Seminario
Hechos 6–7


Hechos 6–7

Esteban sirvió como Cristo

Imagen
Jovencito y jovencita ayudando a una anciana con las compras.

Cuidar de los pobres y de otras personas que necesitan ayuda siempre ha sido una parte importante de ser cristianos. Cuando se estaba descuidando a las viudas, los apóstoles escogieron a Esteban y a otros seis para atender sus necesidades. Trágicamente, aunque Esteban efectuó grandes milagros con el poder de Dios, los judíos lo apedrearon por su testimonio de Jesucristo. A medida que estudias, medita en las maneras en que puedes bendecir a los demás al esforzarte por seguir al Padre Celestial y a Jesucristo, llegar a ser semejante a Ellos y testificar de Ellos.

El consejo de barrio es un grupo de miembros con ciertos llamamientos (obispo, presidente del cuórum de élderes, presidenta de la Sociedad de Socorro, presidenta de las Mujeres Jóvenes, presidenta de la Primaria, etc.) que se reúnen con regularidad para tratar diferentes situaciones y desafíos en su barrio. Imagina que tienes la siguiente situación en tu barrio o rama: una madre que cría sola a sus hijos, llamada Lidia, tiene un hijo de 16 años, una hija de 7 años y un bebé de 6 meses. Lidia se someterá a una cirugía esta semana y estará cinco días en el hospital. ¿Cómo podrían los diferentes miembros del consejo de barrio ayudar a esta familia?

  • ¿Por qué crees que los consejos de barrio, u otras organizaciones similares, son importantes?

  • ¿Cómo se sentirán quienes reciben ayuda de un consejo de barrio o de un grupo similar?

Lee Hechos 6:1 en busca de un problema que haya afrontado la Iglesia en la antigüedad.

Debido al número de viudas pobres o en necesidad de ayuda que había en la Iglesia, los Doce pasaban tanto tiempo tratando de ayudarlas que no podían dedicar su tiempo a predicar el Evangelio de la manera que el Salvador les había pedido.

Lee Hechos 6:2–8 y busca la solución que encontraron los Doce.

1. Responde las preguntas siguientes en tu diario de estudio:

  • ¿En qué se parecen los llamamientos de la Iglesia y los consejos de barrio de la actualidad a la solución que propusieron los apóstoles antiguos?

  • Al leer sobre los siete hombres que fueron escogidos para ayudar a los apóstoles, ¿qué atributos cristianos notaste que tenían?

  • ¿De qué manera crees que cada uno de estos atributos puede ayudar a alguien a servir y bendecir a los necesitados?

Esta es una verdad que podemos reconocer en estos versículos: A medida que desarrollamos atributos cristianos, podemos ministrar y bendecir mejor a los necesitados.

  • ¿Cuáles son algunas de las características adicionales que tiene Jesucristo y que lo ayudan a ministrar a los necesitados?

Dedica un momento a meditar qué tan bien has desarrollado esas cualidades cristianas. ¿Se relaciona alguno de estos atributos con alguna de tus metas personales del programa Niños y Jóvenes? Si es así, dedica un momento a escribir en tu diario de estudio cómo te está yendo en cuanto a desarrollar ese atributo. Si no es así, considera elaborar un plan en tu diario de estudio que especifique cómo trabajarás para desarrollar ese rasgo cristiano a fin de que puedas ministrar y bendecir mejor a los necesitados.

El testimonio y el martirio de Esteban

El élder Bruce R. McConkie (1915–1985), del Cuórum de los Doce Apóstoles, escribió:

Imagen
Retrato de la cabeza y los hombros del élder Bruce R. McConkie.

Las cosas grandiosas no ocurren fácilmente; los acontecimientos que sacuden al mundo se enfrentan con montañas de oposición.

(Bruce R. McConkie, “Once or Twice in a Thousand Years”, Ensign, noviembre de 1975, pág. 18)

La declaración del élder McConkie se aplica a Esteban. A pesar de que “hacía grandes prodigios y milagros entre el pueblo […], se levantaron algunos de la sinagoga […] y discutían con [él]” (Hechos 6:8–9). Esteban fue llevado ante el consejo judío, y llevaron testigos falsos para testificar en su contra.

Al presentarse ante los líderes de los judíos, Esteban relató cómo, por generaciones, los judíos se habían resistido al Espíritu Santo y habían rechazado y matado a los profetas que Dios había enviado entre ellos. Esteban entonces testificó que esas actitudes rebeldes continuaban hasta ese día, ya que el pueblo incluso había asesinado a Jesucristo, el Hijo de Dios (véase Hechos 7:51–52).

Lee Hechos 7:54–60 para saber cómo actuó Esteban a pesar de tanta ira y oposición.

