“¿Qué puedo hacer para fortalecerme contra futuras recaídas?”, Ayuda para personas involucradas en la pornografía, 2019
“¿Qué puedo hacer para fortalecerme contra futuras recaídas?”, Ayuda para personas involucradas en la pornografía
¿Qué puedo hacer para fortalecerme contra futuras recaídas?
Una recaída puede ser desalentadora para nosotros y perjudicial para nuestras relaciones, en particular mientras nos esforzamos por avanzar. Una forma de lograr fortaleza y evitar las recaídas es rendir cuentas. Para rendir cuentas, comenzamos por hacer el compromiso de ser humildes y sinceros con nosotros mismos y con otras personas en cuanto a nuestra conducta y emociones. Rendir cuentas también incluye admitir cuando estamos equivocados y aceptar las consecuencias.
Al procurar vencer la pornografía, debemos rendirnos cuentas a nosotros mismos, a Dios y a otras personas de nuestra vida. A muchos también les resulta útil tener un compañero de rendición de cuentas: alguien del mismo sexo a quien pueden dar un informe de su progreso.
En el siguiente video, algunas personas explican lo que significa para ellas rendir cuentas y cómo les ha sido de ayuda mejorar en ese aspecto.
Rendir cuentas ante nosotros mismos
Rendirnos cuentas a nosotros mismos significa aceptar y asumir la responsabilidad de nuestros pensamientos, decisiones, necesidades y conductas. Al aceptar la responsabilidad, somos más capaces de abordar los cambios que necesitemos hacer.
Para muchas personas, el progreso se hace más evidente a medida que se esfuerzan por asumir plena responsabilidad de sus decisiones. Por lo general, los compromisos menos serios de cambiar nuestro comportamiento no conducen a un progreso significativo. Nuestros esfuerzos por rendir cuentas de nuestra conducta también contribuyen a fortalecer nuestra relación con el Señor. Él ha prometido: “No te dejaré, ni te desampararé” (Josué 1:5).
Superar el consumo de pornografía significa ocuparse de los factores biológicos, psicológicos, sociales y espirituales que contribuyen a nuestro problema, lo cual es un proceso que ocurre con el tiempo (consulte “¿Cuánto tiempo hace falta para superar la pornografía?”). Podemos llegar a rendirnos cuentas en mayor grado a nosotros mismos al realizar una autoevaluación diaria. (Véase más acerca de rendir cuentas ante nosotros mismos en el “Paso 10: La responsabilidad diaria”, en Programa para la recuperación de adicciones: Guía para la recuperación y curación de adicciones, 2005, págs. 59–64). Cuando evaluamos nuestro progreso de manera continua, podemos mantenernos en el camino hacia el cambio en vez de tropezar y retroceder.
Rendir cuentas a Dios
Dios nos ha dado la vida, el poder de escoger y la capacidad de actuar por nosotros mismos. Además ha creado a cada uno de nosotros de manera singular, con distintos puntos fuertes y puntos débiles. Él nos ama y quiere que utilicemos el albedrío para aprender y progresar. En lugar de considerar el rendir cuentas como una carga, debemos buscar comprender los aspectos en los que se necesite progresar al esforzarnos por llegar a ser más semejantes a Dios. Su objetivo es que tengamos gozo en esta vida y que regresemos a Su presencia mediante la gracia de Su Hijo Jesucristo. Ser responsables ante Dios de los mejores esfuerzos que hagamos, así como de los traspiés que demos, permite que la gracia del Salvador nos ayude en nuestra debilidad, que nos apoye en nuestras luchas y que nos fortalezca conforme sigamos procurando cambiar.
Procurar la ayuda de otras personas
A muchos les ha resultado útil hablar de su lucha contra la pornografía con otras personas. Al procurar la ayuda de otros, debemos buscar personas en las que confiemos y que nos amen, y tener presente lo que sea mejor para nosotros. Las personas que son firmes en el Evangelio pueden brindar el apoyo que nos guíe en la dirección que queremos seguir. También puede resultar útil procurar la ayuda de personas que conozcamos bien y con quienes hayamos compartido experiencias. A otros podría serles de provecho hablar con gente que haya avanzado más en el camino a superar con éxito la pornografía. Si buscamos la ayuda de alguien con quien no tengamos parentesco, es prudente hacerlo con una persona del mismo sexo que nosotros.
Podríamos considerar pedir la ayuda de amigos, familiares, grupos de apoyo, profesionales de la salud mental o líderes de la Iglesia como las personas a quienes rendir cuentas. A algunos les resulta beneficioso trabajar con un mentor experimentado que pueda ayudarnos a mantenernos centrados en nuestras metas. Si elegimos hacerlo, debemos recordar que nosotros somos los responsables del cambio que estamos haciendo; también debemos recordar que tener tales personas en nuestra vida es solo una parte de un complejo rompecabezas de elementos de ayuda que debemos incluir en el plan.
Conforme acudamos a otros para recibir ayuda, ellos podrán escucharnos y darnos ánimo en momentos de debilidad. También podemos darles un informe con regularidad a fin de que nos ayuden a ser responsables. Al tener éxito, podemos alegrarnos con ellos; si han tenido dificultades similares, pueden compartir sus experiencias con nosotros. Las personas que prestan apoyo también pueden recordarnos nuestros planes y las consecuencias, tanto las positivas como las negativas. Lo más importante es que, al acudir a los demás, ellos nos ayudan a sentirnos amados y apoyados.
Ideas para poner manos a la obra
Las siguientes son algunas ideas que han sido de ayuda para otras personas. Considere con espíritu de oración qué acciones podrían ser las mejores en su caso, pero tenga en cuenta que estas pueden o no mencionarse aquí.
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Evalúe si hablar con otras personas sobre su lucha contra la pornografía podría fortalecerle; si es así, piense en alguien a quién puede recurrir. Tanto los líderes de la Iglesia, los amigos del mismo sexo que nosotros o los familiares son personas a las que puede acudir.
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Esfuércese por ser sincero con las personas que más ama. Fortalecer sus lazos con las personas importantes de su vida puede ayudarle a sentir amor y apoyo genuinos.
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Medite sobre cómo podría mejorar en cuanto a rendir cuentas ante usted mismo. ¿Cómo puede evaluarse a sí mismo, y evaluar lo que necesita y sus actos cada día?
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Ore y hable con Dios sobre sus luchas y sus éxitos. Esfuércese por ser más responsable ante Dios.
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Considere la posibilidad de asistir a un grupo de apoyo de otras personas que se esfuercen por superar la pornografía. Las reuniones de apoyo (tanto las patrocinadas por la Iglesia como las patrocinadas por la comunidad) a menudo brindan aliento en un entorno grupal. Busque los grupos de apoyo de la Iglesia en addictionrecovery.ChurchofJesusChrist.org.
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