“Doctrina y Convenios 19:1–24, Parte 2: ‘Yo, [Jesucristo], he padecido estas cosas por todos’”, Manual del maestro de Seminario de Doctrina y Convenios , 2025
“Doctrina y Convenios 19:1–24, Parte 2”, Manual del maestro de Seminario de Doctrina y Convenios
Lección 32: Doctrina y Convenios 19
“Yo, [Jesucristo], he padecido estas cosas por todos”
El Señor enseñó verdades poderosas acerca de Su expiación a Martin Harris en Doctrina y Convenios 19 . El arrepentimiento de nuestros pecados es posible por medio de Jesucristo. Gracias a Él y a Su expiación misericordiosa y amorosa, podemos ser limpiados mediante nuestro arrepentimiento. Esta lección puede ayudar a los alumnos a apreciar más profundamente el don del arrepentimiento del Salvador, el cual es posible mediante Su gran sacrificio expiatorio.
Algunas posibles actividades de aprendizaje
Para comenzar la clase, ayude a los alumnos a evaluar lo que saben o creen acerca del arrepentimiento. Una manera posible de hacerlo es invitarlos a evaluar los enunciados siguientes. Podría imprimir cada enunciado por separado y mostrarlos en la pizarra. Luego, los alumnos podrían dividir los enunciados en las categorías de Verdades o Mitos . Otra opción es realizar una encuesta digital anónima e invitar a los alumnos a responder.
¿Son verdades o mitos los enunciados siguientes?
El propósito principal del arrepentimiento es castigar a los pecadores.
Los que no se arrepientan serán indignos de regresar a vivir con Dios.
Aunque puede ser difícil, el arrepentimiento vale la pena.
El arrepentimiento es un don de Dios.
El Padre Celestial no puede amarme realmente hasta que me arrepienta.
El arrepentimiento es un proceso indoloro.
Las preguntas siguientes podrían ayudar a guiar un análisis sobre las respuestas de los alumnos. Para obtener puntos de análisis útiles, véase Temas del Evangelio, “Arrepentimiento ”, topics.ChurchofJesusChrist.org u “Ocho mitos sobre el arrepentimiento ”, Liahona , marzo de 2016, págs. 52–55.
Nota: No dedique demasiado tiempo al análisis; los alumnos compararán estos enunciados con las enseñanzas del Salvador más adelante en la lección.
Invite a los alumnos a anotar brevemente en su diario de estudio sus sentimientos en cuanto al arrepentimiento. Podría pedirles que incluyan sus pensamientos sobre las verdades y los mitos que analizaron.
En Doctrina y Convenios 19 , el Señor respondió a las preocupaciones de Martin Harris en cuanto a la posibilidad de perder su granja para pagar la impresión del Libro de Mormón. El Señor le enseñó a Martin acerca del arrepentimiento y Su gran sacrificio expiatorio. A medida que estudies hoy, podrías anotar en tu diario de estudio las verdades que aprendas acerca del Salvador y la bendición del arrepentimiento que Él nos ofrece.
Su sufrimiento alivia el nuestro
Para la siguiente actividad de aprendizaje, los alumnos podrían estudiar en grupos pequeños. Aliente a los alumnos a ser reverentes a medida que estudien estos versículos.
Es posible que a los alumnos les interese saber que Doctrina y Convenios 19:16–19 es el único relato de las Escrituras que incluye la descripción personal del Salvador de Su sufrimiento.
Lee Doctrina y Convenios 19:15–20 y busca lo que el Salvador desea que aprendas sobre Él y el arrepentimiento. Podrías orar e invitar al Espíritu Santo para que te ayude a comprender lo que el Señor desea que sepas y sientas a partir de estos versículos.
Doctrina y Convenios 19:16–19 es un pasaje del Dominio de la doctrina. Considere invitar a los alumnos a marcar los pasajes del Dominio de la doctrina de forma particular para que puedan encontrarlos con facilidad.
Cuando los alumnos comparten lo que están aprendiendo, el Espíritu Santo puede fortalecer su testimonio de esas verdades. Una manera de proporcionar esta oportunidad es dar a cada grupo media hoja de papel. Invite a los grupos a escribir en el papel una verdad significativa que hayan aprendido sobre el arrepentimiento o sobre el Salvador a partir de su estudio. Invite a un representante de cada grupo a ponerse de pie, leer su verdad en voz alta y luego mostrarla en la pizarra.
