Relatos de las Escrituras
Ángeles restauran el sacerdocio


“Ángeles restauran el sacerdocio”, Relatos de Doctrina y Convenios, 2024

“Ángeles restauran el sacerdocio,” Relatos de Doctrina y Convenios

1829

2:12

Ángeles restauran el sacerdocio

Poder para hacer la obra de Dios

José Smith y Oliver Cowdery hablando, con una imagen de fondo en una nube de Jesús y el pueblo de la antigua América.

Mientras José y Oliver traducían las planchas de oro, aprendieron que Jesús quería que todos fueran bautizados. También había dado a algunas personas el poder para bautizar a otras. José no había sido bautizado. Quería saber más sobre el bautismo.

José Smith—Historia 1:68; Santos, tomo I, págs. 65–66

José Smith y Oliver Cowdery en el bosque, arrodillados en oración.

José y Oliver se preguntaban quién tendría el poder de bautizar a las personas ahora. Decidieron preguntarle a Dios. Fueron al bosque y se arrodillaron a orar.

José Smith—Historia 1:68; Santos, tomo I, págs. 66

Un ángel, que es Juan el Bautista, da a José Smith el Sacerdocio Aarónico.

Mientras oraban, se apareció un ángel. Dijo que era Juan el Bautista, quien había bautizado a Jesucristo hacía mucho tiempo. Les confirió el Sacerdocio Aarónico a José y a Oliver. El sacerdocio es el poder de Dios. Se utiliza para bendecir a los hijos de Dios.

Doctrina y Convenios 13; José Smith—Historia 1:69, 72; Santos, tomo I, págs. 66–67

José Smith bautizando a Oliver Cowdery en un río.

Juan el Bautista dijo que quienes tienen el Sacerdocio Aarónico pueden enseñar a las personas a arrepentirse y bautizarlas. Juan mandó a José y a Oliver que se bautizaran. Entraron en un río y se bautizaron el uno al otro. Cuando salieron del agua, fueron llenos del Espíritu Santo. ¡Estaban muy felices!

José Smith—Historia 1:70–73

Pedro, Santiago y Juan confieren a José Smith el Sacerdocio de Melquisedec.

Más adelante, llegaron otros ángeles. Tres de los apóstoles de Jesús —Pedro, Santiago y Juan— confirieron a José y a Oliver el Sacerdocio de Melquisedec. Ahora José y Oliver podían conferir el don del Espíritu Santo. Además, José y Oliver también fueron ordenados apóstoles. Podrían dirigir la Iglesia y ser testigos especiales de Jesucristo.

Doctrina y Convenios 27:12; Santos, tomo I, pág. 84