Mateo 8; Lucas 7:11–17
El milagroso poder de Jesucristo
Una de las maneras en que Jesús demostró Su poder fue a través de sanaciones milagrosas, entre ellas, levantar al hijo de una viuda de entre los muertos. Esta lección tiene por objeto fortalecer tu fe en el poder de Jesucristo para realizar milagros en nuestros días y en tu vida.
Algunas posibles actividades de aprendizaje
Milagros
Los milagros son “[a]contecimientos extraordinarios causados por el poder de Dios […]. Es necesario tener fe para que estos se manifiesten” (Guía para el Estudio de las Escrituras, “Milagros”, escrituras.ChurchofJesusChrist.org).
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¿Cuáles son algunos de tus milagros favoritos que figuran en las Escrituras? ¿Por qué?
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¿Qué aprendes acerca de Jesucristo a partir de estos milagros?
Durante Su vida, el Salvador realizó muchos milagros. A medida que estudias algunos de ellos en esta lección y durante la semana, reflexiona sobre cómo responderías las siguientes preguntas:
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¿Qué entiendes sobre los milagros?
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¿Qué preguntas tienes sobre ellos?
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¿Qué milagro(s) esperas que Dios haga en tu vida?
Si lo deseas, registra tus respuestas en tu diario de estudio. Busca respuestas a tus preguntas esta semana a medida que estudias los milagros que hizo Jesucristo.
¿Qué nos enseñan los milagros acerca de Jesucristo?
Una técnica para el estudio de las Escrituras que puede ayudarte a conocer mejor a Jesucristo es mirar más allá de lo que Él hace y reflexionar, con espíritu de oración, sobre lo que Sus actos revelan acerca de Su carácter. A medida que leas, considera hacer preguntas como: “¿Qué aprendo sobre las intenciones, las prioridades y los atributos del Salvador en lo que Él está haciendo y diciendo?”.
Lee Lucas 7:11–17 en busca de detalles en la historia que te enseñen sobre Jesucristo. Por ejemplo, presta atención a lo que el versículo 13 te ayuda a comprender sobre la razón por la que Él hizo ese milagro. Si lo deseas, también puedes ver el video “La viuda de Naín” (2:22), disponible en LaIglesiadeJesucristo.org, mientras estudias este relato.
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¿Qué aprendiste sobre las intenciones, las prioridades y los atributos del Salvador en lo que Él hizo o dijo cuando realizó este milagro?
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¿De qué manera lo que aprendiste puede ayudarte ahora mismo en tu vida?
Jesús llevó a cabo muchos milagros
Elige uno o más de los siguientes milagros para estudiar. Continúa prestando atención a lo que aprendas del Salvador en estos relatos.
Mateo 8:1–4 ; Marcos 1:40–42 Jesús sana a un leproso. Un leproso habría sido rechazado por la sociedad porque la lepra era una enfermedad dolorosa, contagiosa y, a veces, mortal. La mayoría de las personas habrían evitado acercarse a él o tocarlo.
Mateo 8:5–8, 13 Jesús sana al siervo de un centurión. Un centurión era el comandante en jefe de aproximadamente cien hombres en el ejército romano. En los días de Jesús, muchos judíos odiaban a los soldados romanos debido a las diferencias religiosas y a que representaban a la nación que los había conquistado.
Marcos 5:1–13, 18–20 Jesús echa demonios de un hombre que vive entre sepulcros. Un hombre que vivía entre sepulcros gritaba y se lastimaba. Cuando las personas del lugar no pudieron atarlo con cadenas, lo evitaron y lo dejaron aislado entre los sepulcros.
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¿Qué aprendiste sobre las intenciones, las prioridades y los atributos del Salvador en lo que Él hizo o dijo cuando realizó este milagro?
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¿De qué manera lo que aprendiste puede ayudarte ahora mismo en tu vida?
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¿Qué puedes hacer cuando sientes que necesitas la ayuda del Salvador?
Los milagros en nuestros días
¿Te has preguntado alguna vez si el Salvador aún hace milagros hoy en día? A pesar de que muchas personas no han experimentado algunos de los milagros espectaculares registrados en las Escrituras, como dividir el mar Rojo o levantar a los muertos, es importante recordar que sigue habiendo milagros hoy en día. El Salvador declaró: “[S]oy un Dios de milagros; y manifestaré al mundo que soy el mismo ayer, hoy y para siempre” (2 Nefi 27:23).
