Seminario
Lección 84: Evalúa tu aprendizaje 5: Doctrina y Convenios 51–75


“Lección 84: Evalúa tu aprendizaje 5: Doctrina y Convenios 51–75”, Doctrina y Convenios: Manual del maestro de Seminario, 2025

“Evalúa tu aprendizaje 5”, Doctrina y Convenios: Manual del maestro de Seminario

Lección 84: Doctrina y Convenios 71–75

Evalúa tu aprendizaje 5

Doctrina y Convenios 51–75

medición de la altura de un niño

Reflexionar sobre nuestro aprendizaje espiritual y evaluarlo nos pueden ayudar a acercarnos más al Salvador. Esta lección puede ayudar a los alumnos a recordar y evaluar la forma en que sus experiencias durante su estudio de Doctrina y Convenios los han ayudado a crecer espiritualmente.

Algunas posibles actividades de aprendizaje

Nota: Es posible que no tenga suficiente tiempo en la clase para llevar a cabo cada oportunidad de evaluación que se proporciona en esta lección. Elija las secciones que considere más beneficiosas para los alumnos al evaluar su aprendizaje.

Evalúa tu progreso

Considere brindar a los alumnos la oportunidad de compartir sus respuestas a las preguntas siguientes con varios compañeros de clase. Para ello, podría darles un minuto a fin de que busquen a un compañero de clase y compartan sus respuestas. Pueden repetir esto varias veces.

(Si lo desea, dé un ejemplo compartiendo una actividad que le guste. Considere mostrar una imagen de una herramienta que se utiliza para medir el progreso de la actividad. Por ejemplo, si le gusta correr, podría mostrar un cronómetro y explicar cómo se puede usar para medir su crecimiento).

  • ¿En qué actividad te gusta participar?

  • ¿Cómo sabes si estás mejorando? ¿Utilizas alguna herramienta específica para medir tu progreso?

Así como medir nuestro progreso físico nos ayuda a ver nuestro crecimiento, debemos dedicar tiempo a evaluar nuestro crecimiento espiritual. El Espíritu Santo nos ayuda a medir nuestro progreso espiritual. Una manera de invitar al Espíritu Santo a que nos ayude a ver nuestro progreso es reflexionar en oración sobre las lecciones espirituales que hemos aprendido y considerar cómo hemos crecido espiritualmente al poner en práctica esas lecciones en nuestra vida.

Invite a los alumnos a leer sus notas y su ejemplar de las Escrituras de las últimas semanas de Seminario (Doctrina y Convenios 51–75) y buscar las lecciones que han aprendido y las metas que se han fijado. Muestre las preguntas siguientes para ayudar a los alumnos a reflexionar sobre su crecimiento espiritual. Los alumnos podrían elegir escribir sus respuestas en un diario de estudio o meditar sobre ellas.

  • ¿Cuáles son algunas de las cosas que has hecho para poner en práctica las verdades espirituales que has aprendido en Seminario? ¿De qué manera el poner en práctica esas verdades te ayuda a crecer espiritualmente?

  • ¿Cómo has notado que el Padre Celestial y el Salvador te ayudan cuando pones en práctica lo que aprendes en tus esfuerzos por llegar a ser más como Ellos?

Brinde a los alumnos la oportunidad de compartir respuestas que no sean demasiado personales. Anime a los alumnos a ser sensibles al Espíritu en tanto buscan maneras de seguir poniendo en práctica esas lecciones en su vida.

Explicar el propósito de los mandamientos

Considere mostrar la primera oración de la siguiente declaración del presidente Russell M. Nelson y reemplace la palabra “leyes” por un espacio en blanco. Los alumnos podrían sugerir posibles opciones para reemplazar la palabra que falta. Después de que los alumnos hayan intentado reconocer la palabra que falta, muestre la declaración completa.

Presidente Russell M. Nelson

Debido a que el Padre y el Hijo nos aman con un amor infinito y perfecto, y a causa de que saben que no podemos ver todo lo que Ellos ven, nos han dado leyes que nos guiarán y protegerán. Existe una fuerte conexión entre el amor de Dios y Sus leyes (Russell M. Nelson, “The Love and Laws of God”, devocional en la Universidad Brigham Young, 17 de septiembre de 2019, pág. 2, speeches.byu.edu).

  • ¿Qué mandamiento te ha ayudado a sentirte protegido y amado por Dios?

    Invite a los alumnos a utilizar su ejemplar de las Escrituras y sus notas para buscar respuestas a la pregunta siguiente.

  • ¿Cuáles son algunas de las leyes de Dios que hemos estudiado recientemente en Doctrina y Convenios?

Podría pedir a un alumno que escriba las respuestas a la pregunta en la pizarra. Tal vez mencionen algunas de las leyes siguientes: El arrepentimiento (58:42–43), santificar el día de reposo (59:9–13), la castidad (63:13–16) y perdonar a los demás (64:9–11).

