2 Timoteo 4

“He guardado la fe”

Vivir el evangelio de Jesucristo nos bendice de muchas maneras. Aunque afrontaremos pruebas y persecución, por medio de la fe en Jesucristo podemos permanecer valientes hasta el fin. Después de décadas de esforzarse por seguir al Salvador, Pablo supo que pronto lo matarían. En su última carta a Timoteo, expresó por qué el permanecer fiel valía la pena para él y para todos los que deciden perseverar con fe. La finalidad de esta lección es ayudarte a comprometerte o permanecer comprometido como discípulo de Jesucristo de por vida.

Perseverar con fidelidad

Imagina cómo sería saber que estás a punto de morir.

• ¿Qué esperarías poder decir acerca de tu vida cuando llegue ese día?

• ¿Qué cosas serán importantes para ti en ese momento? ¿Qué cosas no tendrán importancia?

• ¿En qué forma crees que tus esfuerzos por seguir al Salvador a lo largo de tu vida influirán en ti en ese momento?

Después de décadas de valiente servicio como discípulo de Jesucristo, Pablo le escribió a Timoteo desde una prisión romana sabiendo que pronto sería ejecutado. Es probable que esta sea la última carta escrita por Pablo que se incluye en el Nuevo Testamento. Tenemos la bendición de poder leer algunos de los últimos pensamientos de este gran hombre a medida que reflexionaba sobre su vida y su muerte inminente.

Pablo comparó sus esfuerzos por permanecer fiel a dos acciones diferentes. Lee 2 Timoteo 4:6–7 y busca las comparaciones de Pablo.

• ¿Por qué el pelear una buena batalla y terminar una carrera podrían considerarse comparaciones eficaces con el hecho de mantener nuestra fe en Jesucristo a lo largo de nuestra vida?

Medita por un momento en cómo te está yendo en este punto de tu vida en tu carrera o en tu lucha por permanecer fiel a Cristo. ¿Te has sentido cansado, derrotado o herido alguna vez? ¿Te has sentido tentado a rendirte? ¿Cómo te ha ayudado el Salvador en esas situaciones? A medida que estudies hoy, piensa por qué valdrá la pena que sigas corriendo la carrera o luchando en la lucha del discipulado.

Lo que el Salvador ofrece a los fieles

Lee 2 Timoteo 4:8 en busca de las bendiciones que el Salvador preparó para Pablo y para todos los que perseveran fielmente.

Esta corona es un símbolo de la vida eterna con el Padre Celestial y Jesucristo, también conocida como exaltación.

• ¿Por qué crees que Pablo describiría esta bendición que Jesucristo nos ofrece como una “corona de justicia”?

Una verdad que podemos aprender de este pasaje es esta: Gracias a Jesucristo, todos los que perseveren fielmente hasta el fin recibirán la vida eterna.

1. Responde al menos dos de las preguntas siguientes en tu diario de estudio:

• ¿Qué significa para ti la frase “perseverar hasta el fin”? ¿En qué formas tienes que perseverar ahora? ¿Qué hace que el perseverar hasta el fin sea difícil?

• ¿En qué sentido es el Salvador el ejemplo perfecto de perseverar hasta el fin? (véase Doctrina y Convenios 19:16–19).

• ¿Cómo influyó en nosotros el que el Salvador perseverara hasta el fin?

Dedica un tiempo a pensar en quiénes podrían verse afectados por tu decisión de perseverar hasta el fin.

Nuestra esperanza yace en Jesucristo

El élder L. Tom Perry (1922–2015), del Cuórum de los Doce Apóstoles, explicó que, debido a lo difícil que es perseverar hasta el fin, no podemos tener éxito solos. Él enseñó:

Sin duda, perseverar hasta el fin no es algo que se hace solo […]. Requiere el poder redentor del Salvador.

(L. Tom Perry, “El evangelio de Jesucristo”, Liahona, mayo de 2008, pág. 46)

Al igual que Pablo, muchos otros han perseverado hasta el fin con la ayuda del Salvador. Lee al menos dos de los siguientes pasajes del Libro de Mormón. Busca la forma en que el tener una relación con el Salvador influyó en cada uno de estos profetas a medida que perseveraban fielmente y se aproximaban a su muerte.

• Lehi: 2 Nefi 1:14–15

• Enós: Enós 1:27

• Moroni: Moroni 10:32–34

• ¿Cómo describieron estos discípulos su relación con Jesucristo?

• ¿Cómo influyó dicha relación en el modo en que se sentían con respecto a su muerte?

¿Qué consejos darías tú?

2. Responde las preguntas siguientes en tu diario de estudio:

• ¿Qué consejo le darías a una persona fiel a la que le preocupa no ser lo suficientemente fuerte como para perseverar?

• ¿Qué podrías decirle a alguien que ya ha dejado de seguir al Salvador y ahora siente que es demasiado tarde para volver a empezar? ¿Cómo podrías utilizar el ejemplo de la vida de Pablo para ayudarle a ver que el Salvador puede ayudarnos a cambiar y a volver a empezar?

• ¿Qué pasos podría dar para acudir al Salvador en busca de ayuda?

¿Cuál es el mensaje para ti?

Vuelve a 2 Timoteo 4 y lee los versículos 6–8, 18. Imagínate a ti mismo en el futuro, siendo capaz de decir lo que Pablo dijo al acercarte al final de tu vida. Luego, contesta las preguntas siguientes:

• ¿Cuál sientes que es el mensaje del Padre Celestial para ti?

• ¿De qué forma lo que has aprendido y sentido hoy te ha ayudado a entender mejor tu necesidad de Jesucristo?

• ¿Qué te sientes inspirado a hacer?

Opcional: ¿Quieres aprender más?

¿Cómo perseveramos hasta el fin?

El élder L. Tom Perry (1922–2015), del Cuórum de los Doce Apóstoles, explicó:

Perseverar hasta el fin requiere fidelidad hasta el fin, como en el caso de Pablo, quien le dijo a Timoteo: “He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe” (2 Timoteo 4:7). Obviamente, esto no es una tarea fácil; se ha dispuesto que sea difícil, desafiante y, a la larga, purificante, conforme nos preparemos para regresar a vivir con nuestro Padre Celestial y recibir bendiciones eternas.

(L. Tom Perry, “El evangelio de Jesucristo”, Liahona, mayo de 2008, pág. 46)

Mira el video “Perseverar hasta el fin” (2:05), disponible en LaIglesiadeJesucristo.org, y busca cómo el presidente Dieter F. Uchtdorf, en ese entonces miembro de la Primera Presidencia, ayudó a responder esta pregunta.

¿Y si a veces es difícil ver las bendiciones de permanecer fiel?

El élder Jeffrey R. Holland, del Cuórum de los Doce Apóstoles, dijo:

No te desanimes. Sigue caminando. Sigue intentándolo. Encontrarás ayuda y felicidad más adelante […]; al final todo saldrá bien. Confía en Dios y cree en las cosas buenas que están por venir […].

Algunas bendiciones nos llegan pronto, otras llevan más tiempo, y otras no se reciben hasta llegar al cielo; pero para aquellos que aceptan el evangelio de Jesucristo, siempre llegan.

(Véase Jeffrey R. Holland, “Sumo sacerdote de los bienes venideros”, Liahona, enero de 2000, pág. 45)