Lección 199: Preparación misional

Compartir el Evangelio por amor cristiano

El amor a Dios y a los demás

Hay muchas razones por las que podríamos elegir compartir el Evangelio de Jesucristo con los demás. Nuestro deseo de compartir el Evangelio aumenta a medida que aprendemos a amar a Dios y a quienes nos rodean. Esta lección puede ayudar a los alumnos a comprender cómo su amor por el Padre Celestial, Jesucristo y otras personas puede motivarlos a compartir el Evangelio.

Posibles actividades de aprendizaje

Motivación para servir

Considere la posibilidad de mostrar imágenes de jóvenes sirviendo en diversas situaciones. Invite a los alumnos a comentar varias razones posibles por las que los jóvenes de cada imagen pueden haber elegido prestar servicio. (Algunas razones podrían ser el deber, el amor, las expectativas de los padres, la culpa o la interacción social).

• Aunque hay muchas razones para servir a los demás, ¿cuáles son las que más nos ayudan a llegar a ser más semejantes al Salvador? ¿Por qué?

Luego, podría mostrar una imagen de alguien compartiendo el Evangelio mientras invita a los alumnos a analizar las preguntas siguientes:

• ¿Cuáles son algunas de las razones por las que alguien podría elegir compartir el Evangelio con un amigo o, incluso, servir en una misión de tiempo completo?

• ¿Qué razones los ayudarán con más probabilidad a ser eficaces a acercar a otros a Dios?

Podría dar tiempo a los alumnos para que mediten y anoten sus sentimientos en su diario de estudio acerca de lo siguiente:

• ¿Cómo se sienten con respecto a compartir el Evangelio de Jesucristo con los demás? ¿Por qué se sienten así?

• ¿Tienen planes de servir en una misión de tiempo completo? Si es así, ¿qué los motiva?

Invite a los alumnos a buscar la guía del Espíritu Santo durante la lección mientras piensan en sus deseos de compartir el Evangelio de Jesucristo.

Los motivos de Dios

Considere explicar a los alumnos que cuando sabemos lo que motiva al Padre Celestial y a Jesucristo a servirnos, podemos emular mejor Sus ejemplos.

A fin de ayudar a los alumnos a entender esto, puede mostrar las referencias siguientes. Invite a cada alumno a escoger uno o dos pasajes para leer y meditar.

Lee uno o dos de los pasajes siguientes y busca lo que enseñan sobre el Padre Celestial y Jesucristo:

• Juan 3:16–17

• Juan 15:12–13

• 2 Nefi 26:24

• Doctrina y Convenios 18:10–13

• Doctrina y Convenios 34:1–3

• Doctrina y Convenios 95:1

• Doctrina y Convenios 138:1–4

Invite a los alumnos a desplazarse por el salón de clases y compartir con los compañeros de clase que eligieron pasajes diferentes acerca de lo que aprendieron sobre el Padre Celestial y Jesucristo.

Cuando terminen, pida a alumnos que así lo deseen que resuman lo que aprendieron sobre el Padre Celestial y Jesucristo.

Ayude a los alumnos a reconocer que el amor es lo que motiva al Padre Celestial y a Jesucristo a prestar servicio.

Es posible que los alumnos necesiten tiempo para meditar sobre las siguientes preguntas antes de sentirse listos para responderlas en voz alta. Si lo desea, concédales tiempo para que escriban sus respuestas en su diario de estudio antes de pedir voluntarios para que las compartan.

• ¿Qué experiencias te han ayudado a sentir el amor que el Padre Celestial y Jesucristo tienen por ti?

• Comprender las razones por las que el Padre Celestial y Jesucristo nos sirven, ¿cómo puede influir en tu deseo de compartir el Evangelio con los demás?

El amor puede motivarnos a compartir el Evangelio

Esta sección de la lección utiliza las enseñanzas del Salvador que se encuentran en Juan 21 para ayudar a los alumnos a comprender que el amor puede motivarnos a compartir el Evangelio.

Una manera alternativa de lograr esto es invitar a los grupos a estudiar la sección “La caridad y el amor”, incluidas las ideas que aparecen en el cuadro “Estudio de las Escrituras” en la página 124 de Predicad Mi Evangelio: Una guía para el servicio misional, 2023, y buscar cómo el amor puede motivarnos a compartir el Evangelio.

