Lección 26—Doctrina y Convenios 12–17; José Smith—Historia 1:66–75

Doctrina y Convenios 17

Los Tres Testigos

El Señor prometió a José Smith que otras tres personas serían testigos de las planchas de oro. Oliver Cowdery, David Whitmer y Martin Harris fueron llamados por Dios para ser esos testigos. Mediante su fe, recibieron la visita del ángel Moroni y escucharon la voz del Salvador declarar que lo que veían era verdad. Esta lección puede ayudar a los alumnos a fortalecer sus propios testimonios del Libro de Mormón a medida que estudian los testimonios de los Tres Testigos.

Preparación del alumno: Podría invitar a los alumnos a buscar información en LaIglesiadeJesucristo.org sobre los Tres Testigos del Libro de Mormón y a venir a la clase preparados para compartir lo que hayan encontrado.

Algunas posibles actividades de aprendizaje

Los testigos

Para presentar la función de los testigos, podría invitar a tres alumnos a ser testigos. Una manera de hacerlo es ocultar un objeto en una bolsa e invitar a un alumno a mirarlo y describirlo. Pregunte a los miembros de la clase si le creen al alumno. Invite a otros alumnos a ser un segundo y tercer testigo. Analicen por qué resulta útil tener varios testigos.

Los testigos desempeñan una función importante en el Plan de Salvación del Padre Celestial. Lee Doctrina y Convenios 6:28 y averigua lo que el Señor enseñó acerca de los testigos (véase también 2 Corintios 13:1).

• ¿Cuáles son algunos ejemplos de testigos en la Iglesia?

• ¿Por qué crees que el Salvador proporciona varios testigos de Su obra?

Los Tres Testigos

José Smith supo por medio del Libro de Mormón y de las revelaciones que el Señor permitiría que otras personas vieran las planchas de oro. Supo que tres de los testigos las verían por medio del poder de Dios (véanse 2 Nefi 27:12–13; Éter 5:2–4; Doctrina y Convenios 5:11–15). Oliver Cowdery, David Whitmer y Martin Harris tuvieron personalmente el deseo inspirado de ser uno de los testigos. Cada uno desempeñó un papel importante en la salida a luz del Libro de Mormón.

Podría mostrar las imágenes de los Tres Testigos o escribir sus nombres en la pizarra. Un alumno podría leer las respuestas y la clase podría nombrar el testigo correspondiente. O bien, podría dar a los alumnos el cuestionario. Las respuestas correctas son 1. B, 2. C, 3. A.

Haz coincidir cada uno de los Tres Testigos con el detalle correcto de su vida.

1. Oliver Cowdery

2. David Whitmer

3. Martin Harris

1. Proporcionó financiamiento para la impresión del Libro de Mormón

2. Sirvió como el escribiente principal de José durante la mayor parte de la traducción del Libro de Mormón

3. Invitó a José Smith a completar la traducción del Libro de Mormón en la casa de su familia

Lee Doctrina y Convenios 17:1–2 y averigua lo que el Señor dijo a los Tres Testigos que verían.

• ¿Qué sabes acerca de estos objetos?

• ¿Qué requirió el Señor de estos hombres para mostrarles esos objetos?

Lee Doctrina y Convenios 17:3–9 y averigua qué responsabilidad tendrían los Tres Testigos después de ver las planchas.

¿Qué responsabilidad tenemos cuando el Señor nos da testimonio de verdades divinas?

Ayude a los alumnos a reconocer el principio siguiente: Después de que el Señor nos bendice con un testimonio de la verdad, tenemos la responsabilidad de testificar de ella.

Si lo desea, invite a los alumnos a marcar en el versículo 6 la manera en que el Salvador es un ejemplo de esa verdad.

¿Por qué crees que es significativo que el Salvador diera Su testimonio del Libro de Mormón?

“El Testimonio de Tres Testigos”

Lee “El Testimonio de Tres Testigos”, que se encuentra en las páginas introductorias del Libro de Mormón, y averigua de qué dieron testimonio.

• ¿Qué crees que es importante en su testimonio?

Para ver una representación de la experiencia de los Tres Testigos, podría mostrar el video “Un día para las eternidades” (23:09; desde 15:01 hasta 17:55), disponible en LaIglesiadeJesucristo.org.

Mientras los alumnos leen “El Testimonio de Tres Testigos”, podría invitarlos a escribir en la pizarra palabras o frases que declaren la veracidad del Libro de Mormón. Analicen lo que los alumnos escribieron en la pizarra. Podría resultar útil señalar que los Tres Testigos tuvieron varios ejemplos espirituales. Además del testimonio de José Smith, vieron al ángel Moroni y oyeron la voz del Salvador declarándoles que la obra era verdadera.

A Day for the Eternities

• ¿Qué podemos aprender de los Tres Testigos en cuanto a obtener nuestro propio testimonio de que el Libro de Mormón es verdadero?

El presidente Henry B. Eyring, de la Primera Presidencia, testificó del poder del testimonio de ellos. Lee la declaración siguiente o mira el video “Un testimonio imperecedero de la misión del profeta José Smith” (17:32; desde 4:18 hasta 5:43).

