Dormir

“Cesad de dormir más de lo necesario; acostaos temprano para que no os fatiguéis; levantaos temprano para que vuestros cuerpos y vuestras mentes sean vigorizados”.

—Doctrina y Convenios 88:124

Dormir es esencial para una buena salud. Si desea tener su mejor desempeño como misionero, debe priorizar dormir lo suficiente y que el sueño sea de buena calidad cada noche. Entre siete y nueve horas de sueño por noche es lo óptimo para la mayoría de los adultos. Siguiendo el horario recomendado para misioneros, puede dormir hasta nueve horas por noche.

Hay estudios que demuestran que, cuando tenemos una falta de sueño crónica, comenzamos a experimentar problemas de salud física y mental. Nos sentimos cansados y fatigados, y tenemos problemas con nuestra memoria y enfoque. Además, la falta de sueño empeora la ansiedad, la depresión y otras dificultades de la salud mental. Todas estas cosas pueden limitar mucho su eficacia como misionero y afectar negativamente el trabajo.

Las estrategias enumeradas a continuación lo ayudarán a obtener el sueño reparador y de alta calidad que el cuerpo y mente necesitan para sentirse fresco y rejuvenecido cada día para hacer la importante obra del Señor.