Hechos 8
Felipe enseña a un etíope
Felipe era un misionero entusiasta y fiel que fue al desierto por mandato del Señor. El Espíritu dirigió a Felipe hacia un hombre etíope que leía las Escrituras en su carro. Cuando Felipe preguntó si el hombre entendía lo que leía, este respondió: “¿Y cómo podré si alguno no me enseña?” (Hechos 8:31). Debido a que Felipe entendía y amaba las Escrituras, pudo enseñar al etíope acerca de Jesucristo de una manera que lo llevó a creer y bautizarse. Al estudiar Hechos 8:26–40, medita en cómo puedes utilizar las Escrituras para ayudar a otras personas a creer en Jesucristo y a venir a Él.
Utilizar las herramientas adecuadas
Utilizar la herramienta correcta puede ayudarte a construir o reparar objetos de manera más rápida y fácil. Imagina lo difícil que sería construir o reparar objetos sin las herramientas correctas. Considera para qué se utilizan las siguientes herramientas.
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¿En qué ocasiones son de utilidad estas herramientas?
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¿Cómo puedes utilizarlas de forma eficaz?
De manera similar, ciertas herramientas y habilidades pueden utilizarse para edificar y reparar nuestro deseo de seguir al Salvador y vivir Su evangelio.
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¿Cuáles son algunas herramientas o habilidades espirituales que te han ayudado a crecer en el Evangelio?
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¿Cómo podrías utilizar esas herramientas para invitar a otra persona a venir al Salvador?
Una de esas herramientas es nuestra capacidad para entender y utilizar las Escrituras, en especial cuando enseñan y testifican acerca de Jesucristo. Medita por un momento acerca de qué tan cómodo te sientes al utilizar las Escrituras para invitar a otras personas a venir a Jesucristo. A medida que estudies esta lección, busca guía por medio del Espíritu Santo a fin de saber cómo puedes utilizar mejor las Escrituras para ayudar a llevar a otras personas al Salvador.
Felipe es llamado al desierto
Hechos 8 registra algunas experiencias de Felipe, uno de los siete hermanos llamados al ministerio por los apóstoles (véase Hechos 6:3–6). Para escapar de la creciente persecución en Jerusalén, Felipe viajó a Samaria a fin de continuar compartiendo el Evangelio. Por medio del sacerdocio, efectuó milagros, sanó a numerosas personas y “les predic[ó] a Cristo” (véase Hechos 8:5–8). A medida que estudies el siguiente relato, busca las herramientas que Felipe utilizó para tener éxito en la inesperada asignación que recibió del Señor.
Lee Hechos 8:26–39 y visualiza los acontecimientos que se describen en ese relato. Si lo deseas, marca las palabras y frases que sean significativas para ti. (Ten en cuenta que un eunuco es un siervo de confianza).
Entre las muchas verdades que contiene este relato, es posible que hayas encontrado un principio como el siguiente: Cuando entendemos las Escrituras y las utilizamos para enseñar sobre el Salvador, podemos ayudar a otras personas a venir a Él.
Utilizar las Escrituras para enseñar acerca de Jesucristo
Observa que, cuando el etíope preguntó si el pasaje de las Escrituras que estaba leyendo era sobre el profeta Isaías o “algún otro”, el conocimiento que Felipe tenía de las Escrituras le permitió comenzar de inmediato “desde esta Escritura, [y anunciarle] el evangelio de Jesús” (Hechos 8:34–35).
El pasaje de las Escrituras que leyó el etíope se encuentra en Isaías 53, una hermosa profecía acerca de nuestro Salvador Jesucristo. Si lo deseas, puedes correlacionar o vincular Hechos 8:32–33 con Isaías 53:7–8.
Imagina que estás en la posición de Felipe y tienes la oportunidad de compartir tu testimonio de Jesucristo con un amigo. Lee Isaías 53:3–9 y presta atención a lo que piensas y sientes acerca del Salvador mientras lees.
Fortalecidos mediante la preparación
Debido a los esfuerzos de Felipe, el etíope se convirtió y se bautizó (véase Hechos 8:36–38). Al igual que Felipe, podemos inspirar y alentar a los demás a seguir a Jesucristo y a llegar a ser semejantes a Él. El élder Ulisses Soares, del Cuórum de los Doce Apóstoles, enseñó que nuestra preparación personal puede ayudarnos a inspirar a otras personas a acercarse más a Dios:
Mis queridos compañeros en el Evangelio, les testifico que cuando procuramos aprender anhelosa y firmemente, de corazón y con sinceridad el evangelio de Jesucristo, y nos lo enseñamos unos a otros con verdadera intención y bajo la influencia del Espíritu, esas enseñanzas pueden transformar corazones e inspirar un deseo de vivir conforme a las verdades de Dios.
(Ulisses Soares, “¿Cómo puedo entender?”, Liahona, mayo de 2019, pág. 8)
Opcional: ¿Quieres aprender más?
Hechos 8:27. ¿Qué es un eunuco?
Los eunucos eran hombres emasculados que servían en muchas sociedades antiguas del Cercano y Medio Oriente. Servían como soldados, custodiaban los harenes reales y a menudo ocupaban puestos de confianza dentro de la corte. El eunuco etíope de Hechos 8:26–39 era responsable del tesoro de la corte etíope (véase Bible Dictionary, “Eunuch”).
Un alumno fiel puede llegar a ser un maestro inspirado
El élder Ulisses Soares, del Cuórum de los Doce Apóstoles, enseñó:
… De hecho, en el contexto de aprender y enseñar el Evangelio, a veces todos somos como el etíope, necesitamos la ayuda de un maestro fiel e inspirado; y a veces somos como Felipe, necesitamos enseñar y fortalecer a otras personas en su conversión.
(Ulisses Soares, “¿Cómo puedo entender?”, Liahona, mayo de 2019, pág. 6)