An Enduring Testimony of the Mission of the Prophet Joseph

Sus seres queridos pueden tener más que la mera evidencia física brindada a aquellos testigos por lo que vieron y oyeron. Los tres testigos contaban con algo más, algo que todos necesitamos. El Espíritu Santo dio testimonio a sus mentes y corazones de la veracidad de lo que vieron y oyeron; el Espíritu les dijo que el ángel era de Dios y que la voz pertenecía al Señor Jesucristo. Ese testimonio del Espíritu les fue concedido a ellos y a muchos otros que no estuvieron allí. Se trata de un testimonio que, si somos merecedores de la compañía del Espíritu Santo, será nuestro y permanecerá con nosotros para siempre.

Los Tres Testigos jamás negaron su testimonio del Libro de Mormón; no podían hacerlo porque sabían que era verdadero. Realizaron sacrificios y pasaron dificultades inimaginables para la mayoría de la gente. Oliver Cowdery dio el mismo testimonio del origen divino del Libro de Mormón en su lecho de muerte. Pero, en los momentos de prueba, flaqueó su fe en que José Smith seguía siendo un profeta de Dios y en que el único medio para venir al Salvador era por medio de Su Iglesia restaurada. El que durante sus largos períodos de distanciamiento de la Iglesia y de José continuaran afirmando lo que habían visto y oído hace que su testimonio sea aún más poderoso (véase Henry B. Eyring, “Un testimonio imperecedero de la misión del profeta José Smith”, Liahona, noviembre de 2003, pág. 90).

• ¿Qué efecto tiene “El Testimonio de Tres Testigos” en tu propio testimonio del Libro de Mormón? ¿Y de Jesucristo?

• ¿Cuáles son algunas maneras en que podemos compartir nuestro testimonio del Salvador y del Libro de Mormón?

Considere invitar a los alumnos a compartir su testimonio del Salvador y del Libro de Mormón. Una manera podría consistir en invitar a los alumnos a escribir lo que dirían si su propio testimonio de Jesucristo y del Libro de Mormón se imprimieran para el mundo. Podría alentar a los alumnos a compartir su testimonio con la clase o con otra persona. También podría compartir su testimonio.

Recursos adicionales

¿Dónde puedo aprender más sobre los Tres Testigos?

• Temas de la historia de la Iglesia, “Testigos del Libro de Mormón,” ChurchofJesusChrist.org/study/history/topics

• Santos: La historia de la Iglesia de Jesucristo en los últimos días, tomo I, El Estandarte de la Verdad, 1815–1846, 2018, págs. 73–75

• Larry E. Morris, “La experiencia de los Tres Testigos”, en Revelaciones en contexto, 2016, págs. 27–30

• “Whitmer Farm: A Place of Miracles” (video; ver desde 9:20 hasta 11:45), LaIglesiadeJesucristo.org

  Whitmer Farm: A Place of Miracles

¿Por qué es tan significativo el testimonio de los Tres Testigos?

El presidente Dallin H. Oaks, de la Primera Presidencia, enseñó lo siguiente:

The Witness: Martin Harris

Cada uno de los tres tuvo amplias razones y oportunidades para renunciar a su testimonio si este hubiera sido falso, o para equivocarse en los detalles si alguno de estos hubiera sido inexacto. Como bien se sabe, debido a los desacuerdos o a los celos que existían entre otros líderes de la Iglesia, cada uno de los Tres Testigos fue excomulgado de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días aproximadamente ocho años después de la publicación de su testimonio. Los tres siguieron caminos diferentes, sin ningún interés común por apoyar un esfuerzo de confabulación. Sin embargo, hasta el final de sus vidas —períodos que oscilan entre doce y cincuenta años después de haber sido excomulgados— ninguno de esos testigos se desvió de su testimonio impreso o dijo algo que pudiera generar alguna duda con respecto a su veracidad.

Además, su testimonio no ha sido contradicho por ningún otro testigo. Uno podría rechazarlo, pero, ¿cómo se puede explicar que tres hombres de buena reputación se unieran y persistieran en ese testimonio impreso hasta el fin de su vida enfrentando gran ridículo y otras desventajas personales? Como el mismo Libro de Mormón, no hay mejor explicación que la que da el testimonio mismo: la declaración solemne de hombres buenos y honrados que dijeron lo que vieron (véase Dallin H. Oaks, “El testigo: Martin Harris”, Liahona, julio de 1999, pág. 42).

¿Qué testimonio dio cada uno de los Tres Testigos al final de su vida?

Oliver Cowdery (1806–1850) testificó:

Estoy a punto de morir, ¿de qué me serviría decirle una mentira? Yo sé […] que el Libro de Mormón fue traducido por el don y el poder de Dios. Mis ojos vieron, mis oídos oyeron y mi entendimiento fue iluminado, y yo sé que lo que he testificado es verdad. No fue un sueño, ni una vana imaginación de la mente: fue real (Jacob F. Gates, “Testimony of Jacob Gates”, Improvement Era, marzo de 1912, págs. 418–419).