El presidente Dallin H. Oaks, de la Primera Presidencia, enseñó:
Todos los días ocurren muchos milagros en la obra de nuestra Iglesia y en la vida de nuestros miembros. Muchos de ustedes los han presenciado, tal vez más de lo que piensan.
(Dallin H. Oaks, “Miracles”, Ensign, junio de 2001, pág. 6)
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¿Qué pensamientos o preguntas tienes acerca de esta cita del presidente Oaks?
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¿Cuáles son algunos milagros que el Salvador ha hecho como parte de la Restauración y a través de la obra de Su Iglesia?
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¿Qué milagros han visto tú o tus seres queridos en su vida?
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¿Qué nos revelan estos milagros personales en cuanto al Padre Celestial y a Jesucristo?
Comentarios e información de contexto
¿Cuál es el milagro supremo?
El presidente Dallin H. Oaks, de la Primera Presidencia, enseñó:
Algunos milagros afectan a muchas personas. El milagro supremo es la expiación de Jesucristo: Su victoria sobre la muerte física y espiritual de todo el género humano. Ningún milagro tiene más alcance ni es más grandioso que este.
(Dallin H. Oaks, “Miracles”, Ensign, junio de 2001, pág. 9)
¿Siguen ocurriendo hoy en día milagros impresionantes como los registrados en las Escrituras?
El presidente Gordon B. Hinckley (1910–2008) relató un ejemplo de un extraordinario milagro moderno:
Se me pidió que visitara a una mujer en el hospital, cuyos médicos le habían dicho que se estaba quedando ciega y que perdería la vista en una semana. Nos pidió que le diéramos una bendición; lo hicimos, y dijo que había sanado milagrosamente […]. Le dije: “Yo no le salvé la vista. Lo hizo el Señor. Dele las gracias a Él y séale agradecida”.
(Teachings of Gordon B. Hinckley, 1997, pág. 343)
¿Por qué las personas no reciben cada milagro que buscan con fe en Jesucristo?
El presidente Dallin H. Oaks, de la Primera Presidencia, dijo:
Los milagros no están disponibles por solo pedirlos […]. La voluntad del Señor siempre es primordial. El sacerdocio del Señor no puede utilizarse para obrar un milagro contrario a Su voluntad. También debemos recordar que, incluso si va a ocurrir un milagro, no lo hará en el momento de nuestra preferencia. Las revelaciones enseñan que las experiencias milagrosas ocurren “en su propio tiempo y a su propia manera” (Doctrina y Convenios 88:68).
(Dallin H. Oaks, “Miracles”, Ensign, junio de 2001, pág. 9)
¿Por qué querrían los demonios del relato de Marcos 5:11–13 entrar en cerdos?
El profeta José Smith (1805–1844) explicó:
Vinimos a esta tierra para tener un cuerpo y presentarlo puro ante Dios en el Reino Celestial. El gran principio de la felicidad consiste en tener cuerpo. El diablo no lo tiene y ese es su castigo; él está contento cuando puede obtener el tabernáculo del hombre; y cuando fue expulsado por el Salvador, le pidió que lo dejara ir a una manada de cerdos, demostrando que prefería ocupar el cuerpo de un cerdo que no tener ninguno. Todos los seres corpóreos tienen potestad sobre los que no lo tienen.
(Véase Enseñanzas de los Presidentes de la Iglesia: José Smith, 2007, pág. 222)
¿Ocurrirán más milagros antes de que el Salvador regrese?
El presidente Russell M. Nelson testificó:
Nuestro Salvador y Redentor, Jesucristo, llevará a cabo algunas de Sus obras más maravillosas entre ahora y cuando vuelva de nuevo. Veremos indicios milagrosos de que Dios el Padre y Su Hijo, Jesucristo, presiden esta Iglesia en majestad y gloria.
(Russell M. Nelson, “Revelación para la Iglesia, revelación para nuestras vidas”, Liahona, mayo de 2018, pág. 96)