Muestre una situación hipotética como la siguiente. Invite a los alumnos a practicar cómo explicarían el propósito de los mandamientos a su amigo. Las preguntas que siguen a la situación hipotética podrían ayudar a guiar sus respuestas.

Imagina que uno de tus amigos comparte contigo su frustración por un mandamiento. Se pregunta por qué Dios se molestaría siquiera en darnos mandamientos.

Escoge un mandamiento que hayas estudiado en Doctrina y Convenios este año y comparte lo siguiente:

  • Cómo ese mandamiento es una protección y guía de nuestro Padre Celestial.

  • Cómo ese mandamiento es una prueba del amor de Dios.

Entregar el corazón y una mente bien dispuesta al Señor

Como parte del estudio de Doctrina y Convenios 64:20–43, es posible que haya invitado a los alumnos a dibujar imágenes como las siguientes en su diario de estudio. Considere mostrar esta imagen y pedir a los alumnos que compartan lo que recuerden acerca de esa lección. Fueron invitados a colorear cuánto de su mente y corazón sentían que estaban dando al Señor.

corazón y mente

Invite a los alumnos a buscar su dibujo o a tratar de recordar cómo era. Ayúdelos a recordar que la forma en que colorearon su corazón y mente fue solo un reflejo de un momento en el tiempo. Es cambiante, no permanente. Pueden buscar la ayuda del Salvador para llegar a estar dispuestos a entregarle más de su mente y corazón. Anime a los alumnos a reflexionar sobre sus experiencias respondiendo algunas de las preguntas siguientes en su diario de estudio.

  • ¿Qué hiciste o podrías hacer para aumentar tu deseo de entregar al Salvador el corazón y la mente?

  • ¿Qué cambios has notado en tu deseo de entregar el corazón y la mente al Salvador?

  • ¿Cómo han influido tus pensamientos y acciones en tu relación con los demás y con Jesucristo?

Dé a algunos alumnos la oportunidad de compartir lo que les pareció significativo de esa experiencia y cómo influyó en ellos.

Luego, los alumnos podrían dibujar un segundo corazón y mente en su diario de estudio junto a su dibujo original. Invítelos a colorear cuánto de su corazón y mente le están entregando al Salvador ahora como resultado de sus esfuerzos por mejorar. Los alumnos pueden comparar las dos imágenes y determinar si su disposición a entregar al Salvador su corazón y mente ha mejorado.

Santificar el día de reposo

Considere mostrar la siguiente parte de una pregunta para obtener la recomendación para el templo e invitar a los alumnos a compartir lo que han aprendido acerca de santificar el día de reposo este año. (Si fuera necesario, podría conceder tiempo a los alumnos para que repasen brevemente Doctrina y Convenios 59 o las anotaciones en su diario de la lección de esa sección).

¿[T]e esfuerza[s] por santificar el día de reposo tanto en [t]u casa como en la Iglesia…?

Como parte de la lección sobre Doctrina y Convenios 59, es posible que haya invitado a los alumnos a elaborar un plan para honrar al Salvador en el día de reposo. Si es así, invítelos a reflexionar sobre lo que han hecho como resultado de ello. Puede resultar útil que, quienes así lo deseen, compartan parte de su plan con la clase.

Considere mostrar las preguntas siguientes para ayudar a los alumnos a evaluar sus esfuerzos por santificar el día de reposo. Invítelos a seleccionar dos o tres preguntas de la lista para responderlas en su diario de estudio.

  • Piensa en algo que hayas hecho para santificar el día de reposo. ¿Cómo ha mejorado tu experiencia en el día de reposo gracias a eso?

  • ¿De qué manera tus esfuerzos por santificar el día de reposo te han acercado más al Padre Celestial y al Salvador?

  • ¿Cuáles son algunos de los desafíos que enfrentas al santificar el día de reposo?

  • ¿Qué te gustaría comenzar a hacer para santificar el día de reposo?

  • ¿Por qué es importante santificar el día de reposo?

  • ¿Qué hay en tu lista que aún no has hecho y que podrías comenzar a hacer este domingo para santificar el día de reposo?

  • ¿Cómo has honrado mejor al Padre Celestial y a Jesucristo al comenzar o dejar de hacer ciertas cosas en el día de reposo?

Si bien estas preguntas tienen el objetivo de que los alumnos evalúen individualmente sus esfuerzos por santificar el día de reposo, si lo considera apropiado, podría invitar a los alumnos que así lo deseen a compartir algunas de sus respuestas y experiencias.

Anime a los alumnos en sus esfuerzos por recibir las bendiciones de honrar el día de reposo, especialmente a aquellos que quizás aún no hayan emprendido ninguna acción. Podría invitarlos a programar un recordatorio en su teléfono para hacer algo a fin de santificar mejor el siguiente día de reposo. Testifique del deseo del Salvador de que vengan a Él y que guardar el día de reposo es una manera de acercarnos a Él.