Nuevo Testamento 2023
7 – 13 agosto. Romanos 1–6: “Poder de Dios para salvación”


“7 – 13 agosto. Romanos 1–6: ‘Poder de Dios para salvación’”, Ven, sígueme — Para la Escuela Dominical: Nuevo Testamento 2023 (2022)

“7 – 13 agosto. Romanos 1–6”, Ven, sígueme — Para la Escuela Dominical: 2023

Pablo escribe una epístola

7 – 13 agosto

Romanos 1–6

“Poder de Dios para salvación”

Lea con espíritu de oración Romanos 1–6 teniendo en mente a los miembros de la clase. Esto le ayudará a ser receptivo a las impresiones del Espíritu a medida que se prepare para enseñar.

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Invitar a compartir

Considere conceder a los miembros de la clase unos cuantos minutos para que escudriñen Romanos 1–6 y encuentren un versículo que el Espíritu Santo les haya ayudado a entender mejor. A continuación, podrían compartir ese versículo con alguien que esté sentado cerca de ellos.

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Enseñar la doctrina

Romanos 1:16–17

“No me avergüenzo del evangelio de Cristo”

  • Muchas personas han tenido experiencias en las que se les ha ridiculizado debido a sus creencias. A fin de ayudar a los miembros de la clase en momentos en que tengan experiencias de ese tipo, podría invitarlos a que lean Romanos 1:16–17 y piensen en ejemplos del libro de Hechos en los que Pablo haya mostrado que no se avergonzaba del Evangelio. Tal vez los miembros de la clase podrían expresar razones por las cuales no se avergüenzan del evangelio de Jesucristo. O bien, podrían contar experiencias en las que ellos u otras personas hayan demostrado que no se avergüenzan del Evangelio.

    Miembros de una clase levantan la mano

    Podemos mostrar que no nos avergonzamos de compartir nuestro testimonio del Evangelio

Romanos 2:28–29

El verdadero discipulado se halla en nuestro compromiso interior, no solamente en nuestros actos

  • ¿Cómo evaluamos nuestro discipulado? El consejo que Pablo dio a los romanos nos puede ayudar a recordar que debemos enfocarnos más en “[el] corazón [y el] espíritu” (Romanos 2:29) que en los actos externos. Para ayudar a la clase a comprender el consejo dado por Pablo, podría escribir el texto de Romanos 2:28–29 en la pizarra. Reemplace la palabra judío con Santo de los Últimos Días y las palabras la circuncisión es la con el convenio es el. ¿Qué agregan esos cambios a nuestra comprensión de las enseñanzas de Pablo? También podrían analizar ejemplos de las cosas que hacemos como miembros de la Iglesia que son más significativas y poderosas cuando las hacemos “del corazón, en espíritu” (Romanos 2:29).

Romanos 3–6

“Cuando el pecado abundó, sobreabundó la gracia”

  • ¿Cómo puede ayudar a los miembros de la clase a entender las enseñanzas de Pablo sobre la fe, las obras y la gracia? Considere presentar las dos situaciones siguientes a fin de ayudarles a que comprendan que no debemos ver nuestras buenas obras como una manera de demostrar nuestra dignidad y que tampoco debemos ver la gracia de Cristo como una razón para justificar nuestros errores y pecados. Los miembros de la clase podrían buscar verdades en Romanos 3:20–31; 5:1–2; 6:1–2, 21–23 que ayuden a Gloria y a Joaquín. ¿Qué otras verdades que se encuentran en “Recursos adicionales” podrían ayudar a los miembros de la clase a entender la importancia de las obras de rectitud y la gracia de Cristo?

    Situación 1

    Una amiga que se llama Gloria se siente abrumada en su afán por ser una discípula fiel. Ella se esfuerza con ahínco por hacer todo lo que cree que tiene que hacer, pero a menudo le preocupa que sus esfuerzos no sean suficientes. Así que se pregunta: “¿Soy lo suficientemente buena?”. “¿Me aceptará el Señor?”.

    Situación 2

    A un amigo que se llama Joaquín no le preocupa mucho el hecho de tomar decisiones que sean rectas. Cree en Jesucristo, asiste a las reuniones de la Iglesia, es un padre amoroso y es un buen vecino. Sin embargo, ha decidido no vivir de acuerdo con las normas que le permiten tener una recomendación para el templo. Cada vez que sus familiares y amigos tratan de instarlo a que se prepare para el templo, responde: “Soy una buena persona. Tengo fe en Cristo. Él ya pagó el precio de mis pecados y no creo que me impida entrar en el Reino Celestial a causa de asuntos menores”.

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Recursos adicionales

Fe, gracia y obras

Situación 1

  • Éter 12:27

  • Moroni 10:32–33

  • J. Devn Cornish, “¿Soy lo suficientemente bueno? ¿Lo lograré?”, Liahona, noviembre de 2016, págs. 32–34

  • El presidente Dieter F. Uchtdorf enseñó: “No podemos comprar la salvación con las monedas de la obediencia; es la sangre del Hijo de Dios lo que la compra […]. La gracia es un don de Dios, y nuestro deseo de ser obedientes a cada mandamiento de Dios es como extendemos nuestra mano mortal para recibir ese sagrado don de nuestro Padre Celestial” (véase “El don de la gracia”, Liahona, mayo de 2015, págs. 109, 110).

Situación 2

  • Santiago 2:17–26

  • Helamán 12:23–24

  • D. Todd Christofferson, “Permaneced en mi amor”, Liahona, noviembre de 2016, págs. 48–51

  • El presidente Uchtdorf enseñó: “Si la gracia es un don de Dios, ¿por qué entonces es tan importante obedecer los mandamientos de Dios? ¿Para qué molestarnos en obedecerlos; o en arrepentirnos, si vamos al caso? […]. [N]uestra obediencia a los mandamientos de Dios es el resultado natural de nuestro amor y gratitud perpetuos por la bondad de Dios. Esta forma de amor y gratitud genuinos entrelazará de manera milagrosa nuestras obras con la gracia de Dios” (“El don de la gracia”, pág. 109).

Cómo mejorar nuestra enseñanza

Su llamamiento es inspirado. Como maestro, ha sido llamado por el Señor para bendecir a Sus hijos. Él quiere que tenga éxito en su labor y, conforme se mantenga digno de Su ayuda, Él le dará la revelación que procure obtener (véase Enseñar a la manera del Salvador, pág. 5).