¿Qué se aconseja acerca de actuar según los impulsos sexuales?

Llevar una vida casta

“¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?” (1 Corintios 3:16).

Nuestro cuerpo es un don preciado de Dios, que proporciona a nuestro espíritu una vía para experimentar el mundo físico. El cuerpo es clave para nuestra potencial exaltación. El aprender a dominar nuestro cuerpo es una parte importante de llegar a ser como nuestros padres celestiales. El autodominio requiere de tiempo, práctica y paciencia, pero tiene consecuencias eternas.

Dios nos ha mandado “refrenar todas [nuestras] pasiones para que est[emos] lleno[s] de amor” (Alma 38:12).

El vivir la ley de castidad es una fuente de grandes bendiciones. El presidente Marion G. Romney declaró: “No puedo imaginar bendiciones que se deseen más fervientemente que las prometidas a los puros y a los virtuosos. Jesús habló de recompensas específicas para las diferentes virtudes, pero reservó las mayores, según mi parecer, para los de corazón puro ‘porque’, dijo, ‘verán a Dios’ (Mateo 5:8). Y no solo verán al Señor, sino que se sentirán cómodos en Su presencia.

“Esta es la promesa del Salvador: ‘… deja que la virtud engalane tus pensamientos incesantemente; entonces tu confianza se fortalecerá en la presencia de Dios’ (D. y C. 121:45)” (véase “Confiad en el Señor”, Liahona, agosto de 1979, pág. 59).

La sexualidad es una parte importante del ser humano y también es una fuente de pasiones que se deben refrenar. A pesar de esos sentimientos intensos, hay Santos de los Últimos Días que observan fielmente la ley moral del Señor durante muchos años.

Esas personas han hecho un compromiso firme de llevar una vida casta y evitar todo aquello que afecte a sus inhibiciones. Esas personas, además, han brindado un servicio excepcional a los demás, en especial en el entorno de la Iglesia. Al hacerlo, han encontrado gozo, satisfacción y paz.

Los padres deben enseñar a sus hijos

Los niños y jóvenes necesitan la ayuda de los padres y de adultos dignos de confianza para aprender acerca de la sexualidad en su contexto divino y comprenderla: “Los padres tienen la responsabilidad primordial de la educación sexual de sus hijos La enseñanza sincera y sencilla de este tema en el hogar contribuirá a que los jóvenes eviten graves pecados morales.

“Allí donde las instituciones de enseñanza ofrezcan clases de educación sexual, los padres deben tratar de asegurarse de que la instrucción que reciban sus hijos esté de acuerdo con valores morales sanos y éticos” (“La educación sexual”, General Handbook: Serving in The Church of Jesus Christ of Latter-day Saints [Manual General: Servir en La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días] , 38.6.14).

La experimentación fuera del matrimonio

La experimentación con la expresión sexual fuera del matrimonio es un pecado grave.

“La ley de castidad del Señor consiste en:

• Abstenerse de las relaciones sexuales fuera del matrimonio entre un hombre y una mujer de acuerdo con la ley de Dios.

• Fidelidad en el matrimonio.

“La intimidad física entre el esposo y la esposa tiene por objeto ser hermosa y sagrada; es ordenada por Dios para la procreación de los hijos y como expresión de amor entre el esposo y la esposa.

“Solo un hombre y una mujer que se encuentren legal y legítimamente casados como esposo y esposa deben mantener relaciones sexuales. La limpieza moral es muy importante para Dios. Las violaciones de la ley de castidad son algo muy grave (véanse Éxodo 20:14; Mateo 5:28; Alma 39:5). Quienes lo hacen, abusan del sagrado poder que Dios ha dado para crear vida” (“La castidad y la fidelidad”, Manual General: Servir en La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, 38.6.5).

“Los mandamientos de Dios prohíben todo comportamiento que no sea casto, ya sea con el mismo sexo o con el sexo opuesto. Los líderes de la Iglesia aconsejan a los miembros que hayan violado la ley de castidad. Les ayudan a tener una comprensión clara de la fe en Jesucristo y Su expiación, del proceso del arrepentimiento y del propósito de la vida en la tierra. El comportamiento que sea incompatible con la ley de castidad podría motivar que se lleve a cabo un consejo de membresía de la Iglesia (véaseManual General, 38.6.5). Este comportamiento puede perdonarse mediante un arrepentimiento sincero” (“La atracción hacia personas del mismo sexo y el comportamiento homosexual”, General Handbook [Manual General] , 38.6.12).