Evalúa tu aprendizaje 12
Apocalipsis 1–22
Esta lección tiene como objetivo ayudarte a evaluar las metas que te has fijado y el progreso que has experimentado durante tu estudio del Nuevo Testamento.
Ayudar a los alumnos a evaluar su aprendizaje. Brinde a los alumnos oportunidades de evaluar su aprendizaje. Una forma de hacerlo consiste en invitarlos a compartir la forma en que han progresado o se han desarrollado como resultado de sus estudios y su fe.
Preparación del alumno: A medida que los alumnos completen su estudio del Nuevo Testamento, invítelos a elaborar una lista con los tres o cinco pasajes de las Escrituras más impactantes que hayan estudiado este año.
Algunas posibles actividades de aprendizaje
La finalidad de esta lección es ayudar a los alumnos a evaluar su capacidad para explicar las enseñanzas del Nuevo Testamento, las metas que han fijado o la forma en que sus actitudes, deseos y capacidad de vivir el Evangelio están cambiando. Si se hiciera hincapié en diferentes verdades durante la clase, las actividades siguientes podrían adaptarse para que incluyan esas enseñanzas.
Considere comenzar la clase con un testimonio personal del crecimiento y el gozo que ha experimentado al estudiar y enseñar el Nuevo Testamento.
Tu progreso personal
En esta lección tendrás la oportunidad de evaluar tu aprendizaje y la forma en que has aplicado los principios que se enseñan en Apocalipsis 1–22. También repasarás y evaluarás tu progreso durante los últimos meses, en los que estudiaste Hechos–Apocalipsis. Las siguientes actividades de aprendizaje pueden ayudarte a ver cómo ha aumentado tu amor por el Padre Celestial y Jesucristo y cómo has llegado a ser más semejante a Ellos.
El libro de Apocalipsis
Para repasar, los alumnos podrían compartir con un compañero o escribir en la pizarra una verdad que les parezca significativa. También podrían rotar alrededor del salón para hablar al respecto con varios compañeros de clase.
Dedica unos minutos a repasar los pasajes de las Escrituras que hayas marcado, las notas que hayas tomado en tu ejemplar de las Escrituras o las entradas que incluiste en tu diario como parte de tu estudio del libro de Apocalipsis.
-
¿Cuáles son algunas de las cosas que recuerdas haber aprendido o sentido al estudiar el libro de Apocalipsis?
-
¿Qué aprendiste en el libro de Apocalipsis en cuanto al Salvador Jesucristo?
-
¿Cuáles son algunas de las verdades respecto a las cuales te sentiste inspirado a actuar como parte de tus estudios?
Podría imprimir o mostrar las actividades siguientes y permitir que los alumnos elijan con cuál preferirían trabajar, de forma individual o con un compañero.
Es posible que a algunos alumnos les resulte difícil evaluar o compartir sus sentimientos personales en cuanto a la adoración y el testimonio. Brinde a los alumnos oportunidades de compartir de forma voluntaria, pero asegúrese de respetar su albedrío.
Cuando terminen, invite a los alumnos que así lo deseen a compartir algunos de los pensamientos y sentimientos que tuvieron al responder las preguntas. Asegúrese de alentar a los alumnos a continuar trabajando en profundizar su adoración personal y en fortalecer su testimonio de Jesucristo. Considere dar su testimonio personal de por qué la adoración y el testimonio individuales son importantes en nuestro desarrollo espiritual.
Actividad A: Adorar a Dios y seguirlo con sinceridad
Es posible que en Apocalipsis 4 – 5 hayas estudiado una parte de la visión de Juan, en la cual vio el trono de Dios con varios seres y bestias metafóricas que adoraban al Padre Celestial y a Jesucristo. Quizás se te haya invitado a meditar en cuanto al modo en que alabas al Padre Celestial y a Jesucristo, y a considerar las formas en las que podrías mejorar tu adoración personal.
-
¿Qué has aprendido o sentido recientemente en cuanto al Padre Celestial o Jesucristo que te haya motivado a querer adorarlos?
-
¿Qué esfuerzos has hecho por mejorar tu adoración? Por ejemplo, es posible que hayas procurado profundizar tu adoración por medio de la oración, el estudio de las Escrituras, la participación de la Santa Cena, el honrar el día de reposo, el ayuno, la asistencia al templo o de alguna otra forma.
