Alma 5:46).

Hechos 26:9–23

Tenemos la responsabilidad de ministrar a los demás

  • El Señor llamó a Pablo para que fuera “ministro” (Hechos 26:16), pero ¿qué significa esa palabra? A fin de ayudar a los miembros de la clase a explorar cómo pueden ministrar a los demás, ya sea que tengan o no una asignación formal, podría escribir en la pizarra una pregunta como: ¿Qué significa ministrar? Invítelos a que busquen respuestas en los siguientes recursos: Mateo 20:25–28; Hechos 26:16–18; 3 Nefi 18:29–32; Jean B. Bingham, “Ministrar como lo hace el Salvador”, Liahona, mayo de 2018, págs. 104–107. A medida que compartan lo que encuentren, anímelos a que analicen maneras en que todos podemos ministrarnos los unos a los otros, incluso en nuestros llamamientos de la Iglesia. También podría mostrar el video “The Miracle of the Roof” (ChurchofJesusChrist.org).

Hechos 27

Si prestamos oído a los profetas del Señor, Él nos guiará y nos protegerá del mal

  • Invite a los miembros de la clase a que hablen acerca de la respuesta del centurión cuando Pablo profetizó que la nave sufriría “mucha pérdida” y se perderían vidas (véase Hechos 27:10–11). ¿Por qué respondería de esa manera el centurión? Los miembros de la clase tal vez podrían mencionar lo que le habrían dicho al centurión para ayudarle a tener fe en la profecía de Pablo. ¿Qué otras lecciones podemos aprender en Hechos 27 en cuanto a seguir a los siervos del Señor? Es posible que algunos miembros de la clase hayan tenido experiencias en las que hayan seguido el consejo de los profetas, incluso cuando este era distinto a las opiniones de personas a su alrededor. Invite a algunos de ellos a que cuenten sus experiencias.

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Recursos adicionales

Dar testimonio

El presidente M. Russell Ballard habló en cuanto al testimonio que Pablo dio al rey Agripa y enseñó lo que significa para nosotros dar testimonio:

“Nuestras reuniones de testimonio se deben centrar más en el Salvador, en las doctrinas del Evangelio, en las bendiciones de la Restauración y en las enseñanzas de las Escrituras. Debemos reemplazar los relatos, los itinerarios de viajes y los sermones con testimonios puros. Aquellas personas a quienes se les encomiende hablar y enseñar en nuestras reuniones deben hacerlo con poder doctrinal que se pueda tanto escuchar como sentir, y que eleve el espíritu y edifique a nuestros miembros […].

“… Si bien siempre es bueno expresar amor y gratitud, esas expresiones no constituyen la clase de testimonio que encenderá la llama de la creencia en los demás. El compartir un testimonio es ‘[d]ar testimonio por el poder del Espíritu Santo; hacer una declaración solemne de la verdad basada en el conocimiento o la creencia personal’ [Guía para el Estudio de las Escrituras, “Testificar”, scriptures.ChurchofJesusChrist.org]. La clara declaración de la verdad influye en las personas; eso es lo que cambia corazones; eso es lo que el Espíritu Santo puede confirmar en el corazón de los hijos de Dios” (véase “Testimonio puro”, Liahona, noviembre de 2004, pág. 41).

Cómo mejorar nuestra enseñanza

Prepárese con anticipación. “… Al meditar sobre la forma en que los principios que está enseñando bendecirán a los integrantes de su clase, recibirá ideas e impresiones en su vida cotidiana: mientras se dirige al trabajo, realiza tareas del hogar o interactúa con familiares y amigos. No piense en la preparación espiritual como algo a lo que debe dedicar tiempo, sino más bien como algo que siempre está haciendo” (Enseñar a la manera del Salvador, pág. 12).