Invite a los grupos a comparar lo que la clase aprendió de los versículos con las verdades y mitos que repasaron al principio de la clase. Podrían analizar preguntas como las siguientes:
¿Cómo pueden las enseñanzas del Salvador ayudarnos a reconocer más fácilmente las verdades y los mitos sobre el arrepentimiento?
¿De qué manera podrías reescribir correctamente estos mitos para que reflejen verdades sobre el arrepentimiento?
Haga hincapié en las verdades siguientes: Jesucristo estuvo dispuesto a sufrir Su expiación por todas las personas (versículos 16, 19 ). Si elegimos no arrepentirnos, sufriremos el castigo por nuestros pecados (versículo 17 ).
A fin de ayudar a los alumnos a sentir la importancia de estas verdades, considere la posibilidad de analizar preguntas como las siguientes:
¿Qué efecto causan las propias palabras del Salvador en cuanto a Su expiación en la manera en que te sientes respecto a Él? ¿Por qué?
¿De qué manera el mandamiento del Señor de arrepentirnos es una demostración de Su amor por nosotros?
¿Cómo puede aumentar nuestro deseo de arrepentirnos el comprender el amor del Salvador por nosotros?
El don del arrepentimiento del Salvador
Brinde a los alumnos la oportunidad de considerar lo que sienten por el Salvador. A continuación, se describen tres formas distintas de hacerlo. Podría compartir un video, invitar a los alumnos a estudiar declaraciones de los líderes de la Iglesia o cantar un himno juntos como clase. Podría utilizar una o más de estas opciones según las necesidades de sus alumnos y las impresiones del Espíritu Santo.
Podría mostrar el video “De tal manera amó Dios al mundo ” (4:48), desde 1:56. Este video se encuentra disponible en LaIglesiadeJesucristo.org y puede ayudar a los alumnos a visualizar lo que el Salvador estuvo dispuesto a sufrir para darnos la oportunidad de arrepentirnos. Si decide mostrarlo, luego podría invitar a los alumnos a expresar lo que sienten acerca del Salvador y el don del arrepentimiento.
4:55
Declaraciones de los líderes de la Iglesia
Considere separar las dos declaraciones del volante adjunto y dar a cada alumno una de ellas. Invítelos a estudiarla y a escribir en el reverso por qué es importante que un adolescente la comprenda. Luego, invítelos a intercambiar papeles con un alumno que haya tenido la otra declaración y a leer la declaración y lo que el otro alumno escribió.
El élder Lynn G. Robbins, de los Setenta, observó lo siguiente:
Nadie está más de nuestro lado que el Salvador […].
El arrepentimiento no es Su plan B por si fallamos. El arrepentimiento es Su plan (Lynn G. Robbins, “Hasta setenta veces siete ”, Liahona , mayo de 2018, pág. 22).
El presidente Russell M. Nelson testificó:
Jesucristo es nuestro máximo ejemplo, “quien, por el gozo puesto delante de él, sufrió la cruz” [Hebreos 12:2 ]. ¡Piensen en ello! A fin de que Él pudiese soportar la experiencia más intensa que se haya padecido en la tierra, ¡nuestro Salvador se centró en el gozo !
¿Y cuál fue el gozo que se puso delante de Él? Seguramente incluía el gozo de limpiarnos, sanarnos y fortalecernos; el gozo de pagar por los pecados de todo el que se arrepintiera; el gozo de hacer posible que ustedes y yo regresáramos a casa —limpios y dignos— para vivir con nuestros Padres Celestiales y nuestras familias (Russell M. Nelson, “El gozo y la supervivencia espiritual ”, Liahona , noviembre de 2016, pág. 83)
Si utiliza esta opción, podría permitir que los alumnos compartan frases sobre el Salvador de diferentes himnos que enseñen acerca de Su don de arrepentimiento. Según las necesidades y habilidades de sus alumnos, puede elegir cantar algunos de los himnos como clase. Podría sugerir a los alumnos que vinculen estos himnos a Doctrina y Convenios 19:16–19 en su ejemplar de las Escrituras.
Dé tiempo a los alumnos para que reflexionen sobre lo que hayan aprendido y sentido. Puede invitarlos a anotar sus pensamientos e impresiones en su diario de estudio. Podría invitar a los alumnos a considerar cómo podrían invitar más plenamente la bendición del arrepentimiento del Salvador a su vida.
Esté atento a las impresiones del Espíritu. Podría invitar a los alumnos a compartir su testimonio unos con otros.