-
¿De qué forma han influido estos esfuerzos en tu relación con el Padre Celestial y Jesucristo?
Actividad B: Resistir y vencer el mal con fe en Cristo
La actividad siguiente se podría modificar para evaluar el progreso en lo que respecta a vencer al mundo, lo cual se enseñó en la lección “Apocalipsis 2–3, Parte 2”.
Es posible que en Apocalipsis 12 – 13 hayas aprendido que, en la vida preterrenal, todos ejercimos nuestra fe en Jesucristo para vencer a Satanás. Quizás se te haya invitado a meditar en cuanto a tu creencia en estas enseñanzas y a pensar en lo que podrías hacer para seguir confiando en Jesucristo a medida que luchamos contra el adversario aquí en la vida terrenal.
-
¿Qué sentiste que debías hacer después de tu estudio?
-
¿Qué obstáculos o desafíos encontraste al hacerlo? ¿Cuáles son los éxitos que lograste?
-
¿De qué forma el dar esos pasos te ayudó a acercarte más a Jesucristo o a recibir fortaleza de Él para vencer a Satanás?
El Nuevo Testamento: Hechos–Apocalipsis
Si se utilizó la preparación del alumno, considere invitar a algunos alumnos a compartir los pasajes de las Escrituras que eligieron y a explicar por qué los eligieron. Escriba en la pizarra las referencias de las Escrituras que compartan para que los demás puedan utilizarlas en la actividad siguiente.
La imagen y los párrafos siguientes pueden ayudar a presentar el ejercicio de redacción de la epístola.
Tal vez recuerdes que, después de escuchar el testimonio de Pablo en cuanto a Jesucristo, el rey Agripa dijo: “… Por poco me persuades a hacerme cristiano”. Pablo respondió con valentía: “… ¡Quiera Dios que por poco o por mucho, no solamente tú, sino también todos los que hoy me oyen, fueseis hechos [cristianos] como yo soy!” ( Hechos 26:28–29).
Pablo y el resto de los Apóstoles tenían el profundo deseo de llevar a los demás a Cristo por medio de sus enseñanzas y testimonios. Muchos de ellos dieron su vida y murieron como mártires por la causa de Cristo, y dejaron sus enseñanzas en el libro de Hechos y en las Epístolas. Ojalá hayas acogido esos testimonios en el corazón y hayas puesto en práctica sus enseñanzas en tu vida. Ahora te ha llegado el turno de enseñar y testificar.
Escribe una epístola propia dirigida a quien tú quieras. Por ejemplo, podrías dirigirla a ti mismo un año atrás, antes de estudiar el Nuevo Testamento, a un amigo que no entienda por qué asistes a Seminario o a un familiar que pueda beneficiarse de tu testimonio del Salvador.
Independientemente de a quién decidas dirigir tu epístola, incluye uno o más versículos de Hechos–Apocalipsis y la forma en que las verdades de esos versículos han bendecido tu vida. Las preguntas siguientes podrían servirte de guía, pero puedes elegir sobre qué quieres escribir.
-
¿Cómo te ha ayudado lo que estudiaste a venir a Cristo y a hallar paz en Él?
-
¿Cómo te ha ayudado lo que estudiaste a resistir o vencer el mal con fe en Jesucristo?
-
¿Cómo te ha ayudado lo que estudiaste a contestar una pregunta o a resolver una inquietud o un problema?
-
¿Qué más te gustaría que alguien supiera para animarlo a estudiar el Nuevo Testamento y venir a Cristo?
Cuando los alumnos terminen de escribir, invite a quienes así lo deseen a leer su epístola a la clase. Preste atención a la forma en que expresan su gratitud y sus testimonios en las epístolas. Agradezca a los alumnos lo que escribieron y compartieron. Invítelos a que se planteen compartir su epístola con alguien que no sea de la clase y a continuar estudiando las palabras de los profetas a lo largo de la vida.
Testifique del Salvador, de Su palabra que se halla en las Escrituras y de Su obra, la cual se lleva a cabo por medio de Sus siervos escogidos.