David Whitmer (1805–1888) testificó:

El domingo (22 de enero de 1888), a las 5:30 de la tarde, el Sr. Whitmer llamó a su familia y a algunos amigos junto a su cama… Entonces, dirigiéndose a todos los que rodeaban su lecho, el Sr. Whitmer les dijo: “Todos ustedes deben ser fieles en Cristo. Quiero decirles a todos que la Biblia y los anales de los nefitas (el Libro de Mormón) son verdaderos, a fin de que puedan decir que me han oído dar testimonio en mi lecho de muerte. Sean todos fieles en Cristo y recibirán el galardón según sus obras. Que Dios los bendiga a todos. Mi confianza está puesta en Cristo para siempre, por los siglos de los siglos. Amén” (Richmond Democrat, 2 de febrero de 1888, citado en Andrew Jenson, Latter-day Saint Biographical Encyclopedia, 4 tomos, 1901, tomo I, pág. 270).

Martin Harris (1783–1875) testificó:

Sí, yo vi las planchas sobre las que estaba escrito el Libro de Mormón; vi al ángel; oí la voz de Dios; y sé que José Smith es un profeta de Dios y que tiene las llaves del Santo Sacerdocio (“The Last Testimony of Martin Harris”, registrado por William H. Homer en una declaración jurada ante J. W . Robinson, el 9 de abril de 1927, citado en Francis W. Kirkham, A New Witness for Christ in America, 2 tomos, 1960, tomo I, pág. 254).

Doctrina y Convenios 17:4. ¿De qué manera fue bendecido José Smith por el testimonio de los Tres Testigos?

Inmediatamente después de que los Tres Testigos tuvieron su experiencia con el ángel, José Smith regresó al hogar de los Whitmer y exclamó a sus padres: “¡Papá, mamá, no saben ustedes lo feliz que estoy! El Señor ha hecho que se mostraran las planchas a tres personas más, aparte de mí. Ellos han visto a un ángel, el cual les dio testimonio, y tendrán que dar testimonio de la verdad de lo que yo he dicho, pues ahora ellos mismos saben que no ando engañando a la gente. Siento como si se me hubiera liberado de una carga que me resultaba demasiado pesada de soportar, y mi alma se regocija al saber que no estoy enteramente solo en el mundo” (“Lucy Mack Smith, History, 1845,” pág. 154, josephsmithpapers.org)

Actividades de aprendizaje complementarias

“El Testimonio de Ocho Testigos”

Para ayudar a los alumnos a estudiar “El Testimonio de los Ocho Testigos”, usted podría leer su testimonio en las páginas introductorias del Libro de Mormón. También podría leer 2 Nefi 27:13. En el video “Un día para las eternidades”, desde 18:17 hasta 18:38, se describe la experiencia de los testigos. Podrían analizar la importancia de su testimonio y cómo su experiencia fue diferente a la de los Tres Testigos.

A Day for the Eternities

Mary Whitmer es una testigo de las planchas de oro

Considere compartir la experiencia de Mary Whitmer:

Cuando José, Emma y Oliver se mudaron a la casa de los Whitmer, aumentó la carga de trabajo para Mary Whitmer. Ya atendía las necesidades de su esposo y ocho hijos que vivían en casa o cerca de ella. Aunque Mary no se quejaba del trabajo adicional, se estaba cansando.

“Un día, mientras se encontraba cerca del establo donde se ordeñaban las vacas, vio a un hombre de cabello gris que cargaba un morral cruzado sobre el hombro. Su súbita aparición la asustó, pero, al acercarse él, le habló con una voz amable que la tranquilizó.

—Mi nombre es Moroni —le dijo—. Estás muy cansada con todo el trabajo adicional que tienes que hacer. Se quitó el morral del hombro, y Mary vio que comenzaba a abrirlo.

—Has sido muy fiel y diligente en tus labores —prosiguió—. Por lo tanto, es apropiado que recibas un testimonio a fin de que se fortalezca tu fe.

Moroni abrió el morral y sacó las planchas de oro; las sostuvo frente a Mary y dio vuelta a sus páginas para que ella pudiera ver los escritos que había en ellas. Después de pasar la última página, la instó a ser paciente y fiel mientras soportaba un poco más la carga adicional de trabajo. Le prometió que sería bendecida por ello.

El anciano desapareció un momento después, dejando a Mary a solas. Ella seguía teniendo mucho trabajo por hacer, pero eso ya no la preocupaba” (véase Santos: La historia de la Iglesia de Jesucristo en los últimos días, tomo I, El estandarte de la verdad, 1815–1846, 2018, págs. 70–71).

También puede mostrar el video “Mary Whitmer Sees the Gold Plates” (2:26) o “Whitmer Farm: A Place of Miracles” (15:42; ver desde 5:06 hasta 6:09).

The Witness: Martin Harris

Nuestro testimonio del Libro de Mormón

También podrían analizar cómo podemos obtener un testimonio del Libro de Mormón. Considere invitar a los alumnos que así lo deseen a compartir un testimonio del Libro de Mormón o pasajes del libro que sean significativos para ellos.

Book of Mormon Testimonies