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Lección 130: La expulsión de Misuri: Acudir a Dios durante nuestras aflicciones


“Lección 130: La expulsión de Misuri: Acudir a Dios durante nuestras aflicciones”, Doctrina y Convenios: Manual del maestro de Seminario, 2025

“La expulsión de Misuri”, Doctrina y Convenios: Manual del maestro de Seminario

Lección 130: Doctrina y Convenios 115–120

La expulsión de Misuri

Acudir a Dios durante nuestras aflicciones

El otoño y el invierno de 1838–1839 fue una época de dificultad extrema para los santos de Misuri. A medida que aumentaban los conflictos entre los miembros de la Iglesia y otros habitantes de Misuri, el gobernador Lilburn W. Boggs ordenó que los santos fueran expulsados del estado. Durante esos momentos de dificultad, muchos acudieron a Dios y recibieron Su ayuda. Esta lección puede ayudar a los alumnos a sentir un mayor deseo de acudir a Dios cuando se enfrenten a situaciones difíciles.

Los santos siendo expulsados de Misuri

Algunas posibles actividades de aprendizaje

¿A quién acudes?

Valore la posibilidad de mostrar la declaración siguiente e invitar a un alumno a leerla en voz alta.

El élder Joseph B. Wirthlin (1917–2008), del Cuórum de los Doce Apóstoles, enseñó lo siguiente:

Élder Joseph B. Wirthlin

La forma en que reaccionamos ante la adversidad es un factor importante respecto a cuán felices y exitosos seamos en la vida (Joseph B. Wirthlin, “Venga lo que venga, disfrútalo”, Liahona, noviembre de 2008, pág. 26).

  • ¿Qué ejemplos se te ocurren que ilustren lo que se enseña en esa declaración?

Invite a los alumnos a pensar en situaciones difíciles que estén afrontando o que hayan experimentado en el pasado, y luego a reflexionar sobre cómo suelen reaccionar o han reaccionado ante situaciones difíciles. Podría pedir a algunos alumnos que así lo deseen que compartan con la clase respuestas que no sean demasiado personales.

Aliente a los alumnos a que, durante su estudio, presten atención a las impresiones del Espíritu. Las impresiones espirituales pueden ayudarlos a saber la forma en que Dios desea que reaccionen ante situaciones difíciles.

Las dificultades en Misuri

Explique que, entre 8000 y 10 000 santos vivían en el norte de Misuri en 1839. Entre enero y marzo, la mayoría se vio obligada a abandonar sus tierras y hogares. Los resúmenes siguientes pueden ayudar a los alumnos a entender el contexto que condujo a esas circunstancias. Podría mostrar los resúmenes o imprimirlos, y asignar a algunos alumnos para que los compartan con la clase.

En lugar de utilizar los resúmenes, podría mostrar “1838: The Year the Saints Were Driven Out of Missouri” (5:15), disponible en LaIglesiadeJesucristo.org.

5:14

1838: The Year the Saints Were Driven Out of Missouri

  1. Cinco años después de que los santos fueran expulsados del condado de Jackson, Misuri, habían establecido comunidades nuevas en otras regiones del estado. Muchos residentes de Misuri estaban enojados por el número creciente de santos, así como por las declaraciones que los líderes de la Iglesia habían hecho de que los santos se defenderían de los populachos futuros. Para complicar las cosas, un grupo pequeño de miembros de la Iglesia comenzó a amenazar a los enemigos de la Iglesia (véase Santos, tomo I, págs. 317–319).

  2. Las tensiones en aumento entre los santos y los residentes de Misuri acabaron generando enfrentamientos violentos. Los santos de algunos asentamientos pequeños se vieron obligados a huir cuando los populachos destruyeron sus hogares y propiedades. El 25 de octubre de 1838, tres hombres Santos de los Últimos Días y un miembro de la milicia de Misuri murieron en lo que se conoció como la batalla del río Crooked (véase Santos, tomo I, págs. 328–333, 335–340, 341–351).

  3. El gobernador de Misuri, Lilburn W. Boggs, recibió informes sumamente exagerados que afirmaban que entre cincuenta y sesenta habitantes de Misuri habían muerto en la batalla. También recibió declaraciones juradas de antiguos líderes de la Iglesia enojados, que testificaron falsamente en contra de José Smith. El 27 de octubre de 1838, el gobernador Boggs emitió una orden ejecutiva, en la que se declaraba lo siguiente: “Los mormones deben ser tratados como enemigos y deben ser exterminados o expulsados del estado” (véase Santos, tomo I, págs. 352–353).

  4. Después de ese acontecimiento, miembros de la milicia de Misuri arrestaron al profeta José Smith y a otros líderes de la Iglesia. Los populachos atacaron la ciudad de Far West y otros asentamientos de Santos de los Últimos Días (véase Santos, tomo I, págs. 354–365, 366–374).

    • Si hubieras sido miembro de la Iglesia durante esa época, ¿cómo describirías los sentimientos o las preguntas que podrías haber tenido?

    • ¿Qué medidas hubieras querido tomar?

Durante esos momentos difíciles, muchos santos demostraron su fe acudiendo a Dios.

