1 Pedro 3:18–22; 4:1–6
La obra de salvación por los muertos
¿Qué sucederá con los miles de millones de hijos del Padre Celestial que vivieron y murieron sin la oportunidad de escuchar en cuanto a Jesucristo o de aceptar ordenanzas autorizadas en Su nombre? El apóstol Pedro enseñó que Jesucristo predicó el Evangelio en el mundo de los espíritus después de Su muerte y que hizo posible que las bendiciones del Evangelio estuvieran al alcance de todos los hijos del Padre Celestial. Esta lección te ayudará a explorar maneras de ayudar al Salvador en Su obra de redención de los muertos.
Una pregunta desconcertante
El élder D. Todd Christofferson, del Cuórum de los Doce Apóstoles, dijo:
Teólogos cristianos han lidiado largo tiempo con el interrogante: “¿Cuál es el destino de los innumerables millones de personas que han vivido y muerto sin ningún conocimiento de Jesús?”.
(D. Todd Christofferson, “La redención de los muertos y el testimonio de Jesús”, Liahona, enero de 2001, pág. 10)
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¿Cómo le responderían a alguien que les hiciera esta pregunta?
El élder Christofferson continuó:
Con la restauración del Evangelio de Jesucristo llegó el conocimiento de que los muertos que no fueron bautizados son redimidos y de que Dios es “un Dios perfecto, justo y misericordioso también” [Alma 42:15].
(Véase D. Todd Christofferson, “La redención de los muertos y el testimonio de Jesús”, pág. 9)
El Salvador en el mundo de los espíritus
Si bien el conocimiento de la salvación de los muertos fue restaurado por medio del profeta José Smith, la Biblia contiene pasajes que nos demuestran que los primeros apóstoles comprendían y enseñaban esos principios. Por ejemplo, el apóstol Pedro enseñó acerca de lo que hizo Jesucristo por aquellos que murieron sin el conocimiento del Evangelio.
Lee 1 Pedro 3:18–20; 4:6 para ver lo que Pedro enseñó acerca de cómo Jesucristo continuó Su obra para salvar a los hijos de nuestro Padre Celestial, incluso después de Su muerte. Observa en qué se diferencian estos versículos de la Traducción de José Smith (véase 1 Pedro 3:20, nota a al pie de página y 1 Pedro 4:6, nota a al pie de página).
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¿Qué te enseñan estos versículos acerca del ministerio del Salvador en el mundo de los espíritus?
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De acuerdo con 1 Pedro 4:6, ¿por qué se predica el Evangelio a quienes han muerto?
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¿De qué modo la doctrina de la salvación por los muertos demuestra el amor y la misericordia de Dios por Sus hijos?
La revelación moderna sobre el mundo de los espíritus
La revelación moderna puede ayudarnos a aprender más acerca de lo que hizo el Salvador mientras estaba en el mundo de los espíritus.
Cuando el presidente José F. Smith (1838–1918) leyó y reflexionó sobre estos mismos versículos de 1 Pedro, recibió una visión del ministerio del Salvador entre los muertos. Esta revelación está registrada en Doctrina y Convenios 138 e incluye detalles que los miembros de la Iglesia no conocían con anterioridad. Si lo deseas, correlaciona o vincula 1 Pedro 4:6 con Doctrina y Convenios 138 en tu ejemplar de las Escrituras.
Lee Doctrina y Convenios 138:29–34, 57–58 y busca perspectivas adicionales sobre el ministerio del Salvador en el mundo de los espíritus.
Nuestra responsabilidad
El élder Dale G. Renlund, del Cuórum de los Doce Apóstoles, habló de la responsabilidad que tenemos de ayudar al Salvador en Su obra de redención de los muertos. Si lo deseas, mira el video “La obra del templo y de historia familiar: Sellamiento y sanación”, que se encuentra en LaIglesiadeJesucristo.org, desde el minuto 3:01 hasta el 3:47, o lee la siguiente declaración:
Como miembros de la Iglesia, verdaderamente tenemos la responsabilidad divina de buscar nuestros antepasados y compilar historias familiares. Esto es mucho más que una afición que se nos recomienda adoptar, ya que las ordenanzas de salvación son necesarias para todos los hijos de Dios. Debemos identificar a nuestros antepasados que murieron sin recibir las ordenanzas de salvación. Podemos llevar a cabo las ordenanzas de manera vicaria en los templos, y nuestros antepasados pueden decidir aceptarlas. También se nos alienta a ayudar a los miembros del barrio y de la estaca con los nombres de su familia. Es verdaderamente increíble poder contribuir a redimir a los muertos mediante la obra del templo y de historia familiar.
(Dale G. Renlund, “La obra del templo y de historia familiar: Sellamiento y sanación”, Liahona, mayo de 2018, pág. 47)
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¿Cómo ha influido en tu vida o en la de otras personas la participación en la obra del templo y de historia familiar? Si aún no has participado en ella, ¿qué influencia crees que podría tener en tu vida?
