“Lección 129: Doctrina y Convenios 119–120: La ley del diezmo del Señor”, Doctrina y Convenios: Manual del maestro de Seminario , 2025
“Doctrina y Convenios 119–120”, Doctrina y Convenios: Manual del maestro de Seminario
En el verano de 1838, los santos estaban experimentando dificultades económicas mientras trabajaban para pagar la deuda y edificar la Iglesia en el norte de Misuri. El profeta José Smith procuró el consejo del Señor y recibió la revelación registrada en Doctrina y Convenios 119 . En Su consejo a los santos, el Salvador revela verdades relacionadas con Su ley del diezmo. Esta lección puede ayudar a los alumnos a sentir un mayor deseo de vivir la ley del diezmo del Salvador.
Algunas posibles actividades de aprendizaje
Invite a los alumnos a considerar la situación hipotética siguiente o algo similar que se ajuste mejor a las necesidades de la clase.
Imagina que los misioneros de tu área están enseñando a una de tus amigas y te invitan a participar. En la lección de ese día, le explican la ley del diezmo. Después de la lección, tu amiga te menciona que tiene inquietudes sobre el pago del diezmo.
Podría anotar en la pizarra las respuestas de los alumnos a la pregunta anterior. Luego invítelos a reflexionar sobre sus propios sentimientos acerca de la ley del diezmo del Señor, incluso en lo importante que es para ellos vivir esa ley en la actualidad. Pídales que piensen en cualquier pregunta o inquietud que puedan tener relacionada con la ley del diezmo.
Aliente a los alumnos a buscar enseñanzas mientras estudian, que puedan ayudarlos a sentir un mayor deseo de obedecer la ley del diezmo del Señor.
El Salvador reveló Su ley del diezmo a los santos
Se puede leer o resumir el párrafo siguiente para brindar el contexto histórico de Doctrina y Convenios 119 . Como alternativa, puede pedir a un alumno que lea la introducción de la sección 119.
Para julio de 1838, la Iglesia se encontraba bajo una enorme presión financiera. Aun así, los miembros de la Iglesia habían recibido instrucciones de trasladarse al norte de Misuri y edificar un templo en Far West (véase Doctrina y Convenios 115:8–12 ). El profeta José Smith se reunió con otros líderes de la Iglesia para pensar en cómo ser obedientes a los mandamientos del Señor. En respuesta a su petición con espíritu de oración, el Salvador les brindó consejos sobre la ley del diezmo.
Lee Doctrina y Convenios 119:1–4 y encuentra lo que enseñó el Salvador.
Profundizar la comprensión
Recuerde a los alumnos las preguntas o dudas respecto del diezmo que analizaron al comienzo de la lección.
Conceda tiempo a los alumnos para estudiar los recursos del volante “Enseñanzas acerca de la ley del diezmo del Salvador”. Podrían estudiarlos de forma individual o con un compañero. Invítelos a buscar enseñanzas que puedan ayudar a alguien que tenga dudas sobre el pago del diezmo.
O bien, en lugar de utilizar los recursos del volante, los alumnos podrían buscar los suyos propios. Ellos podrían usar las ayudas para el estudio o la Biblioteca del Evangelio a fin de buscar pasajes de las Escrituras o declaraciones de los líderes de la Iglesia sobre el diezmo.
Estudia los recursos siguientes y busca lo que podría motivarte a ti o a otras personas a obedecer la ley del diezmo.
Pasajes de las Escrituras:
Declaraciones y otros recursos:
El presidente Steven J. Lund, Presidente General de los Hombres Jóvenes, enseñó lo siguiente:
Cuando los jóvenes pagan un diezmo íntegro, crean un vínculo con el Padre Celestial que permanece. Cada vez que ellos obedecen ese mandamiento y hacen ese pago, se crea un nuevo vínculo de sacrificio y conexión (Steven J. Lund, “Seminario, Instituto y otras cosas que funcionan ”, discurso pronunciado en la transmisión de la capacitación anual de Seminarios e Institutos, 27 de enero de 2023, broadcasts.ChurchofJesusChrist.org ).
