Autosuficiencia
4: Arrepiéntase y sea obediente


4:

Arrepiéntase y sea obediente

Informar:Comparta brevemente con el grupo su progreso en el control de los ingresos y gastos durante la semana anterior.

Meditar:¿Qué relación tienen el arrepentimiento y la obediencia con la autosuficiencia?

Ver:“La obediencia trae bendiciones”, disponible en https://www.lds.org/media-library/video/2014-06-1130-obedience-brings-blessings?lang=spa. (¿No tiene el video? Lea la página 13).

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La obediencia trae bendiciones

Si no le es posible ver el video, lea el siguiente guion.

fotograma de “La obediencia trae bendiciones”

Presidente Thomas S. Monson: ¡Qué gloriosa promesa! “El que guarda [los] mandamientos [de Dios] recibe verdad y luz, hasta que es glorificado en la verdad y sabe todas las cosas” [D. y C. 93:28]…

Mis hermanos y hermanas, la gran prueba de esta vida es la obediencia. “Con esto los probaremos”, dijo el Señor, “para ver si harán todas las cosas que el Señor su Dios les mandare” [Abraham 3:25].

El Salvador dijo: “Porque todos los que quieran recibir una bendición de mi mano han de obedecer la ley que fue decretada para tal bendición, así como sus condiciones, según fueron instituidas desde antes de la fundación del mundo” [D. y C. 132:5].

No existe mayor ejemplo de obediencia que el de nuestro Salvador. En cuanto a Él, Pablo dijo:

“Aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia;

“Y habiendo sido perfeccionado, vino a ser el autor de eterna salvación para todos los que le obedecen” [Hebreos 5:8–9].

El Salvador demostró el verdadero amor de Dios al vivir la vida perfecta y al rendir honor a la sagrada misión que le correspondió. Nunca fue altivo; nunca estuvo lleno de orgullo; nunca fue desleal; siempre fue humilde; siempre fue sincero; siempre fue obediente.

Al afrontar la agonía de Getsemaní, donde soportó tal dolor que “Su sudor era como grandes gotas de sangre que caían a tierra” [Lucas 22:44], Él fue un ejemplo del Hijo obediente cuando dijo: “Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya” [Lucas 22:42].

Tal como el Salvador mandó a Sus primeros apóstoles, así nos manda a ustedes y a mí: “Sígueme tú”. [Juan 21:22]. ¿Estamos dispuestos a obedecer?

El conocimiento que buscamos, las respuestas que añoramos, y la fortaleza que deseamos hoy día para hacer frente a los desafíos de un mundo complejo y cambiante pueden ser nuestras si de buena gana obedecemos los mandamientos del Señor. De nuevo cito las palabras del Señor: “El que guarda los mandamientos [de Dios] recibe verdad y luz, hasta que es glorificado en la verdad y sabe todas las cosas” [D. y C. 93:28].

Mi humilde ruego es que seamos bendecidos con las ricas recompensas que se le prometen al obediente. En el nombre de Jesucristo, nuestro Señor y Salvador. Amén.

(“La obediencia trae bendiciones”, Liahona, mayo de 2013, págs. 89, 92)

Vuelva a la página 12.

Analizar:¿Qué bendiciones ha recibido por obedecer las leyes de Dios? ¿Cómo nos ayuda a progresar el arrepentimiento?

Leer:Doctrina y Convenios 130:20–21 y la cita del profeta José Smith (a la derecha)

Analizar:Lea Josué 3:5 y las citas del élder Jeffrey R. Holland y del presidente Spencer W. Kimball (en la página 13). ¿Por qué debemos arrepentirnos, santificarnos e intentar hacer el bien cuando tratamos de llegar a ser autosuficientes?

Comprométase:Comprométase a hacer las siguientes tareas durante la semana. Marque la casilla al completar cada tarea.

  • Obedezca la ley elegida en la actividad de la parte superior.

  • Comparta con sus familiares o amigos lo que ha aprendido hoy en cuanto a la obediencia.