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2 Corintios 2


2 Corintios 2

“[V]osotros más bien debéis perdonarlo”

Una joven consuela a otra joven

Perdonar a otros puede resultar difícil. Pablo escribió a los santos corintios sobre perdonar a un transgresor de su comunidad. Pablo los invitó a perdonar, tanto por el bien de la persona perdonada como para su propio beneficio. A medida que estudies, procura aumentar tu comprensión de la importancia del perdón y tu deseo de perdonar a los demás.

¿Cómo reaccionarían?

Imagínate cómo podrían reaccionar tú y otras personas a tu alrededor en las situaciones siguientes:

  • Se sabe que un miembro de tu barrio o rama cometió un pecado grave, como quebrantar la ley de castidad.

  • Alguien de tu barrio o rama se opuso abiertamente a los líderes de la Iglesia.

Responde las preguntas siguientes:

  • Aunque las personas de estas situaciones hipotéticas se reunieran con los líderes de la Iglesia y se esforzaran por arrepentirse, ¿cómo podrían los demás hablar de ellos y tratarlos?

  • ¿Por qué podría ser difícil para algunas personas tratarlos con amor y perdón?

En 2 Corintios 2, Pablo escribió acerca de una situación similar en Corinto en la que alguien había transgredido y había sido disciplinado por los miembros de la Iglesia.

Medita sobre cómo tratas a quienes te rodean y que tal vez hayan transgredido. Piensa en las preguntas siguientes que planteó el élder Jeffrey R. Holland, del Cuórum de los Doce Apóstoles:

Retrato oficial del élder Jeffrey R. Holland, fotografiado en enero de 2018.

¿Hay alguien en la vida de ustedes que tal vez necesite perdón? ¿Hay alguien en su casa, en su familia, en su vecindario que haya hecho algo injusto, cruel o poco cristiano? Todos somos culpables de tales transgresiones, así que seguramente hay alguien que necesita el perdón de ustedes.

(Véase Jeffrey R. Holland, “Asombro me da”, Liahona, abril de 1987, pág. 31)

Mientras estudias esta lección, busca la ayuda del Espíritu Santo para aumentar tu comprensión de la importancia del perdón cristiano y de cómo podrías perdonar a los demás.

Pablo enseñó acerca del perdón

Escribir en una hoja de papel con un bolígrafo o lápiz. 1. Copia el cuadro siguiente en tu diario de estudio y complétalo:

Lee 2 Corintios 2:5–11 y fíjate en qué verdades puedes reconocer bajo las siguientes categorías:

¿Cómo debemos tratar a una persona que nos ha causado dolor?

¿Por qué debemos tratar a las personas de esa manera?

  • ¿Qué aprendiste al estudiar este pasaje?

Dos principios que tal vez hayas encontrado son los siguientes: Por medio del Salvador Jesucristo, podemos perdonar y tender una mano con amor a los demás. Si no perdonamos a los demás, Satanás tendrá ventaja sobre nosotros.

  • ¿Cuáles son algunos ejemplos de cómo podrías perdonar, consolar o confirmar tu amor por alguien que haya transgredido o que de alguna otra manera haya sido descortés?

  • A partir de lo que sabes acerca del Salvador Jesucristo, ¿por qué querría Él que nos perdonemos y nos mostremos amor unos a los otros? ¿Cómo puede Él ayudarnos a hacerlo?

El élder Massimo De Feo, de los Setenta, enseñó lo siguiente:

Retrato oficial del élder Massimo De Feo fotografiado en marzo de 2017.

Los verdaderos discípulos aman perdonar. Ellos saben que la expiación del Salvador cubre todos los pecados y los errores de cada uno de nosotros. Saben que el precio que Él pagó es un “precio con todo incluido”. Los impuestos, tarifas, comisiones y cargos espirituales ligados a los pecados, errores y ofensas están todos cubiertos. Los verdaderos discípulos están prestos a perdonar y prestos para pedir perdón.

Mis queridos hermanos y hermanas, si les cuesta encontrar la fuerza para perdonar, no piensen en lo que otras personas les han hecho, sino en lo que el Salvador ha hecho por ustedes, y hallarán paz en las bendiciones redentoras de Su expiación.

(Massimo de Feo, “El amor puro: La verdadera señal de todo verdadero discípulo de Jesucristo”, Liahona, mayo de 2018, pág. 82)

  • ¿En qué ocasiones has visto un ejemplo de alguien que perdonó a otra persona y luego tendió la mano con amor a esa persona?

  • ¿De qué manera el retener el perdón le da a “Satanás […] ventaja [sobre] nosotros”? (2 Corintios 2:11).

Escribir en una hoja de papel con un bolígrafo o lápiz. 2. Completa la actividad siguiente en tu diario de estudio:

Imagina que, al igual que los corintios, las personas de tu barrio necesitan aumentar su amor y perdón hacia aquellos que han pecado. Debido a ello, tu obispo te invita a compartir un breve pensamiento sobre el perdón al comienzo de tu clase o reunión de cuórum. Dedica unos minutos a elaborar un bosquejo de lo que podrías decir. Incluye la información siguiente:

  1. Al menos un versículo o frase de 2 Corintios 2:7–11.

  2. Otro pasaje de las Escrituras o la declaración de un líder de la Iglesia. (Podrías utilizar la declaración del élder Kevin R. Duncan, que se encuentra a continuación, uno de los pasajes de las Escrituras que él menciona o uno de los pasajes de las Escrituras que siguen a su declaración).