Para la Fortaleza de la Juventud: Una guía para tomar decisiones aconseja lo siguiente:
Muestra amor por Dios al guardar Sus mandamientos […].
Al ayunar y pagar los diezmos y las ofrendas, muestras a Dios que Su obra es más importante para ti que las cosas materiales (Para la Fortaleza de la Juventud: Una guía para tomar decisiones , 2022, pág. 11 ).
Cuando prestaba servicio como miembro de los Setenta, el élder Stanley G. Ellis preguntó lo siguiente:
¿Tenemos la fe para confiar en Sus promesas en cuanto al diezmo, de que con el 90 por ciento de nuestro ingreso más la ayuda del Señor , estamos en mejores condiciones que con el 100 por ciento de nuestro ingreso anual por nosotros mismos ? (Stanley G. Ellis, “¿Confiamos en Él? Lo difícil es bueno ”, Liahona , noviembre de 2017, pág. 114).
El élder David A. Bednar, del Cuórum de los Doce Apóstoles, enseñó lo siguiente:
Con frecuencia, al enseñar y testificar acerca de la ley del diezmo, hacemos hincapié en las bendiciones temporales inmediatas, dramáticas y fácilmente reconocibles que recibimos; y con seguridad se reciben esas bendiciones. Sin embargo, algunas de las muchas bendiciones que recibimos al obedecer este mandamiento son significativas, pero sutiles […].
Por ejemplo, una sutil pero significativa bendición que recibimos es el don espiritual de la gratitud que permite que el aprecio por lo que tenemos reprima nuestros deseos de lo que queremos […].
A veces, es posible que le pidamos a Dios tener éxito y Él nos dé fortaleza física y mental. Quizás supliquemos por prosperidad y recibamos una perspectiva más amplia y más paciencia (véase David A. Bednar, “Las ventanas de los cielos ”, Liahona , noviembre de 2013, págs. 17–18).
Mary Fielding Smith era la viuda de Hyrum Smith y madre del presidente Joseph F. Smith. Cuando alguien le sugirió que era demasiado pobre para obedecer la ley del diezmo, respondió lo siguiente:
¿Quiere usted negarme una bendición? […]. Pago mi diezmo no solo porque es una ley de Dios, sino porque espero una bendición al hacerlo (Mary Fielding Smith, citado por Joseph F. Smith, en Conference Report, abril de 1900, pág. 48).
Invite a los alumnos a compartir lo que descubrieron que pueda ser útil para alguien que tenga preguntas o dudas sobre el diezmo. Las preguntas siguientes podrían guiar el análisis.
¿Qué has aprendido sobre el Padre Celestial y Jesucristo al estudiar la ley del diezmo?
¿Qué consejo le darías a alguien que tenga inquietudes sobre el pago del diezmo?
¿De qué maneras has visto que el Señor te bendice a ti o a otras personas por obedecer Su ley del diezmo?
Al analizar la última pregunta anterior, podría compartir un ejemplo de su vida y también utilizar uno de los videos siguientes: “Diezmo: Haré un acto de fe ” (4:47) o “El idioma del Evangelio ” (12:27) desde 5:27 hasta 7:40. Estos videos se encuentran disponibles en LaIglesiadeJesucristo.org .
2:3
12:27
Para concluir la lección, podría invitar a los alumnos a anotar sus respuestas a una de las dos preguntas siguientes o a ambas en su diario de estudio.
Podría invitar a algunos alumnos que así lo deseen a compartir sus ideas. Testifique de las verdades que han analizado y anime a los alumnos a esforzarse por vivir la ley del diezmo a lo largo de su vida.