Poco después de la crucifixión de Jesucristo, varios de Sus discípulos fueron a pescar. Mientras pescaban, un hombre en la orilla los invitó a echar sus redes por el lado derecho de sus barcos. Después de hacerlo y pescar muchos peces, los discípulos se dieron cuenta de que el hombre era el Salvador resucitado. Cuando llegaron a tierra, Jesús les sirvió dándoles de comer y enseñándoles.

Valore la posibilidad de invitar a los alumnos a buscar las repetidas invitaciones del Salvador a Pedro; para ello, lean juntos Juan 21:15–17 o miren el video “Apacienta mis ovejas” (5:47), disponible en LaIglesiadeJesucristo.org, desde 2:46 hasta el 4:29. (Podría resultar útil para los alumnos saber que la palabra estos en el versículo 15 podría referirse a todos los peces que los discípulos pescaron).

• ¿Qué aprendes de la manera en que Jesús deseaba que Pedro demostrara su amor?

Lee la siguiente declaración del profeta José Smith (1805–1844) para aumentar tu comprensión de las invitaciones de Jesús en Juan 21.

El amor es una de las características principales de la Deidad y aquellos que aspiren a ser los hijos de Dios deben manifestarlo. El hombre que está lleno del amor de Dios no se conforma con bendecir solamente a su familia sino que va por todo el mundo, anheloso de bendecir a toda la raza humana (Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia: José Smith, 2007, pág. 453).

• ¿Qué te llama la atención de la declaración de José Smith?

• ¿Qué aprendiste de Juan 21 y de la declaración de José Smith que podría motivarte a compartir el Evangelio o, posiblemente, a servir en una misión?

• ¿Cuáles crees que son maneras eficaces de profundizar nuestro amor por Dios? ¿Y de profundizar nuestro amor por otras personas?

Superar la indecisión de compartir el Evangelio

Los alumnos podrían formar grupos para realizar la actividad siguiente. Puede resultar útil entregar papel a cada grupo.

1. Como grupo, creen una situación hipotética en la que un joven no esté seguro de servir en una misión de tiempo completo o una adolescente que está indecisa de compartir el Evangelio con una amiga. Escojan a alguien para que escriba la situación hipotética en una hoja de papel. Asegúrense de incluir las razones por las que la persona de la situación se siente reticente.

   Este es un ejemplo de una situación hipotética que los grupos podrían crear: “Antonio escuchó recientemente un discurso de la conferencia en el que se animaba a más jóvenes a prepararse para servir como misioneros del Señor. Sabe que es correcto que él sirva. Sin embargo, le cuesta hablar con las personas que no conoce y siente que no domina tan bien las Escrituras como para enseñar a otros. Le preocupa no ser un misionero eficaz”.

   Después de que los grupos hayan escrito las situaciones hipotéticas que crearon, podría pedirles que las intercambien con otros grupos antes de realizar el paso siguiente.

2. A partir de lo que aprendieron y sintieron hoy, pidan a la persona designada para escribir que anote lo que su grupo diría para ayudar a la persona de la situación hipotética. Incluyan sugerencias de lo que la persona podría hacer para aumentar su amor por el Salvador y por los demás. Si lo desean, incluyan algo acerca de la forma en que sentir el amor del Salvador podría aumentar el deseo de esa persona de prestar servicio.

Considere invitar a los grupos a compartir con la clase cómo respondieron a la situación hipotética del otro grupo.

Para concluir la lección, considere dar tiempo a los alumnos para que anoten en su diario de estudio cómo el amor a Dios y a los demás puede ayudarlos a superar la falta de determinación que puedan sentir a la hora de compartir el Evangelio de Jesucristo.

Recursos adicionales

¿Qué me puede ayudar a superar el miedo a compartir el Evangelio?

El élder L. Tom Perry (1922–2015), del Cuórum de los Doce Apóstoles, explicó lo siguiente:

Algunos miembros parecen desear mantener en secreto el hecho de ser miembros de la Iglesia. Deben tener sus razones. Por ejemplo, ellos podrían creer que no les corresponde compartir sus creencias. Tal vez tengan miedo de cometer un error o de que les hagan una pregunta que no puedan responder. Si tales ideas les pasan alguna vez por la mente, les tengo algunos consejos. Sencillamente recuerden las palabras de Juan: “En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor” (1 Juan 4:18). Si tan solo amamos a Dios y a nuestro prójimo, se nos promete que superaremos nuestros temores […].

