Romanos 4–5
Fe, obras y gracia
En su carta a los romanos, Pablo procuró ayudar a los santos romanos a entender la gracia de Cristo enseñando acerca de su conexión con la fe y las obras. Las enseñanzas de Pablo pueden ayudarnos a profundizar la comprensión de nuestra necesidad de recibir el perdón y la salvación mediante la gracia de Jesucristo. Esta lección te ayudará a aumentar tu comprensión y aprecio por la gracia de Jesucristo.
Entender las doctrinas y los principios. A medida que los alumnos reconozcan las doctrinas y los principios que se encuentran en las Escrituras, guíelos mediante conversaciones que los ayuden a analizar y comprender mejor el significado de esas verdades. Cuando los alumnos entienden una doctrina o un principio del Evangelio, significa que comprenden su relación con otras verdades doctrinales del plan del Señor y comprenden cómo podría aplicarse a su vida.
Preparación del alumno: Invite a los alumnos a leer la sección “Gracia” en la Guía para el Estudio de las Escrituras (scriptures.ChurchofJesusChrist.org) y luego a reconocer una forma en la que han recibido la gracia de Dios en su propia vida.
Algunas posibles actividades de aprendizaje
¿Qué te salvará?
Imagina que estás muriendo de sed en el desierto y que hay una botella de agua en lo alto de una colina cercana. ¿Cuán importante es cada uno de los siguientes aspectos para tu supervivencia?
Considere mostrar el siguiente texto y la siguiente imagen e invitar a los alumnos a copiar ambos en su diario de estudio.
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Tu creencia en que el agua puede salvarte.
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Tu esfuerzo por alcanzar el agua.
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El agua en sí misma.
Los alumnos podrían analizar la pregunta de qué los salvaría y las siguientes preguntas como clase, de a dos o en grupos pequeños.
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¿Por qué el agua en sí misma es lo único que te impedirá morir de sed?
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¿Por qué la creencia en el agua y el esfuerzo por obtenerla no son suficientes?
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¿Cómo funcionan juntos tu creencia, tu esfuerzo y el agua?
Este caso hipotético puede ayudarte a entender las enseñanzas de Pablo en cuanto a la forma en que la fe, las obras y la gracia se relacionan con la justificación.
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¿Cómo definirías las palabras fe, obras y gracia?
Podría ser útil repasar las definiciones de estas palabras en la lección de Romanos 2–3 o en la Guía para el Estudio de las Escrituras (scriptures.ChurchofJesusChrist.org).
Si los alumnos leyeron la definición de gracia como parte de su preparación para esta lección, se los podría invitar a hablar sobre lo que aprendieron.
En la época de Pablo, algunos cristianos judíos creían que serían salvos por sus obras de obediencia a la ley de Moisés. Pablo trató de corregir esa creencia incorrecta. Lee la Traducción de José Smith de Romanos 4:16 [en Romanos 4:16 , nota a al pie de página].
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¿Qué enseña este versículo acerca de cómo somos justificados o perdonados de nuestros pecados?
En este versículo, Pablo enseña que somos justificados por la fe y las obras por medio la gracia de Jesucristo.
Escribe las palabras fe, obras y gracia junto a la frase de tu dibujo que concuerde con cada palabra.
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¿Qué aprendes de esta analogía sobre la fe y las obras?
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¿Qué puedes aprender de esta analogía en cuanto a la gracia del Salvador?
De ser necesario, ayude a los alumnos a entender que la creencia en el agua es como la fe, que el esfuerzo por alcanzar el agua es como nuestras obras o acciones y que el agua en sí misma representa la gracia de Dios. Ayúdelos a entender que, si bien la fe y las obras son necesarias para recibir la gracia de Jesucristo, es Su gracia la que trae el perdón, no nuestra fe ni nuestras obras.
Comprender mejor la gracia de Jesucristo
La gracia de Jesucristo nos permite ser justificados o perdonados de nuestros pecados y también nos bendice de otras maneras. Jesucristo no solo proporciona el agua que nos salva la vida, sino que también fortalece nuestra fe y magnifica nuestros esfuerzos a fin de que podamos obtener el agua. Podemos ser bendecidos por Su gracia antes, durante y después de ejercer fe en Él y llevar a cabo buenas obras.
El presidente Dieter F. Uchtdorf, en ese entonces miembro de la Primera Presidencia, enseñó:
A lo largo de la vida, la gracia de Dios nos concede bendiciones temporales y dones espirituales que aumentan nuestras habilidades y enriquecen nuestra vida. Su gracia nos refina y ayuda a alcanzar nuestro potencial.
(Dieter F. Uchtdorf, “El don de la gracia”, Liahona, mayo de 2015, pág. 108)
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¿Cómo puede ayudarte la gracia del Salvador a llegar a ser la mejor versión de ti mismo?
Lee los siguientes pasajes de las Escrituras y encuentra otras bendiciones relacionadas con la gracia del Salvador. Romanos 5:1–2, 21
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¿Qué bendiciones adicionales pueden provenir de Jesucristo por medio de Su gracia?
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¿En qué oportunidades has experimentado la gracia del Salvador en tu vida?
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¿Cómo influye eso en tus sentimientos para con el Salvador?
Si, a fin de prepararse para la lección, los alumnos pensaron en las formas en que han recibido la gracia del Salvador en su vida, podrían relatar sus experiencias. Considere relatar también una experiencia o ejemplo personal.
