“10 – 16 octubre. Jeremías 1–3; 7; 16–18; 20: ‘Antes que te formase en el vientre, te conocí’”, Ven, sígueme — Para la Escuela Dominical: Antiguo Testamento 2022 (2021)
“10 – 16 octubre. Jeremías 1–3; 7; 16–18; 20”, Ven, sígueme — Para la Escuela Dominical: Antiguo Testamento: 2022
Jeremías, por Walter Rane.
10 – 16 octubre
Jeremías 1–3; 7; 16–18; 20
“Antes que te formase en el vientre, te conocí”
Durante su estudio, piense en los miembros de su clase y procure la guía del Espíritu para saber qué mensajes podrían ser de mayor importancia para ellos.
Anote sus impresiones
Invitar a compartir
Una manera de alentar a los miembros de la clase a participar consiste en invitarlos a que escriban en un trozo de papel una verdad del Evangelio que hayan aprendido al estudiar Jeremías durante la semana. Usted podría juntar luego los papeles y escoger algunos de ellos para analizarlos como clase. ¿De qué manera nos ayudan los escritos de Jeremías a comprender esas verdades?
Enseñar la doctrina
Los profetas son llamados a declarar la palabra de Dios.
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Para comenzar un análisis sobre el llamamiento de Jeremías como profeta, podría mostrar una fotografía del profeta viviente y pedir a los miembros de la clase que relaten como llegaron a saber que él fue llamado por Dios. También podría pedirles que hablen de la manera en que hayan ayudado a otras personas a llegar a saber esa importante verdad. ¿Cómo bendice nuestra vida el tener ese conocimiento? Después, los miembros de la clase podrían hacer una lista en la pizarra de lo que aprenden acerca de los profetas en Jeremías 1:4–19. ¿Qué “arranca[n]” o “destru[yen]” los profetas en la actualidad? ¿Qué “edifica[n]” y “planta[n]” ellos? (versículo10).
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Invite a los miembros de la clase a hablar acerca de lo que Jeremías averiguó en cuanto a él mismo en Jeremías 1:5. ¿Qué efecto pudo haber tenido ese conocimiento en su ministerio? Los miembros de la clase podrían leer la declaración que se encuentra en “Recursos adicionales” y los siguientes pasajes que sustentan esa verdad: Alma 13:1–4; Doctrina y Convenios 138:53–56; Abraham 3:22–23. ¿De qué manera influyen esas verdades de la vida premortal en la forma en que vivimos nuestra vida terrenal?
La gente de Israel de la antigüedad almacenaba el preciado recurso del agua en cisternas.
“Me abandonaron a mí, fuente de aguas vivas”.
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Para dar pie a un análisis sobre Jeremías 2:13, podría dibujar en la pizarra una cisterna (un enorme tanque subterráneo) y una fuente (como un manantial natural). Después, los miembros de la clase podrían leer Jeremías 2:13 y hablar de por qué es mejor obtener agua de una fuente en lugar de cavar para hacer una cisterna. ¿Cuál sería el equivalente espiritual de hacer cisternas rotas? Podría invitar a los miembros de la clase a leer versículos de Jeremías 2 y 7, y que hablen de algunas de las maneras en que los israelitas habían abandonado la “fuente de aguas vivas” (véanse, por ejemplo, Jeremías 2:26–28; 7:2–11). ¿Por qué son las “aguas vivas” un buen símbolo de lo que el Salvador nos ofrece?
El Señor recogerá a Su pueblo.
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Debido a que Jeremías comparó el recogimiento de Israel en los últimos días con la liberación de Israel de su cautiverio en Egipto por medio de Moisés, podría mostrar una imagen del Éxodo (véase la reseña del 4 al 10 de abril de Ven, sígueme—Para uso individual y familiar). Invite a los miembros de la clase a que hablen de lo significativo que fue el Éxodo para los israelitas durante generaciones. Ellos después podrían leer Jeremías 16:14–15 y hablar de cómo el recogimiento de Israel en los últimos días será incluso más importante para el pueblo de Dios (véase también Jeremías 3:14–18). Los miembros que hayan repasado “Juventud de Israel” como parte de su estudio personal podrían compartir lo que hayan aprendido sobre la importancia del recogimiento de Israel (véase Russell M. Nelson y Wendy W. Nelson, “Juventud de Israel”, devocional mundial para los jóvenes, 3 de junio de 2018, suplemento de Liahona, septiembre de 2018, págs. 2–17, ChurchofJesusChrist.org). O bien, podrían repasar partes de ese mensaje como clase. ¿Cómo se está recogiendo a Israel en el lugar donde vivimos?
Recursos adicionales
El Padre Celestial los conoce.
El presidente Russell M. Nelson enseñó:
“Su espíritu es un ser eterno. El Señor le dijo a Su profeta Abraham: ‘… fuiste escogido antes de nacer’ [Abraham 3:23]. El Señor dijo algo similar en cuanto a Jeremías [véase Jeremías 1:5] y muchas otras personas [véase Alma 13:2–3]. Incluso lo dijo de ustedes [véase Doctrina y Convenios 138:55–56].
“Su Padre Celestial los ha conocido por mucho tiempo. Ustedes, como Sus hijos o hijas, fueron escogidos por Él para venir a la tierra precisamente en esta época, para ser líderes en Su gran obra sobre la tierra. Se los escogió, no por sus características corporales, sino por sus atributos espirituales, tales como la valentía, la intrepidez, la integridad de corazón, la sed de la verdad, el hambre de sabiduría y el deseo de servir a los demás.
“Ustedes cultivaron algunos de esos atributos en la vida premortal. Los demás, los pueden cultivar aquí en la tierra a medida que los procuren con persistencia” (“Decisiones para la eternidad”, Liahona, noviembre de 2013, pág. 107).
Cómo mejorar nuestra enseñanza
Viva el Evangelio de todo corazón. A medida que abrace el Evangelio y lo viva todos los días, llegará a ser un maestro semejante a Cristo. Enseñar a la manera de Cristo no requiere que sea perfecto, sino que lo intente y lo siga intentando. Si hace su mejor esfuerzo con diligencia y procura obtener perdón cada vez que se quede corto, puede llegar a ser el discípulo de Cristo que Él necesita que sea (véase Enseñar a la manera del Salvador, págs. 13–14).