Dedica momento ahora mismo a participar en la obra de salvación por los muertos o aprender más acerca de ella. Según el tiempo y los recursos disponibles en tu región e idioma, elige una o más de las siguientes opciones para esta actividad:
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Visita FamilySearch.org o utiliza la aplicación Árbol Familiar de FamilySearch. Busca los nombres de los antepasados que aún necesitan recibir las ordenanzas del sacerdocio. Puedes reservar estos nombres y llevarlos al templo tú mismo o enviarlos al templo para que otra persona pueda efectuar las ordenanzas por ellos. Podrías utilizar la función Ordenanzas listas para que te ayude a identificar en forma rápida a antepasados que necesiten las ordenanzas del sacerdocio.
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Visita la sección “Historia familiar” en Temas del Evangelio (topics.ChurchofJesusChrist.org) para encontrar explicaciones, pasajes de las Escrituras, mensajes de la conferencia general y videos sobre la historia familiar.
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Visita la colección de videos “Historia Familiar” en la Biblioteca Multimedia (videos.ChurchofJesusChrist.org) para encontrar videos inspiradores sobre la participación en la obra del templo y de historia familiar.
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Haz una lista de preguntas sobre tus antepasados que podrías hacerles a tus padres u otros parientes. En un momento adecuado, haz tus preguntas y analiza la forma en que tu familia puede participar en conjunto en la obra del templo y de historia familiar.
En el espacio que se encuentra a continuación, describe qué opción escogiste y lo que aprendiste o sentiste al hacer esta actividad.
Opcional: ¿Quieres aprender más?
¿Cuál es mi responsabilidad hacia mis antepasados fallecidos?
El élder Quentin L. Cook, del Cuórum de los Doce Apóstoles, enseñó:
La doctrina de la familia en relación con la obra de historia familiar y del templo es clara. En Sus primeras instrucciones reveladoras, el Señor se refirió al “bautismo por vuestros muertos” [véase Doctrina y Convenios 127:5, cursiva agregada]. Nuestra obligación doctrinal es para con nuestros antepasados, y es así porque la organización de los cielos se basa en la familia. La Primera Presidencia ha instado a los miembros, especialmente a los jovencitos y a los jóvenes adultos solteros, a dar prioridad a la obra de historia familiar y de las ordenanzas usando nombres de sus propios familiares o de antepasados de miembros de su barrio y de su estaca. Es preciso que nos conectemos tanto a nuestras raíces como a nuestras ramas.
(Véase Quentin L. Cook, “Raíces y ramas”, Liahona, mayo de 2014, pág. 45)
El presidente Thomas S. Monson (1927–2018) enseñó:
Que yo sepa, el Señor jamás ha indicado que Su obra se limita a la vida mortal; más bien, Su obra abarca la eternidad. Creo que Él está apresurando Su obra en el mundo de los espíritus y, además, creo que a través de Sus siervos allí, el Señor está preparando a muchos espíritus para recibir el Evangelio. Nuestra labor es buscar los datos de nuestros antepasados fallecidos y luego ir al templo para efectuar las ordenanzas sagradas que brindarán a quienes se encuentran del otro lado del velo las mismas oportunidades que nosotros tenemos […].
Mis hermanos y hermanas, testifico que el Señor nos bendecirá si aceptamos y respondemos a este desafío.
(Véase Thomas S. Monson, “Apresurar la obra”, Liahona, junio de 2014, págs. 4, 5)
¿Cómo puedo participar activamente en la obra del templo y de historia familiar?
Para ver lo que el élder David A. Bednar, del Cuórum de los Doce Apóstoles, enseña acerca de esta importante obra, mira “El momento es ahora” (3:17), disponible en LaIglesiadeJesucristo.org.
El presidente Russell M. Nelson declaró:
Cada vez que hacen algo que ayuda a alguien, a ambos lados del velo, a dar un paso hacia hacer convenios con Dios y recibir sus ordenanzas esenciales del bautismo y del templo, están ayudando a recoger a Israel. Es así de sencillo.
(Véase Russell M. Nelson y Wendy W. Nelson, “Juventud de Israel”, devocional mundial para los jóvenes, 3 de junio de 2018, suplemento de la revista Liahona, pág. 15, LaIglesiadeJesucristo.org)
¿Cómo pueden bendecirme la obra del templo y de historia familiar?
En su mensaje de la Conferencia General de abril de 2018, el élder Dale G. Renlund, del Cuórum de los Doce Apóstoles, mencionó muchas de las bendiciones que podemos recibir al participar en la obra del templo y de historia familiar. Mira este extracto o lee el mensaje completo (Dale G. Renlund, “La obra del templo y de historia familiar: Sellamiento y sanación”, Liahona, mayo de 2018, págs. 46–49).
Mira “La redención de los muertos me redimió a mí” (4:57), disponible en LaIglesiadeJesucristo.org, para ver de qué modo un hombre fue bendecido al participar en esta obra.