Después de contarle la Primera Visión a un ministro de una iglesia local, el joven José Smith, de catorce años, se convirtió rápidamente en blanco de persecución. Sin embargo, eso no disminuyó su convicción de que el Padre Celestial y Jesucristo se le habían aparecido. Esta lección puede brindar a los alumnos una oportunidad de sentir que el Espíritu Santo les testifica que el Padre Celestial y Jesucristo se aparecieron al profeta José Smith.
Algunas posibles actividades de aprendizaje
¿Cómo te sentirías?
El presidente Thomas S. Monson (1927–2018) compartió un relato de dos misioneros que fueron confrontados respecto a su testimonio de José Smith.
Dos [misioneros] llamaron a la puerta de la casa de un señor llamado Elmer Pollard […]. Ellos le presentaron su mensaje, tras lo cual le preguntaron si se les uniría para orar; él les dijo que sí, siempre que le permitieran a él ofrecerla.
La oración que ofreció dejó asombrados a los misioneros, porque dijo: “Padre Celestial, bendice a estos dos desafortunados y equivocados misioneros, para que regresen a su casa y no desperdicien el tiempo hablando a la gente de Canadá de un mensaje tan fantástico sobre el cual es tan poco lo que saben”.
Cuando se pusieron de pie, el señor Pollard les pidió que nunca más volviesen a su casa, y al salir, burlonamente, les dijo: “¡No me digan que en realidad creen que José Smith fue un profeta de Dios!”, y les cerró la puerta (véase Thomas S. Monson, “El profeta José Smith: Maestro mediante el ejemplo”, Liahona, noviembre de 2005, pág. 69).
¿Con cuánta confianza podrías testificar que el Padre Celestial y Jesucristo visitaron a José y lo llamaron como profeta?
¿De qué modo podría influir en tu vida y en tu relación con Dios el saber eso por ti mismo?
Al estudiar esta lección, piensa en lo que la Primera Visión significa para ti y en cómo ha cambiado o podría cambiar tu vida. Al final de la lección tendrás la oportunidad de anotar tus reflexiones en tu diario de estudio.
La realidad de la Primera Visión de José Smith
Después de que el Padre Celestial y Jesucristo se aparecieron a José Smith, él compartió la experiencia con un predicador de una de las iglesias de la localidad.
Lee José Smith—Historia 1:21–23 para saber cómo respondieron un predicador y muchas otras personas cuando escucharon acerca de la visión de José.
¿Qué te llama la atención de la descripción que hizo José en esos versículos sobre lo sucedido?
¿De qué maneras has experimentado oposición en contra de lo que sabes que es verdad?
¿Por qué es importante tener tu propio testimonio de la verdad cuando otras personas dudan de lo que dices?
Lee José Smith—Historia 1:24–26 y considera marcar las palabras y frases donde José afirma la veracidad de su visión.
¿Qué verdades aprendemos en estos versículos?
Según el versículo 25, el entendimiento que tenía José de Dios, ¿cómo le ayudó a mantenerse firme en lo que sabía que era verdad?
Canten como clase o lean las palabras del himno “La oración del profeta” (Himnos, núm. 14). Esta es una versión del himno cantada por el Coro del Tabernáculo de la Manzana del Templo:
Escribe las palabras de José Smith—Historia 1:16–17 en tu diario mientras reflexionas cuidadosamente en ellas. Si es posible, utiliza un dispositivo digital para grabarte y escucharte leyendo esas palabras.
Lee un discurso dado en la conferencia general sobre la Primera Visión. Estas son algunas opciones:
“José Smith vio a Dios” (Joseph F. Merrill, Liahona, diciembre de 2015, págs. 70–71)
Escribe en tu diario lo que la Primera Visión significa para ti. Incluye en tus reflexiones tu testimonio o cómo sientes que tener un testimonio de la Primera Visión podría bendecir tu vida.