Imagen
Esta pintura representa la lapidación de Esteban tal como se describe en Hechos 7:54–60. Desde una posición recostada, Esteban reconoce mediante gestos la presencia del Padre y del Hijo que están de blanco en la parte superior de la pintura en los cielos abiertos. Los que lapidan a Esteban lo hacen con odio y gran violencia. Saulo sostiene las ropas de dos de ellos. Dos sacerdotes de mirada indiferente se sitúan a la derecha. La pintura está firmada, “Walter Rane”.
  • ¿Qué te llamó la atención del relato del martirio de Esteban?

Como muestra el relato del martirio de Esteban, las personas y las causas buenas a menudo se encuentran con “montañas de oposición”.

  • ¿Cómo has visto esto en tu propia vida?

Al igual que Esteban, puede que experimentes oposición o incluso persecución al escoger compartir tus creencias y testimonio del Salvador y Su evangelio. El élder Jeffrey R. Holland, del Cuórum de los Doce Apóstoles, enseñó lo siguiente:

Imagen
Retrato oficial del élder Jeffrey R. Holland, fotografiado en enero de 2018.

… [L]es digo a todos, y especialmente a los jóvenes de la Iglesia, que, si aún no les ha tocado, un día se encontrarán ante el llamado de defender su religión o quizás hasta soportar un poco de maltrato personal por el simple hecho de ser miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. En esos momentos se requerirá de parte de ustedes tanto valentía como cortesía.

(Véase Jeffrey R. Holland, “El costo —y las bendiciones— del discipulado”, Liahona, mayo de 2014, pág. 6)

2. Responde las siguientes preguntas en tu diario de estudio:

  • ¿Por qué crees que vale la pena testificar del Padre Celestial y Jesucristo y defenderlos?

  • ¿Cómo crees que pueden ayudarte nuestro Padre Celestial y Jesucristo cuando afrontas persecución por testificar de Ellos y defenderlos?

Tómate un momento para meditar en cómo puedes decidir testificar de tu Padre Celestial y Su Hijo Amado y defenderlos durante la próxima semana.

Opcional: ¿Quieres aprender más?

Hechos 6:1–6. ¿Quién es llamado para ayudar a los apóstoles con los asuntos temporales en la actualidad?

Así como el Señor llamó a siete hombres dignos para ayudar a los Doce a proveer para las necesidades temporales de la Iglesia, como se encuentra en el libro de Hechos, el Señor ha llamado a un Obispado Presidente con el fin de ayudar a los Doce a proveer para las necesidades temporales de la Iglesia en la actualidad. El Obispo Presidente y sus consejeros prestan servicio bajo la dirección de la Primera Presidencia para administrar los asuntos temporales de la Iglesia. Las ofrendas de ayuno son una parte esencial de este programa y proporcionan sustento y ayuda temporal para los pobres en todo el mundo. (Para obtener más información, consulta el tema “Obispado Presidente” en newsroom.ChurchofJesusChrist.org).

¿Afrontaré persecución o tendré que defender mi fe?

Mira el video “El costo —y las bendiciones— del discipulado” (disponible en LaIglesiadeJesucristo.org) desde el minuto 1:01 hasta el 2:31, o lee la siguiente declaración.

El élder Jeffrey R. Holland, del Cuórum de los Doce Apóstoles, relató un ejemplo de alguien que fue perseguido por esforzarse por testificar de Cristo:

Imagen
Retrato oficial del élder Jeffrey R. Holland, fotografiado en enero de 2018.

Por ejemplo, hace poco una misionera me escribió: “Mi compañera y yo vimos a un hombre sentado en una banca de la plaza de la ciudad comiendo su almuerzo. Al acercarnos, alzó la vista y vio nuestras placas misionales. Con una terrible expresión en el rostro, se puso de pie rápidamente y levantó la mano para pegarme. Yo evadí el golpe justo a tiempo, pero él me escupió la comida encima y empezó a decirnos las más horribles palabrotas. Nos marchamos sin decir nada. Intenté limpiarme la comida de la cara cuando sentí que una bola de puré de papas me golpeó la cabeza. A veces es difícil ser misionera, porque en ese preciso momento tenía ganas de volver, agarrar a ese hombre y decirle: ‘¿QUÉ ES LO QUE LE PASA?’; pero no lo hice”.

A esa dedicada misionera le digo: “Estimada joven, usted, en forma humilde, ha pasado a formar parte de un grupo muy distinguido de hombres y mujeres que, tal como Jacob, el profeta del Libro de Mormón, dijo que ‘contemplar[on] [la] muerte [de Cristo], y sufrier[on] su cruz, y soportar[on] la vergüenza del mundo’” [Jacob 1:8].

(Véase Jeffrey R. Holland, “El costo —y las bendiciones— del discipulado”, Liahona, mayo de 2014, pág. 6)

Imprimir