Nuevo Testamento 2023
16 – 22 octubre. 1 y 2 Tesalonicenses: “Completemos lo que falta a vuestra fe”


“16 – 22 octubre. 1 y 2 Tesalonicenses: ‘Completemos lo que falta a vuestra fe’”, Ven, sígueme — Para la Escuela Dominical: Nuevo Testamento 2023 (2021)

“16 – 22 octubre. 1 y 2 Tesalonicenses”, Ven, sígueme — Para la Escuela Dominical: 2023

Unas misioneras hablan con un joven

16 – 22 octubre

1 y 2 Tesalonicenses

Completemos lo que falta a vuestra fe

Alma enseñó: “Ni confiéis en nadie para que sea vuestro maestro ni vuestro ministro, a menos que sea un hombre de Dios, que ande en sus vías y guarde sus mandamientos” (Mosíah 23:14). ¿Qué sugiere este pasaje de las Escrituras en cuanto a la manera en que debe prepararse para enseñar?

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Invitar a compartir

Conceda a los miembros de la clase unos minutos para que lean rápidamente 1 y 2 Tesalonicenses y encuentren un versículo que les llame la atención. Invítelos a que compartan sus versículos con otra persona de la clase y luego pida a algunos de esos grupos que hablen sobre lo que hayan aprendido el uno del otro.

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Enseñar la doctrina

1 Tesalonicenses 1:5–8; 2:1–13

Los siervos del Señor deben predicar con sinceridad y amor

  • Pablo comienza su epístola a los tesalonicenses recordando a los santos la manera en que él y otras personas habían compartido el Evangelio con ellos. Esta podría ser una buena oportunidad para que los miembros de la clase evalúen qué tanto se enseñan el uno al otro y cuánto aprenden el uno del otro. Podría invitarlos a que lean 1 Tesalonicenses 1:5–8; 2:1–13 y señalen principios que se relacionen con el compartir el Evangelio de forma eficaz. Enseguida, ellos podrían escribir preguntas que se basen en esos versículos y que les ayuden a evaluar sus esfuerzos por enseñar el Evangelio a los demás. Por ejemplo, una de las preguntas podría ser: “¿Soy un ejemplo de las cosas que sé?” (véase 1 Tesalonicenses 1:7). ¿De qué forma el seguir los principios de ese pasaje nos ayuda a ministrar mejor a las personas a las que enseñamos?

1 Tesalonicenses 3:9–13; 4:1–12

Conforme sigamos a Cristo, Él nos puede hacer santos

  • Pablo enseñó a los tesalonicenses que “no nos ha llamado Dios a impureza, sino a santificación” (1 Tesalonicenses 4:7). Para comenzar un análisis sobre la santidad, la clase o una persona podría cantar “Más santidad dame” (Himnos, nro. 71). Pida a los miembros de la clase que analicen las características de la santidad que se mencionan en el himno y que les hayan llamado la atención. Escriba en la pizarra Más santidad dame, más…, e invite a los miembros a que busquen palabras o frases en 1 Tesalonicenses 3:9–13; 4:1–12 que completen el enunciado. ¿De qué manera podemos desarrollar esas características?

  • La invitación a ser santos podría parecer algo de enormes proporciones. Podría ser de utilidad que los miembros de la clase entiendan que el desarrollo de la santidad es un proceso gradual que nos requiere “abund[ar] en ello más y más” con el tiempo (1 Tesalonicenses 4:10). Para ilustrar ese proceso, podría invitar a un miembro de la clase a que hable de un talento o un logro que le haya tomado un esfuerzo constante durante un espacio de tiempo, como hacer un acolchado o aprender a tocar un instrumento musical. ¿De qué manera es eso similar al proceso de llegar a ser santo? Invite a los miembros de la clase a que repasen 1 Tesalonicenses 3:9–13; 4:1–12 y que compartan puntos de vista sobre el esfuerzo que requiere santificarse de la manera que lo explica Pablo. ¿Qué nos ha ayudado a progresar hacia la santidad?

1 Tesalonicenses 4:11–12; 2 Tesalonicenses 3:7–13

Debemos trabajar a fin de proveer para nosotros mismos y para los necesitados

  • Preguntas como las siguientes podrían inspirar un análisis sobre el consejo de Pablo acerca del trabajo: ¿Cuáles son las consecuencias de la ociosidad? ¿Cuáles son las bendiciones del trabajo? ¿A qué creen que se refiere Pablo con las palabras “tranquilidad” y “sosiego”? (1 Tesalonicenses 4:11; 2 Tesalonicenses 3:12). Si lo desea, podría escribir preguntas como estas en la pizarra para que los miembros de la clase mediten en ellas y las analicen a medida que lean 1 Tesalonicenses 4:11–12 y 2 Tesalonicenses 3:7–13. ¿Qué otros pasajes de las Escrituras nos ayudan a entender la importancia del trabajo y los peligros de la ociosidad? (véanse las sugerencias que se ofrecen en “Recursos adicionales”).

2 Tesalonicenses 2

Una apostasía habría de preceder a la segunda venida de Jesucristo

  • Podría resultar útil analizar algunas de las metáforas que los profetas han utilizado para describir este acontecimiento, tales como una apostasía (véase 2 Tesalonicenses 2:3), hambre (véase Amós 8:11–12), lobos rapaces que entrarán en el rebaño (véase Hechos 20:28–30) y comezón de oír (véase 2 Timoteo 4:3–4). Considere dividir a los miembros de la clase en grupos de dos y pedirles que lean uno o más de estos pasajes (u otros que usted escoja), y que expliquen lo que enseñen acerca de la Gran Apostasía. ¿Qué enseñaron los profetas sobre la apostasía y el efecto que tendría?

  • Si bien la Iglesia no verá otra “apostasía” (2 Tesalonicenses 2:3) como ocurrió en la antigüedad, todavía podemos apostatar de forma individual. ¿Qué se sugiere en 2 Tesalonicenses 2 sobre la manera en que puede ocurrir esa apostasía (véanse los versículos 9–10) y cómo podemos evitarla? (véanse los versículos 15–17).

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Recursos adicionales

Pasajes de las Escrituras sobre el trabajo y la ociosidad

Cómo mejorar nuestra enseñanza

Use una variedad de métodos. Podría ser fácil sentirse cómodo con un estilo particular de enseñanza, pero los distintos métodos de enseñanza llegan a diferentes miembros de la clase. Busque maneras de variar su método de enseñanza, por ejemplo: haciendo uso de videos, arte o música, o bien, dándole la oportunidad a los miembros de la clase de enseñar (véase Enseñar a la manera del Salvador, pág. 22).