Podría ayudar a los alumnos a memorizar la referencia y la frase clave del Dominio de la doctrina durante esta lección y repáselos en lecciones futuras. La frase clave de la Escritura es “Yo, [Jesucristo], he padecido estas cosas por todos”. En los materiales del apéndice que se encuentran bajo el encabezamiento “Actividades de repaso del Dominio de la doctrina” hay ideas para las actividades de memorización.
El presidente Dallin H. Oaks, de la Primera Presidencia, testificó:
Nuestro Salvador y Redentor soportó un sufrimiento incomprensible para convertirse en un sacrificio por los pecados de todos los seres mortales que se arrepientan. Ese sacrificio expiatorio ofreció el bien supremo, el Cordero puro y sin mancha, a cambio de la medida suprema de la maldad: los pecados del mundo entero. Nos abrió la puerta a todos nosotros para que seamos limpios de nuestros propios pecados a fin de que podamos ser readmitidos en la presencia de Dios, nuestro Padre Eterno. Esa puerta abierta está disponible para todos los hijos de Dios […].
Nuestro Salvador siente y conoce nuestras tentaciones, nuestras dificultades, nuestras angustias y nuestros sufrimientos, porque los padeció todos por voluntad propia como parte de Su expiación […]. Todos los que padecen cualquier clase de debilidad terrenal deben recordar que nuestro Salvador también sufrió ese tipo de dolor, y que, mediante Su expiación, nos ofrece a cada uno de nosotros la fortaleza para sobrellevarlo (Dallin H. Oaks, “¿Qué ha hecho nuestro Salvador por nosotros? ”, Liahona , mayo de 2021, págs. 76, 77).
El presidente Russell M. Nelson enseñó lo siguiente:
Demasiadas personas consideran el arrepentimiento como un castigo; algo a evitarse excepto en las circunstancias más graves; pero es Satanás quien genera ese sentimiento de castigo. Él trata de impedir que miremos hacia Jesucristo, que espera con los brazos abiertos, con la esperanza y disposición de sanarnos, perdonarnos, limpiarnos, fortalecernos, purificarnos y santificarnos […].
Nada es más liberador, más ennoblecedor ni más crucial para nuestro progreso individual que centrarse con regularidad y a diario en el arrepentimiento. El arrepentimiento no es un suceso; es un proceso; es la clave de la felicidad y la paz interior. Cuando lo acompaña la fe, el arrepentimiento despeja el acceso al poder de la expiación de Jesucristo (Russell M. Nelson, “Podemos actuar mejor y ser mejores ”, Liahona , mayo del 2019, pág. 67).
El élder Neil L. Andersen, del Cuórum de los Doce Apóstoles, observó lo siguiente:
Algunas veces al arrepentirnos, al esforzarnos a diario para llegar a ser más como Cristo, nos encontramos reiteradamente luchando con las mismas dificultades […]. No se desanimen; si están esforzándose y tratando de arrepentirse, están en el proceso del arrepentimiento (Neil L. Andersen, “Arrepent[íos]… para que yo os sane ”, Liahona , noviembre de 2009, pág. 41).
Desmayar significa eludir o evitar hacer algo, por lo general, cuando es difícil o doloroso.
2:3
Video: “Merced, justicia y amor” (5:36).
El élder Jeffrey R. Holland, del Cuórum de los Doce Apóstoles, relató la historia de dos hermanos que escalaban la pared de un peligroso cañón. Comparó las acciones salvadoras de uno de los hermanos con las de Cristo al realizar la Expiación.
5:35
Tal vez quiera invitar a los alumnos a estudiar la sección “Jesucristo te ayudará ” (Para la fortaleza de la juventud: Una guía para tomar decisiones , 2022, págs. 6–9).
Podría invitar a los alumnos a explicar lo que aprendieron en grupos pequeños; luego un representante del grupo podría compartir con la clase. Como alternativa, los alumnos podrían representar verdades significativas dibujando, escribiendo un poema o creando un meme para compartir en las redes sociales.
Lean Doctrina y Convenios 19:18–19 y analicen cómo el Señor utilizó el símbolo de beber una “amarga copa” para representar Su sufrimiento durante Su expiación. Considere la posibilidad de utilizar las preguntas siguientes como ayuda para guiar el análisis.
“¿Cuáles son algunas circunstancias amargas a las que se enfrentan las personas en la actualidad?”.
“¿Qué lecciones podríamos aprender del ejemplo del Salvador?”.
“¿Cómo podemos poner en práctica este ejemplo en nuestra vida?”.