El élder Robert D. Hales (1932–2017), del Cuórum de los Doce Apóstoles, contó el relato siguiente:
Cuando un amigo del presidente George Albert Smith le preguntó lo que pensaba del plan que tenía de tomar lo que habría sido el diezmo y donar esa décima parte a organizaciones de beneficencia de su elección, el consejo del presidente Smith fue el siguiente:
“Me parece que eres muy generoso con lo que le pertenece a alguien más…
“Me has dicho lo que has hecho con el dinero del Señor, sin ninguna indicación de que hayas dado ni un solo centavo tuyo. Él es el mejor socio que tienes en el mundo; Él te da todo lo que posees, aun el aire que respiras. Él ha dicho que debes dar la décima parte de lo que percibes a la Iglesia según lo estipula el Señor. Eso no es lo que has hecho; has tomado el dinero de tu mejor socio para regalarlo a otros (véase Robert D. Hales, “El diezmo: Una prueba de fe con bendiciones eternas ”, Liahona , noviembre de 2002, pág. 28).
El élder Lynn G. Robbins, de los Setenta, dejó claro lo siguiente:
Ningún obispo ni ningún misionero debe jamás vacilar ni carecer de fe para enseñar la ley del diezmo a los pobres. El sentimiento de que “no pueden darse el lujo de hacerlo”, se debe reemplazar con: “No pueden darse el lujo de no hacerlo”.
Una de las primeras cosas que debe hacer un obispo para ayudar a los necesitados es pedirles que paguen el diezmo. Al igual que la viuda, si una familia indigente se enfrenta con la decisión de pagar su diezmo o de comer, ellos deben pagar su diezmo y el obispo les puede ayudar con los alimentos y con otros artículos necesarios básicos hasta que lleguen a ser autosuficientes […].
Al servir los alimentos, es mucho más fácil apartar un plato al principio de la cena que buscar suficiente para el que llegue tarde una vez que haya terminado la comida y que los alimentos ya se hayan servido. De igual manera, ¿no es mucho más fácil darle al Señor de las primicias que esperar que haya suficiente “de sobra” para darle a Él? En calidad de organizador de nuestro festín, ¿no debe ser Él nuestro invitado de honor, el primero a quien sirvamos? (Lynn G. Robbins, “El diezmo: Un mandamiento incluso para los más pobres ”, Liahona , mayo de 2005, págs. 35, 36).
Podría resultar útil demostrar a los alumnos cómo pagar el diezmo. Valore la posibilidad de llevar un sobre de diezmos y una papeleta de pago a la clase para mostrarles cómo completarla. También podría mostrarles cómo completar una papeleta de diezmo electrónica en donations.ChurchofJesusChrist.org .
A fin de ayudar a los alumnos a entender que el Salvador estableció cómo se debían administrar los fondos del diezmo en Su Iglesia, podría invitarlos a hacer una lista de algunas de las cosas para las que se usan esos fondos en todo el mundo. Si necesitan ayuda, consulte la declaración del élder Robert D. Hales que se encuentra al final de esta actividad.
Ayude a los alumnos a entender que la Primera Presidencia, el Cuórum de los Doce Apóstoles y el Obispado Presidente conforman el Consejo Encargado de la Disposición de los Diezmos. Luego pídales que lean Doctrina y Convenios 120:1 y que busquen al miembro adicional de ese consejo. Si lo desea, invítelos a marcar la frase “por mi propia voz dirigida a ellos” y pregunte lo siguiente:
Podría compartir la declaración siguiente del élder Robert D. Hales, del Cuórum de los Doce Apóstoles. Invite a los alumnos a compartir cualquier pregunta que puedan tener.
Es sorprendente observar cómo ese Consejo está atento a la voz del Señor. Cada miembro está al tanto de todas las decisiones del Consejo y participa en ellas. No se toma ninguna decisión hasta que haya unanimidad en el Consejo. Todos los fondos de diezmos se gastan en los objetivos de la Iglesia, entre los que se cuenta el bienestar: el cuidado de los pobres y los necesitados; templos, edificios y el mantenimiento de centros de reuniones, educación, cursos de estudio; en una palabra, en la obra del Señor […].
Sin excepción, los fondos de los diezmos de la Iglesia se han utilizado para los propósitos del Señor (véase Robert D. Hales, “El diezmo: Una prueba de fe con bendiciones eternas ”, Liahona , noviembre de 2002, pág. 28).