Les prometo que si responden a las invitaciones de compartir sus creencias y sentimientos acerca del Evangelio restaurado de Jesucristo, un espíritu de amor y un espíritu de valentía serán su compañero constante, ya que “el perfecto amor echa fuera el temor” (1 Juan 4:18) (L. Tom Perry, “El perfecto amor echa fuera el temor”, Liahona, noviembre de 2011, págs. 43. 44).

¿Cuál es la relación entre el amor y compartir el Evangelio de Jesucristo?

El presidente Dallin H. Oaks, de la Primera Presidencia, enseñó lo siguiente:

Gracias a nuestro testimonio de la verdad e importancia del Evangelio restaurado, comprendemos el valor de lo que se nos ha dado. Gracias a nuestro amor por Dios y por nuestros semejantes, adquirimos el deseo de compartir ese gran don con todos […].

Los misioneros más eficaces, tanto los miembros como los de tiempo completo, siempre obran por amor (Dallin H. Oaks, “Compartir el Evangelio”, Liahona, enero de 2002, págs. 7, 8).

El élder Quentin L. Cook, del Cuórum de los Doce Apóstoles, enseñó lo siguiente:

Cuando se trata de recoger a Israel, debemos […] pasar de los sentimientos de simple responsabilidad o culpa a los sentimientos de amor y participación en la divina labor colaborativa de compartir el mensaje, el ministerio y la misión del Salvador con el mundo.

Como miembros, podemos demostrar nuestro amor por el Salvador y por nuestros hermanos y hermanas de todo el mundo al hacer simples invitaciones (Quentin L. Cook, “Gran amor por los hijos de nuestro Padre”, Liahona, mayo de 2019, pág. 78).

Para ayudar a los alumnos a sentir la importancia de estar motivados por el amor para servir en una misión, considere mostrar “Cara a cara con el élder Rasband, la hermana Oscarson y el hermano Owen” (1:20:41) desde 33:58 hasta 35:43.

Actividades de aprendizaje complementarias

Comienzo alternativo: El buen samaritano

Podría comenzar la clase pidiendo a los alumnos que lean o hagan una dramatización del relato del buen samaritano, que se encuentra en Lucas 10:30–37. Podrían analizar lo que pudo haber motivado al sacerdote, al levita y al samaritano a actuar de la manera en que actuaron. Podrían analizar cómo el amor a Dios y el amor a los demás pudieron haber motivado las acciones del samaritano. Luego, los alumnos podrían meditar sobre sus propios motivos para servir a los demás.

Tender la mano con amor

Considere mostrar el video “Reach Out With Love [Tendamos una mano de amor]” (8:31) e invitar a los alumnos a reconocer las razones por las que Guillermo se acercó a Steve después de que su obispo le pidiera que lo visitara. Anime a los alumnos a establecer conexiones entre la experiencia de Guillermo y el deseo de ellos de compartir el Evangelio con los demás.

Superar las distracciones para servir en una misión

A fin de ayudar a los alumnos a reconocer las distracciones que podrían impedir que alguien sirva en una misión, podría compartir la declaración siguiente del élder Marcos A. Aidukaitis, de los Setenta:

Aunque hay muchos modos de ayudar en el recogimiento, me gustaría hablar de uno en particular: servir como misionero de tiempo completo. Para muchos de ustedes, esto significará ser misioneros de enseñanza; para muchos otros, significará ser misioneros de servicio; pero el mundo intenta distraer a los jóvenes de esa responsabilidad sumamente sagrada valiéndose del temor y las inseguridades.

Algunas otras distracciones podrían ser el atravesar una pandemia, dejar un buen trabajo, posponer los estudios o tener un interés romántico en alguien en particular. Cada persona tendrá su propia serie de desafíos. Tales distracciones pueden surgir en el preciso momento de embarcarse en el servicio del Señor, y las decisiones que después parecen obvias no siempre son tan sencillas en ese momento (Marcos A. Aidukaitis, “Alza tu corazón y regocíjate”, Liahona, mayo de 2022, pág. 41).

Invite a los alumnos a mencionar las distracciones comunes que podrían obstaculizar que alguien sirva en una misión. Luego, los alumnos podrían compartir ideas sobre cómo superar esas distracciones.

Otra manera de presentar el relato de Juan 21

Podría mostrar el video “El primer y grande mandamiento” (19:48) desde 6:52 hasta 11:26. En el video, el élder Jeffrey R. Holland, del Cuórum de los Doce Apóstoles, cuenta con sus propias palabras el relato de la invitación que Jesús hace a Pedro a apacentar Sus ovejas.