Invitar la gracia del Salvador a tu vida
El presidente Uchtdorf compartió esta reflexión acerca de cómo puedes recibir más plenamente la gracia de Jesucristo:
La gracia es un don de Dios, y nuestro deseo de ser obediente a cada mandamiento de Dios es como extendemos nuestra mano mortal para recibir ese sagrado don de nuestro Padre Celestial.
(Dieter F. Uchtdorf, “El don de la gracia”, Liahona, mayo de 2015, pág. 110)
Considere la posibilidad de invitar a los alumnos a responder las siguientes preguntas en sus diarios de estudio.
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¿Qué pensamientos y sentimientos tienes cuando piensas en los efectos que tiene la gracia de Jesucristo en tu vida?
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¿Qué puedes hacer para invitar más plenamente la gracia de Jesucristo a tu vida?
Testifique de nuestra necesidad de la gracia de Dios y de la fortaleza y el don que puede representar para nuestra vida antes, durante y después de nuestros esfuerzos por ser fieles y obedientes.
Comentarios e información de contexto
¿Cómo podemos reconocer nuestra necesidad de la gracia?
El presidente Dieter F. Uchtdorf, en ese entonces miembro de la Primera Presidencia, hizo las siguientes preguntas acerca de la necesidad que tenemos de la gracia:
¿Entendemos nuestra deuda con el Padre Celestial y rogamos con toda nuestra alma por la gracia de Dios?
Cuando nos arrodillamos a orar, ¿es para repasar los grandes éxitos de nuestra propia rectitud o para confesar nuestras faltas, suplicar la gracia de Dios y derramar lágrimas de gratitud por el asombroso plan de redención?
(Dieter F. Uchtdorf, “El don de la gracia”, Liahona, mayo de 2015, pág. 109)
¿Cuál es un ejemplo de que la gracia haya obrado en la vida de alguien?
Romanos 4:16 . ¿Por qué se utilizó a Abraham como ejemplo de alguien que fue justificado?
Para corregir la idea de que solo aquellos que habían sido circuncidados y guardaban la ley de Moisés podían salvarse, Pablo enseñó que Abraham había recibido bendiciones antes de ser circuncidado y siglos antes de que se diera la ley de Moisés. Abraham continuó siendo fiel después de haber hecho convenio con Dios y haber sido circuncidado. Por lo tanto, Pablo pudo demostrar que las personas no eran justificadas mediante la obediencia a la ley de Moisés, sino por la fe y las obras mediante la gracia de Jesucristo.
¿Cómo se relaciona la gracia de Dios con la caída de Adán?
En Romanos 5:12–21 , Pablo enseñó que Jesucristo nos ayuda a vencer los efectos de la Caída. Debido a la transgresión de Adán, el pecado y la muerte entraron al mundo. Sin embargo, debido al “don de Dios […] por la gracia de un hombre, Jesucristo” ( Romanos 5:15), todos pueden vencer los efectos del pecado y de la muerte, y recibir la vida eterna. La referencia de Pablo a la Caída nos ayuda a entender la capacidad de gran alcance que tiene la gracia del Salvador para vencer todas las cosas.
Actividades de aprendizaje complementarias
“[L]a tribulación produce paciencia”
Pregunte a los alumnos si alguna vez se han sentido agradecidos por una prueba que experimentaron. Las posibles preguntas para el análisis podrían ser: “¿En qué momento se sintieron agradecidos?” o “Si una persona estuviera pasando por una prueba, ¿qué le dirían que pudiera ayudarla a sobrellevarla bien?” (véase Doctrina y Convenios 121:7–8). Explique que Pablo pasó por muchas pruebas difíciles en su vida y escribió acerca de las bendiciones que recibió como resultado de lo que sufrió. Invite a los alumnos a leer Romanos 5:3–5 y a buscar el resultado que Pablo dice que puede producirse a partir de las pruebas o tribulaciones de nuestra vida. Podría pedir a los alumnos que hablen sobre cómo han experimentado alguna de esas bendiciones.
Aprender acerca de la gracia según el Libro de Mormón
Los profetas del Libro de Mormón fueron inspirados a enseñar y escribir acerca de Jesucristo y la gracia que tenemos a nuestro alcance por medio de Él. Los alumnos podrían leer por lo menos tres de los siguientes versículos y pensar en lo que les enseñan esos versículos acerca de la gracia.
Otra opción es poner a los alumnos en grupos y asignar a cada miembro del grupo uno o más de los pasajes de las Escrituras. Pídales que lean su pasaje de las Escrituras y que escriban la referencia y una palabra o frase favorita del pasaje de las Escrituras en una hoja de papel. Luego, pídales que roten los papeles y que repitan el proceso para cada uno de los papeles de los demás miembros del grupo. Una vez que finalice la actividad, los alumnos pueden mirar su papel original y ver las palabras y frases que los miembros del grupo eligieron para todos los versículos.
Invitación final
A fin de ayudar a los alumnos a aplicar lo que han aprendido en esta lección, podría darles una tarjeta en blanco o una pequeña hoja de papel. Invítelos a llevarla consigo durante las siguientes 24 horas mientras prestan atención a la gracia de Dios en su vida y a escribir cualquier evidencia que encuentren. Invítelos a que luego oren a fin de expresar gratitud por cada evidencia y pidan al Padre Celestial que los ayude a tener ojos para ver mejor Su gracia en su vida. Los alumnos podrían dar un informe acerca de sus experiencias en la siguiente clase.