ícono de volanteEl relato siguiente puede ayudar a los alumnos a ver un ejemplo de cómo una miembro de la Iglesia decidió acudir a Dios durante sus aflicciones. Valore la posibilidad de entregar el volante titulado “El relato de Amanda Smith en Hawn’s Mill”.

Podrían estudiar ese relato juntos como clase, y algunos alumnos podrían turnarse para leer en voz alta partes del relato. Los alumnos también podrían estudiarlo en grupos pequeños.

El relato de Amanda Smith en Hawn’s Mill

una joven pionera en el campo

El 30 de octubre de 1838, populachos de Misuri atacaron un asentamiento de Santos de los Últimos Días conocido como Hawn’s Mill. Dispararon contra hombres y niños que habían entrado a una herrería para buscar refugio y defender a su pueblo. Diecisiete Santos de los Últimos Días murieron en el ataque y más de una docena resultaron heridos.

Entre los heridos se encontraba Alma Smith, de seis años, quien perdió toda la articulación de la cadera tras recibir un disparo. Su madre, Amanda Barnes Smith, se sintió desconsolada cuando lo encontró. Ella, además, lloraba por su esposo y por su hijo de diez años, quienes murieron en el ataque.

Sin nadie que pudiera ayudarla, Amanda reunió a los hijos que le quedaban y oró pidiendo guía. “Oh, mi Padre Celestial”, rogó ella, “tú ves a mi pobre muchacho herido y conoces mi inexperiencia. Padre Celestial, indícame lo que debo hacer”.

Cuando Amanda terminó su oración, escuchó una voz que le indicó que mezclara cenizas con agua. Utilizó la solución para lavar la herida de Alma hasta que quedó limpia. A continuación, Amanda se sintió inspirada a arrancar raíces de un olmo y molerlas hasta convertirlas en pulpa, la cual puso sobre la herida de Alma que envolvió con una tela de lino.

“Ahora quédate recostado y no te muevas, y el Señor te hará otra cadera”, dijo a su hijo.

La herida de Alma impidió que Amanda y su familia evacuaran el lugar después del ataque. Con el transcurso de las semanas, el populacho fijó un plazo para que ella y los demás santos que quedaban se marcharan. El temor de Amanda aumentaba a medida que se acercaba la fecha límite. Se ocultó en un fardo de cañas de maíz para poder orar en voz alta sin que nadie la escuchara. Entonces oyó una voz que repetía estas palabras:

  • Al alma que anhele la paz que hay en mí,

  • no quiero, no puedo dejar en error;

  • yo lo sacaré de tinieblas a luz,

  • y siempre guardarlo, y siempre guardarlo, y siempre guardarlo con grande amor.

Esas palabras del himno “Qué firmes cimientos” (Himnos, nro. 40) ayudaron a Amanda a experimentar una sensación nueva de fortaleza y valor.

Poco después, Amanda estaba afuera cuando escuchó a sus hijos gritar dentro de su casa. Se apresuró a volver a la casa, y vio a Alma corriendo por la habitación, quien exclamó: “¡He sanado, mami, he sanado!”. Amanda y sus hijos abandonaron Hawn’s Mill poco tiempo después

(Cita y resumen de Santos, tomo I, págs. 354–357, 360–362, 386–387).

  • ¿Qué te llamó la atención de este relato?

  • ¿Qué aprendiste o sentiste acerca del Padre Celestial y Jesucristo al leer ese relato?

A medida que los alumnos expresen sus respuestas a la pregunta anterior, podría invitarlos a mencionar las verdades que estén aprendiendo que puedan ayudarlos durante sus pruebas. La siguiente es una de las verdades que los alumnos podrían reconocer: Al acudir a Dios durante nuestras aflicciones, podemos experimentar Su guía, consuelo y fortaleza.

Podrían cantar o escuchar juntos como clase el himno “Qué firmes cimientos” (Himnos, nro. 40). Las palabras que fortalecieron a Amanda Smith se encuentran en la séptima estrofa.

Pasajes de las Escrituras que nos ayudan a acudir a Dios

Dedica un tiempo a buscar pasajes de las Escrituras que puedan aumentar tu deseo de acudir a Dios cuando enfrentes dificultades. Podrías estudiar algunos de los pasajes siguientes o todos ellos, o buscar otros diferentes.

  • ¿Qué te pareció significativo en los versículos que estudiaste? ¿Por qué?

  • ¿En qué ocasiones te ha bendecido Dios a ti o a otras personas que conozcas al acudir a Él en una situación difícil?

Como parte del análisis de la pregunta anterior, usted podría compartir un ejemplo de su propia vida.

Piensa en tu vida

A fin de ayudar a los alumnos a reflexionar sobre lo que han aprendido o sentido, invítelos a responder al menos una de las preguntas siguientes en su diario de estudio:

  • ¿Qué has aprendido o sentido hoy que pueda fortalecerte la próxima vez que te enfrentes a una situación difícil?

  • ¿Qué te has sentido inspirado a hacer mientras estudiabas hoy?

Valore la posibilidad de pedir a algunos alumnos que así lo deseen que compartan lo que escribieron. Testifique de las verdades que hayan analizado y anime a los alumnos a actuar de acuerdo con las impresiones que hayan recibido.