  3. Tus propios pensamientos y testimonio acerca de amar y perdonar a los demás, y cómo eso puede ayudarnos a acercarnos más al Salvador.

Enseñanzas sobre el perdón

El élder Kevin R. Duncan, de los Setenta, dijo lo siguiente:

Retrato oficial del élder Kevin R. Duncan. Fotografiado en marzo de 2017.

Estoy convencido de que la mayoría de nosotros desea perdonar, pero nos cuesta hacerlo. Si sufrimos una injusticia, estamos prestos a decir: “Esa persona se equivocó y merece un castigo. ¿Dónde está la justicia?”. Pensamos equivocadamente que, si perdonamos, la justicia no será satisfecha y se evitará el castigo.

Ese, simplemente, no es el caso. Dios dará a todos un castigo justo, porque la misericordia no puede robarle a la justicia (véase Alma 42:25). Dios, con amor, nos afirma a ustedes y a mí: “Dejadme a mí el juicio, porque es mío, y yo pagaré. Paz a vosotros” [Doctrina y Convenios 82:23].

(Kevin R. Duncan, “El ungüento sanador del perdón”, Liahona, mayo de 2016, pág. 33–34)

  • ¿Qué aprendiste que podría ayudar a los miembros de tu barrio a comprender y extender mejor el perdón?

  • ¿De qué manera el perdonar a los demás puede acercarlos más a Jesucristo?

Reflexiona sobre cómo tratas a los que han transgredido. Busca inspiración del Padre Celestial en cuanto a lo que podrías hacer para “perdona[r] y […] reafirm[ar] el amor para con” ellos (2 Corintios 2:7–8). Considera escribir tus impresiones y pensamientos en tu diario de estudio, incluidas las acciones que te sientas inspirado a realizar.

Opcional: ¿Quieres aprender más?

¿Cómo puede bendecirte el perdón de forma personal?

El presidente James E. Faust (1920–2007), de la Primera Presidencia, enseñó lo siguiente:

Último retrato oficial del presidente James E. Faust, Segundo Consejero de la Primera Presidencia, 2001. Falleció el 10 de agosto de 2007.

Si somos capaces de perdonar a aquellos que nos han causado dolor y daño, nos elevaremos a un nivel mayor de autoestima y de bienestar.

(James E. Faust, “El poder sanador del perdón”, Liahona, mayo de 2007, pág. 68)

El élder Jeffrey R. Holland, del Cuórum de los Doce Apóstoles, enseñó lo siguiente:

Retrato oficial del élder Jeffrey R. Holland, fotografiado en enero de 2018.

Con la autoridad apostólica que me ha otorgado el Salvador del mundo, testifico de la tranquilidad que les brindará al alma la reconciliación con Dios y con los demás si somos lo suficientemente mansos y valientes para procurarla.

(Jeffrey R. Holland, “El ministerio de la reconciliación”, Liahona, noviembre de 2018, pág. 79)

¿Cómo puede Jesucristo ayudarte a perdonar?

El élder Kevin R. Duncan, de los Setenta, enseñó lo siguiente:

9:51
Retrato oficial del élder Kevin R. Duncan. Fotografiado en marzo de 2017.

El perdón es la razón misma por la cual Dios envió a Su Hijo; por lo tanto, regocijémonos en Su ofrenda por sanarnos a todos. La expiación del Salvador no solo es para los que tengan que arrepentirse, sino también para los que tengan que perdonar. Si no logran perdonar a alguien o incluso a ustedes mismos, pidan ayuda a Dios. El perdón es un principio glorioso y sanador; no tenemos que ser víctimas dos veces, sino que podemos perdonar.

(Kevin R. Duncan, “El ungüento sanador del perdón”, Liahona, mayo de 2016, pág. 35)

Mira el video “Principios sobre la Paz: El perdón” (1:49), disponible en LaIglesiadeJesucristo.org, el cual muestra un ejemplo de cómo, gracias a Jesucristo, una mujer pudo perdonar a su padre.

2:40

¿Cómo puedo comprender mejor qué es el perdón?

El élder Jeffrey R. Holland, del Cuórum de los Doce Apóstoles, enseñó lo siguiente:

16:12
Retrato oficial del élder Jeffrey R. Holland, fotografiado en enero de 2018.

[Jesucristo] no dijo: “No se les permite sentir dolor verdadero ni pesar real por las devastadoras experiencias que hayan tenido por culpa de otra persona”. Ni tampoco dijo: “A fin de perdonar totalmente tienes que volver a una relación tóxica, o volver a circunstancias destructivas y de maltrato”. No obstante, a pesar de las ofensas más terribles que nos puedan sobrevenir, solo podemos elevarnos por encima de nuestro dolor al poner los pies en la senda de la sanación real.

(Jeffrey R. Holland, “El ministerio de la reconciliación”, Liahona, noviembre de 2018, pág. 79)